Un ex teniente argenTino residente en Madrid, acusado de secuestros y cr¨ªmenes en Buenos Aires
El ciudadano argentino Jorge Su¨¢rez, ex teniente de nav¨ªo, actualmente director del concesionario madrile?o de Ford IMTASA (Industrias de Material y Tracci¨®n del Autom¨®vil, SA) es acusado por diversos exalados argentinos de haber participado en Buenos Aires en tareas de secuestros pol¨ªticos, -con desenlaces mortales, en ocasiones- de personas que eran conducidas al campo de concentraci¨®n bonaerense de la ESMA (Escuela Mec¨¢nica de la Armada), durante los a?os 1976 y 1977, en que en la misma se efectu¨® una mayor represi¨®n.
Su¨¢rez, consultado por EL PAIS sobre la veracidad de dichas acusaciones, ni desminti¨® ni confirm¨® ¨¦stas: "Yo no tengo nada que decir sobre lo que digan unos exiliados".Juan Alberto Gasparini, superviviente de la Esma, acus¨® en enero pasado, ante la Federaci¨®n Internacional de los Derechos del Hombre en Par¨ªs, a Su¨¢rez de haber asesinado a su mujer, cuando un grupo de la misma intent¨® secuestrarla: "Hay que subrayar aqu¨ª el papel desempe?ado por el teniente de Infanter¨ªa de. Marina Jorge Su¨¢rez (miembro voluntario del grupo de trabajo, funcionario de empresas multinacionales como Ford y Coca-Cola). Fue ¨¦l quien alg¨²n tiempo m¨¢s tarde vino a reprocharme el asesinato de mi esposa, diciendo que si yo hubiese colaborado en su arresto, como ellos me solicitaron, no habr¨ªan tenido necesidad de matarla. El teniente Su¨¢rez, apodado Antonio el loco, me dijo que ¨¦l dio el tiro de gracia a mi esposa con un rev¨®lver del 45".
Gasparini, internado en la Esma desde enero de 1977 a mediados de 1979, ha manifestado que fue conducido, esposado y encapuchado, por el grupo operativo del citado campo de concentraci¨®n, que se desplaz¨® en la madrugada del d¨ªa 11 de enero de 1977 a su domicilio, en el n¨²mero 700 de S¨¢nchez Bustamante, para secuestrar a su mujer, del que formaba parte Su¨¢rez. Gasparini no subi¨® a su casa, pero pudo o¨ªr el tiroteo que se origin¨® en la misma. En dicha acci¨®n murieron su mujer, M¨®nica J¨¢uregui, y una mujer que le acompa?aba apellidada Guti¨¦rrez. S¨²arez, seg¨²n Gasparini, no tuvo empacho en relatar a quien quisiera o¨ªrle en la Esma, incluido a ¨¦l, esposo de la v¨ªctima, que ¨¦l dio el tiro de gracia a M¨®nica J¨¢uregui. Sin embargo, esto choca con el hecho de que el certificado de defunci¨®n de aqu¨¦lla, seg¨²n Gasparini, revel¨® que M¨®nica recibi¨® un ¨²nico disparo, concretamente en la cabeza, lo que convertir¨ªa a Su¨¢rez en ¨²nico autor del crimen.
Alberto Eduardo Girondo, otro superviviente de la Esma, tambi¨¦n acus¨® Su¨¢rez, ante la Comisi¨®n de Derechos Humanos de la ONU, de ser uno de los secuestradores de la Esma. Girondo ha confirmado a EL PAIS que le consta que Su¨¢rez particip¨® en el secuestro de su mujer, Mar¨ªa Mercedes Bogliolo, el 16 de junio de 1977. ?sta result¨® muerta en el transcurso de dicha operaci¨®n.
Un voluntario
Girondo precisa que Su¨¢rez no trabajaba a plena dedicaci¨®n para la Esma, sino que se incorporaba por per¨ªodos, al tiempo que se?ala c¨®mo dicha participaci¨®n en las tareas represivas las acometi¨® de forma totalmente voluntaria, toda vez que se encontraba retirado de la Marina cuando dicho campo de concentraci¨®n comenz¨® a operar a ra¨ªz del golpe de militar de 1976. Girondo describe as¨ª a Su¨¢rez: "Era un tipo obsesivo en el uso de las armas. Era un fascista puro. Lo de loco no es m¨¢s que un sobrenombre de una actitud pol¨ªtica, porque de loco no ten¨ªa nada. Era un obseso del anticomunismo".
