Mallorca espera al mes¨ªas
La crisis econ¨®mica ya est¨¢ en el agua. No se qued¨® en tierra. Al subir la marea del fisco los potentados flotan, en puerto, con la expresi¨®n del n¨¢ufrago. Algunos piden socorro. A cambio de la vida dar¨ªan su barco.En el lujoso y exclusivo Club de Mar, en Palma de Mallorca, fondean 560 yates. Un solo agente n¨¢utico, el brit¨¢nico Camper & Nicholson, tiene a la venta o en alquiler m¨¢s de un centenar de esos barcos. Otros buscan comprador en una operaci¨®n directa que les ahorre la comisi¨®n del 10%. Flem¨¢tico y breve, mister Master (director de la firma) dice: "El negocio va fatal y estamos en un momento de gran depresi¨®n". Este profesional no oculta su preocupaci¨®n al a?adir que la situaci¨®n de saldo aparatoso en Francia agrav¨®, sin lugar a dudas, el mercado es pa?ol. Y se despide con sudores fr¨ªos: "Tenemos barcos desde los cuatro a los setenta millones de pesetas que no salen ni aun ha ciendo milagros".
El milagro podr¨ªa hacerlo Julio Iglesias en agosto y en su propio templo. Para lograr una movida promocional de la isla, varias fuerzas del turismo lo han llamado. Don Julio, que desea vivamente ser profeta en su tierra luego de su aclamaci¨®n universal, dijo que s¨ª. El primer recital, de los ocho anunciados en Espa?a, ser¨¢ ben¨¦fico. Por 12.000 pesetas butaca del Audit¨®rium de Palma, con asistencia de los Reyes, el divo de Begin the Beguine pregonar¨¢ esta plaza, su nombre, sus nombres famosos y miles de camas hoteleras. El mensaje ser¨¢ del tipo que los expertos califican de "boca-oreja" que es, despu¨¦s del boca-a-boca, el m¨¢s eficaz.
Agust¨ªn Pinillos, 46 a?os, hombre de confianza de Julio y agente del Club de Vacaciones, lleva el peso de las negociaciones de una gira que se inicia en la primera semana de agosto: "Me atrevo a calificar la visita de Julio como un acontecimiento equiparable a la llegada del Papa".
Sin af¨¢n de lucro
El cantante, que actuar¨¢ en estadios de f¨²tbol de Elche, Valencia, M¨¢laga, La Coru?a, Santander, Barcelona y Madrid, disfrutar¨¢ de alojamiento en "una mansi¨®n de la mejor zona en Mallorca que cuesta al Fomento del Turismo dos millones de pesetas (a 66.666 pesetas por noche)". Pero ?qu¨¦ son estas cifras comparadas con el efecto multiplicador de la publicidad de un ¨ªdolo?Ciento veinte japoneses seguidores perpetuos de Julio han reservado otras tantas habitaciones depositando fondos para asegurarse entradas de 3.500 pesetas en los ocho conciertos de su adorado cantante. Trat¨¢ndose de nipones algunos temen que m¨¢s que fans sean alumnos con aptitudes mim¨¦ticas que, en el futuro, desplacen al maestro. Poco importa. Jap¨®n hablar¨¢ de Mallorca, sus perlas, la sobrasada y la ensaimada, el programa Cien d¨ªas de yachting (sin repetir fondeadero) y la venta o alquiler de barcos con tripulaci¨®n inglesa.
Julio Iglesias va a cobrar trescientos millones de pesetas por los ocho conciertos, pero "los gastos fijos de la gira", a?ade Pinillos, "los sufraga ¨¦l mismo y superan los doscientos cincuenta millones de pesetas". Para ser claros: "El cantante, que desata el furor y el delirio de adolescentes y se?oras maduras por igual, viene a visitarnos sin af¨¢n de lucro...".
