?xito en la operaci¨®n de salvamento del sat¨¦lite de comunicaciones TDRS-1
El gran sat¨¦lite de comunicaciones TDRS-1, que intent¨® poner en ¨®rbita la agencia espacial norteamericana (NASA) durante la primera misi¨®n del transbordador espacial Challenger, se encuentra finalmente en su ¨®rbita correcta, al t¨¦rmino de una meticulosa operaci¨®n que ha durado dos meses. El traslado del sat¨¦lite, que es vital pan la futura red de comunicaciones espaciales, culmin¨® el pasado mi¨¦rcoles, cuando se cubrieron los ¨²ltimos 40 kil¨®metros que le separaban de la ¨®rbita geoestacionaria, situada a 36.000 kil¨®metros sobre el Ecuador.
La operaci¨®n de salvamento del sat¨¦lite, que comprendi¨® 39 ma niobras diferentes a lo largo de dos meses, termin¨® con el encendido de dos de los 24 peque?os cohetes de que va provisto el sa t¨¦lite, al tiempo que se encend¨ªan espor¨¢d¨ªcamente otros tres para mantener la estabilidad. Al ter minar la operaci¨®n, los ingenie ros y visitantes que se encontraban presentes en el centro de control aplaudieron con alivio.El TDRS-1 (Tracking Data and Relay Satellite), es el mayor y m¨¢s costoso de los sat¨¦lites hasta ahora construidos, est¨¢ valorado en 100 millones de d¨®lares (14.500 millones de pesetas), y debe servir como estaci¨®n en ¨®rbita de seguimiento de veh¨ªculos espaciales. Su p¨¦rdida hubiera supuesto un grave retraso en el programa de la NASA y un golpe al prestigio del transbordador espacial norteamericano como instrumento para poner sat¨¦lites en ¨®rbita.
Fall¨® el sistema de propulsi¨®n
El artefacto fue lanzado el pasado 4 de abril por los astronautas que tripularon el Challenger en su primera misi¨®n, y situado en una ¨®rbita baja. Iba provisto de un sistema de propulsi¨®n en dos etapas con objeto de impulsarlo hasta su ¨®rbita correcta, y fue la ¨²ltima, denominada etapa superior inercial, la que, al parecer, fall¨®, seg¨²n las primeras investigaciones. Una vez advertido el fallo, los controladores pudieron salvar el sat¨¦lite, pero qued¨® situado en una ¨®rbita fuertemente el¨ªptica y m¨¢s baja de la prevista, que es circular y est¨¢ situada a 36.000 kil¨®metros sobre el Ecuador, con lo que resultaba in¨²til para los objetivos fijados. En la ¨®rbita geostacionaria, los sat¨¦lites mantienen la misma posici¨®n relativa respecto a puntos fijos de la superficie terrestre.El cohete que fall¨® hab¨ªa sido dise?ado por las fuerzas a¨¦reas y construido por la compa?¨ªa Bocing. Seg¨²n un portavoz de la divisi¨®n espacial de las fuerzas a¨¦reas, hasta que se conozcan con certeza las causas del mal funcionamiento, no se admitir¨¢n en el transbordador espacial cargas que necesiten utilizar esta etapa. La NASA ya ha diferido el lanzamiento de un segupdo sat¨¦lite de la misma serie, y una misi¨®n de car¨¢cter militar del Challenger, prevista para el mes de noviembre, ha sido cancelada.
El salvamento del TRDS-1 no es el primero que realizan los ingenieros de la NASA, que ya han participado en 10 operaciones de este tipo, siendo la m¨¢s importante la que consigui¨® traer de vuelta a la Tierra a los astronautas del Apolo 13, en 1970, en una m¨ªsi¨®n que estuvo a punto de terminar en desastre.
El ¨¦xito de la operaci¨®n se ha debido a que el sat¨¦lite iba provisto de una cantidad de combustible, para accionar los cohetes auxiliares, muy superior a la que necesitar¨ªa en sus 10 a?os de vida, porque se pens¨® en principio en utilizarlo tambi¨¦n para transmisiones comerciales, con lo que ser¨ªa necesaria una mayor precisi¨®n en la orientaci¨®n de las antenas.
El correcto funcionamiento del TDRS-1, cuyas pruebas comenzar¨¢n esta misma semana, permitir¨¢ que se lleve a cabo la misi¨®n del transbordador espacial Columbia, que llevar¨¢ a bordo el laboratorio espacial europeo, en la primera misi¨®n conjunta entre Estados Unidos y Europa.
En un plazo todav¨ªa no fijado, quedar¨¢n situados en el espacio tres de estos sat¨¦lites, que producir¨¢n una cobertura completa de la Tierra, y podr¨¢n manejar datos procedentes de hasta 26 sat¨¦lites o estaciones orbitales situados en ¨®rbitas bajas simult¨¢neamente.
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