El socialfascismo
Cuando Carrillo dice lo del "socialfascismo" es como cuando Fraga dice lo de "tener las manos manchadas de sangre". A m¨ª me lo explic¨® (y lo he explicado aqu¨ª) don Jacinto Benavente, aquel infame comedi¨®grafo y excelente persona (ayud¨® en lo que pudo a Valle-Incl¨¢n) en su tertulia de El Gato Negro: "Mire usted, joven, en el teatro hay que repetir las cosas tres veces para que el p¨²blico se entere a la ¨²ltima". Los pol¨ªticos, en lugar de decir las cosas tres veces, dicen cosas excesivas: "socialfascismo", "manos manchadas de sangre". Saben que la realidad y la entrop¨ªa natural del lenguaje les dejar¨¢n en la expresi¨®n justa. Santiago Carrillo, gran pol¨ªtico que lucha por salvar su partido y por salvarse ¨¦l en su partido, ha optado por un lenguaje/ l¨ªmite (un lenguaje l conducta, lo llamo en algunos textos m¨ªos), no tanto frente al Gobierno como frente a sus enemigos de partido.Aparte de qu¨¦ lado est¨¦ la raz¨®n (que est¨¢ muy repartida, como el gordo de Navidad), Santiago tiene que demostrar que es m¨¢s y mejor orador literario que el secretario general, Gerardo Iglesias. Que sabe sacarse m¨¢s palabras. Y sabe. Carrillo, pol¨ªtico de viejo cu?o, de buen troquel, sabe en qu¨¦ medida la pol¨ªtica sigue siendo oratoria.
Ludovico Vega, escritor caraque?o, me env¨ªa su l¨²cido estudio sobre El estilo literario de Marx, que es cosa que yo siemprehab¨ªa echado de menos, ya que Marx (viciado como est¨¢ uno de literatura) siempre me hab¨ªa parecido, aparte an¨¢lisis y profec¨ªas, un gran escritor.
Carrillo no es tan gran escritor como Marx, claro, pero sabe que la pol¨ªtica, sin literatura, se queda en contabilidad por partida doble, y para eso ya est¨¢ Boyer, que se lo hace de sant¨ªsima madre, por cierto, o sea. Carrillo, uno de los m¨¢s completos y resistentes pol¨ªticos espa?oles del siglo, dice "socialfascismo" porque al personal y los massImedia hay que echarles carnada, y porque cuenta con el desgaste entr¨®pico de las palabras. M¨¢s que al Gobierno, repito, se lo dice a sus compa?eros de partido, acus¨¢ndolos as¨ª de colaboracionismo.
Carrillo lucha por el Poder perdido y esto es humanamente leg¨ªtimo y noble, desde Nietzsche, y es positivo para la pol¨ªtica espa?ola -no s¨¦ para el PCE-, porque un hombre valioso en erupci¨®n, creando a diario ideas y palabras brillantes, siempre supone un enriquecimiento pol¨ªtico general, a favor y en contra. No digo si Carrillo tiene raz¨®n o no la tiene, porque no lo s¨¦, pero le he conocido algo y el metal de su humanidad, la calidad de su acero, me infunden respeto. (Como me lo infunde el desperdiciado Areilza en la derecha, un suponer.) ?Acaso no estar¨ªa mucho mejor y m¨¢s se?orialmente representada la derecha espa?ola en Areilza que en Fraga? Pero la historia siempre elige mal. Una fot¨®grafa de Prensa, bella y morena, la Queca, que ha asistido a los debates del pec¨¦, me lo dice con el laconismo de la gente de la imagen: "Carrillo es un se?or".
Aza?a hace un detallado estudio del se?orito madrile?o, que le parece nefasto, pero Azafia no pod¨ªa sospechar, anta?azo, que surgiera un se?orito de izquierdas, un se?orito rojo como Carrillo, Curiel, Sartorius y as¨ª. Me parece que Carrillo, en recientes y escarpadas sesiones, ha concedido mucho -?demasiado?- a la autodemagogia, porque nadie se resigna a morir en vida, pero el "socialfascismo" es un machihembrado intelectual que no existe.
Pol¨ªticos desperdiciados a derecha/izquierda: Carrillo, Areilza, tantos. (JRJ dec¨ªa que Zorrilla era un poeta "desperdiciado".) La pol¨ªtica espa?ola debe equilibrarse para que Fraga no tenga que decir lo de "las manos manchadas de sangre" y Carrillo, uno de los artesanos de la transici¨®n, no tenga que decir "socialfascisino". Hemos hospitalizado a nuestros mejores. Espa?a no recupera nada, ni pol¨ªticos ni escritores. Lo pagaremos.
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