Esos gastos se repartir¨ªan del siguiente modo, a juzgar por el cerebro de la organizaci¨®n: la colocaci¨®n de andamiajes, confiada a la empresa Mundus, no baja de los siete millones de pesetas. Sin andamiaje no hay escenario. Se colocar¨¢n moquetas sobre el c¨¦sped de los campos de f¨²tbol, para que el arrastre orgi¨¢stico de las fans aposentadas en sillas de tijera no siegue, hasta la misma ra¨ªz, la yerba. Por las carreteras espa?olas circular¨¢n seis grandes camiones con un s¨¦quito art¨ªstico de 182 personas. De Estados Unidos trae Julio a cuarenta y dos ayudantes, sin contar guardaespaldas. La seguridad va a correr por cuenta del Ministerio del Interior. A los estadios de f¨²tbol hay que pagarles sesenta millones de pesetas, que paga Julio. Y todav¨ªa se discute qui¨¦n correr¨¢ con la factura del barco. En principio este barco podr¨ªa ser el Yasmine, cuyo propietario es un argelino (figura inscrito a nombre de la sociedad Osa Menor, con bandera paname?a), y el precio, a tenor de los metros, llegar¨ªa a cerca de un mill¨®n de pesetas diarios. El capit¨¢n es ingl¨¦s -se llama Brian- y se niega a facilitar informaci¨®n. De los siete tripulantes hay alguno argentino. Impresionante, hortera y a punto, el yate a motor con nombre arom¨¢tico para Iglesias fondea ahora en el muelle n¨²mero seis del Club de Mar. Pero en el ¨²ltimo momento bien podr¨ªan cambiar las previsiones: "Tal vez", a?ade Pinillos, "traigan uno mejor desde N¨¢poles". Lo que est¨¢ claro es que habr¨¢ cascar¨®n. Tan claro como la negativa del cantante a aceptar unjet para sus desplazamientos en la Pen¨ªnsula. Volar le asusta. Y hacerlo en p¨¢jaros de menor tama?o a¨²n le asusta m¨¢s.
Al alcalde socialista le enviaron el carn¨¦
En brazos y hasta en volandas lo llevar¨ªan algunos por estas playas en v¨ªas de descontaminaci¨®n y desnudismo. El pont¨ªfice mejor introducido en la jet-society internacional ver¨¢ editado un elep¨¦ bajo el t¨ªtulo Conciertos (grabaci¨®n en vivo) a los pocos d¨ªas de su actuaci¨®n. Los teleespectadores dispondr¨¢n de un programa en diferido del ¨²ltimo y apote¨®sico recital (Madrid), ya que Calvi?o orden¨® que hay que echar el resto y, as¨ª, Radiotelevisi¨®n Espa?ola promocionar¨¢, por su parte, la figura del residente en Miami.Tampoco faltar¨¢ revista a color (editar¨¢ Salvat) con tirada inicial de 200.000 ejemplares. Quienes no entren en el cupo del medio mill¨®n de espectadores directos, consolar¨¢n sus ansias frustradas sobre papel satinado. Camisetas, cazadoras y gafas de sol Julio van a ser lanzadas al mercado por el circuito de El Corte Ingl¨¦s.
Divisas y leyenda han favorecido, en los ¨²ltimos a?os, al puerto deportivo Ban¨²s, en Marbella. Mallorca quiere rejuvenecer y, sin perder su sello distintivo ni sus enclaves de ¨¦lite, aspira a los favores de ¨¢rabes que jam¨¢s se arruinan y traen dinero. ?Volver¨¢ por aqu¨ª el fabuloso Nabila de Kashoggi? ?Levantar¨¢ oleaje ese barco que trae helic¨®ptero, mueve un avi¨®n, emplea las 24 horas a dos taxistas, ocupa una planta del hotel Valpara¨ªso y organiza fiestas a las que se invita a la realeza, la nobleza y la riqueza para que laven sus manos en aseos con grifer¨ªa de oro?
El administrador del Club de Mar no oculta un hecho: "Vamos a menos", afirma Antonio Arrom, "y algo habr¨¢ que hacer porque con el precio actual del combustible vendemos justo la mitad que el a?o pasado, y cuando pasamos las facturas a los clientes no s¨®lo censuran cifras sino que cuesta cobrar a algunos de ellos..."