Graciela Daleo, superviviente tambi¨¦n de la Esma, ha reiterado a este diario que el teniente Su¨¢rez, pese a encontrarse retirado, sol¨ªa aparecer en la Esma alegando que en su casa se aburr¨ªa, donde asegura, que era uno los m¨¢s activos cazadores de hombres. Graciela apunta c¨®mo su complexi¨®n fornida y sus pr¨¢cticas de antiguo jugador de rugby -lleg¨® a ser portada de un semanario deportivo de gran difusi¨®n- hac¨ªan de Su¨¢rez el hombre id¨®neo para los placajes en plena calle de los ciudadanos a secuestrar, que ¨¦l ejecutaba a la perfecci¨®n, a decir de sus v¨ªctimas.
Graciela, am¨¦n de tener constancia de la participaci¨®n de S¨²arez en los paseos en coche por Buenos Aires a que fue sometida para marcar (delatar) a viandandanes, afirma que el placaje-secuestro de Mar¨ªa Alicia Milia, ocurrido el 28 de mayo de 1977, corri¨® a cargo del mismo. Graciela, tambi¨¦n afirma haber conocido de boca del propio Su¨¢rez y de otros marinos la participaci¨®n de Su¨¢rez en el secuestro de M¨®nica Jaur¨¦gui y la historia de su tiro de gracia, as¨ª como su implicaci¨®n en el secuestro de la mujer de Girondo.
Sin embargo, a ninguno de los supervivientes de la Esma consultados les consta que Su¨¢rez participase en tareas de tortura.
Mart¨ªn Tom¨¢s Gras, superviviente tambi¨¦n de la Esma, corrobora todo lo anterior y agrega las siguientes pinceladas a la semblanza de Su¨¢rez: Fue expulsado antes de 1955 de la Escuela de Cadetes de Marina de R¨ªo Santiago, a ra¨ªz de que -se ignora si por capricho o apuesta- desvisti¨® a la estatua de un pr¨®cer situada en la misma, vestido con cuyo uniforme se pase¨® subido en sus patines por toda la escuela. Logr¨® su reincorporaci¨®n en la Marina merced a una acci¨®n de toma fulgurante e individual de un centro de poder peronista -presumiblemente una comisar¨ªa o centro sindical- durante el golpe de estado de septiembre de 1955, que, impulsada por los militares, derroc¨® el Gobiemo Per¨®n.
Su guerra del Beagle
En 1960 se dio de baja en la Marina y entr¨® a trabajar para la Ford en la ciudad argentina de C¨®rdoba, donde a la saz¨®n exist¨ªa la mayor conflictividad laboral del pa¨ªs. La muerte de algunos de sus compa?eros de empresa a manos de la guerrilla, seg¨²n afirmaba, le convencieron -"convencer a un convencido", seg¨²n Gras- de que hac¨ªa falta mano dura contra los terroristas.
A finales de 1978, seg¨²n esta fuente, se reincorpor¨® de nuevo a la Marina y se traslad¨® a la zona del canal del Beagle, sobre la que se vislumbraba el inminente estallido de un conflicto chileno-argentino.
Su¨¢rez, seg¨²n pudo saber dicha fuente, llevado de su valor u osad¨ªa, se adentr¨® repetidas veces en territorio chileno, en una guerra particular suya, para dejar carteles insultantes en los alrededores de los acuartelamientos enemigos.
Su¨¢rez es director del citado concesionario desde primeros de marzo pasado, adonde lleg¨® proveniente de las oficinas centrales de la Ford en Madrid, donde desempe?aba un cargo directivo.
El citado concesionario fue objeto, a primeros de junio, del lanzamiento de un c¨®ctel molotov, que s¨®lo caus¨® leves desperfectos, al no llegar a estallar. El fin de semana anterior se declar¨® un incendio en el taller, a partir de que se produjera fuego, en circunstancias no esclarecidas, en un cubo de basura, que caus¨® serios da?os en las paredes del mismo.
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