Por eso hace falta un milagro, aunque ya se sabe que un milagro s¨®lo es un parche provisional en cualquier situaci¨®n desastrosa o compronletida. Que Julio venga en agosto y nos cure de los males hasta septiembre.
?Y si, por lo que sea, no viene? Todo est¨¢ asegurado por la organizaci¨®n del Club de Vacaciones (el hombre de Spantax, Bay, tambi¨¦n fondea aqu¨ª), de manera que un fallo en la voz, una indisposici¨®n del cantante o un accidente meteorol¨®gico quedar¨ªan cubiertos. Y el milagro ser¨ªa pospuesto. Se han contratado fuertes indemnizaciones.
Usted pasea por estos muelles y la crisis se nota. El club suprimi¨® fiestas. El verano pasado s¨®lo se dieron tres, seg¨²n recuerda el administrador y una secretaria sueca que a¨²n recuerda menos. Austeridad y discreci¨®n. Al alcalde socialista le enviaron carn¨¦ de socio honorario. Tambi¨¦n al resto de las autoridades, excluyendo al se?or obispo. Pero ahora, cuando hacen falta preces, ?por qu¨¦ no atraer a la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica? ?No es autoridad?
Lo ¨²nico relevante en este n¨¢utico mundo se encuentra, hoy, en los astilleros. El millonario argentino Carlos Perdomo, 58 a?os, botar¨¢ en breve un barco en cuya campana, procedente de una vieja ermita, y dedicada por el Rey de Espa?a, se lee: "Deseando tengas siempre viento largo, mar calmo y estrella clara, Juan Carlos". La fecha es reciente: mayo del 83. Y cuando este yate se haga a la mar sonar¨¢ el aldabonazo.
Carlos Perdomo, quien como todos emplea a un capit¨¢n saj¨®n (John Bardon), lleva meses metido en los astilleros y s¨®lo rehusa dar cifras por "razones obvias". Su Jessica, la goleta m¨¢s grande construida en todo el mundo en los ¨²ltimos 30 a?os, lleva tres palos con vergas en el m¨¢stil de proa. El lujo es cl¨¢sico, o sea car¨ªsimo: cubierta de madera tra¨ªda de Burma (teca especial), 53 metros de eslora, 40 metros de m¨¢stil, 1.500 M2 de tela. Algo mayor que el c¨¦lebre Meteor IV, perteneciente al kaiser, con cabinas para alojar a doce cadetes en las competiciones de la Sail Training Association. Porque "cuando entremos en regata llevaremos cadetes de cualquier nacionalidad, adem¨¢s del mismo n¨²mero de personas a bordo", explica el ambicioso argentino.
Para este hombre, ex propietario del famoso barco Am¨¦rica (vendido a Ram¨®n Mendoza), de las cosas que flotan en el Club de Mar s¨®lo llama la atenci¨®n el barco del bar¨®n Bic (quien todo lo debe al bol¨ªgrafo), una goleta de otro propietario llamada Puritan y el yate del octogenario Miguel Sans. Que las cocineras que m¨¢s coticen, con tripulaci¨®n de la misma nacionalidad, sean las inglesas "es lo normal". "Son tripulaciones que saben lo que llevan entre manos y que, unidas a un barco desde su botadura, pasan por distintos propietarios como parte integrante de ¨¦l", conf¨ªa Perdomo.
El llanto persistente en Mallorca parte de la estrechez de su temporada tur¨ªstica. Ya no existen las largas vacaciones del pasado. Hay s¨®lo dos meses y medio de lleno total precedidos, y seguidos, de otros meses de vac¨ªo insufrible. ?No se podr¨ªa alargar el calendario del ocio n¨¢utico?
Unos cuantos famosos instalados brevemente en la isla no dan, desde luego, de comer a todos. Pero podr¨ªamos decir que el mundo pasa hoy de las celebridades. Lo que el mundo necesita son los medios de acceder al demonio y la carne. Es decir, dinero para tumbarse en estas sensuales playas, zambullirse en calas de agua fresca y limpia, saborear -y hasta comer- las carnes que nos ofrezcan.
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