La actuaci¨®n del cubano 'Machito' salva el Festival de Jazz de Vigo

La orquesta del cubano Frank Macho Grillo, m¨¢s conocido por Machito, salv¨® el tramo final del Festival de Jazz de Vigo con un memorable concierto de m¨²sica latina que levant¨® de sus asientos y oblig¨® a bailar a decenas de espectadores. Los calientes bambos del cubano hicieron olvidar la ristra de incidentes y desaguisados de un certamen en el que ha habido de todo: cambios de cartel y de escenario, lluvia, protestas ecologistas, vidrios rotos y hasta dos detenciones.

Las desventuras organizativas comenzaron ya con la agencia de publidad encargada por el Ayuntamiento de Vigo para confeccionar la propaganda del festival. Unas horas antes de que ¨¦ste diera comienzo el jueves no hab¨ªa ni un solo cartel anunciador y los programas estaban por hacer.Por otra parte, la respuesta de p¨²blico ha sido m¨¢s bien escasa, en comparaci¨®n, por ejemplo, Con la edici¨®n de hace dos a?os, en la que el Festival de Vigo, con un cartel en el que figuraban John Lewis, McCoy Tyner y Dexter Gordon, rivaliz¨® con otros festivales prestigiosos del Estado. En esta ocasi¨®n, el festival parti¨® con un presupuesto municipal de 3.700.000 pesetas, 600.000 m¨¢s que en la edici¨®n del a?o pasado, del que no ha llegado a cubrirse ni la cuarta parte por medio de la venta de entradas. La ausencia de publicidad, el mal tiempo y la falta de gancho de algunos de los participantes podr¨ªan ser las causas del fracaso.

Con todo, el jueves por la noche, primer d¨ªa del festival, varios miles de personas ocuparon las gradas libres del auditorio de Castrelos para presenciar las actuaciones del cuarteto Clunia y del tr¨ªo del trompetista Chet Baker. Clunia es uno de los pocos grupos de jazz estables de Galicia y ha sido seleccionado este a?o para participar en San Sebasti¨¢n. Cumpli¨® muy dignamente su papel de telonero, con composiciones propias y una destacable versi¨®n del All the things you are.

Chet Baker hab¨ªa extraviado su pasaporte por la ma?ana y ya no se recuper¨® de esta adversidad en todo el d¨ªa. En el escenario se mostr¨® con claros s¨ªntomas de compungimiento y larg¨® un concierto triste de trompeta, salpicado con un par de temas cantados, entre los que result¨® inolvidable un sketch imitando el sonido de su instrumento.

El segundo d¨ªa el festival se traslad¨® al pabell¨®n de deportes debido a la lluvia. Los aficionados que hab¨ªan presenciado gratis la primera sesi¨®n quisieron repetir en el recinto deportivo, y adem¨¢s exigieron que fuera cortada la iluminaci¨®n durante cinco minutos en solidaridad con el apag¨®n general convocado en Galicia para protestar por el vertido de residuos radiactivos en el Atl¨¢ntico. Nadie les hizo caso, y unos 200 j¨®venes zarandearon puertas y rompieron cristales. La polic¨ªa carg¨® contra ellos y detuvo a dos estudiantes, tal y como inform¨® este peri¨®dico en su edici¨®n de ayer.

En medio de toda esta bronca subi¨® al escenario el cuarteto Arenal, de Jorge Silvester, un paname?o afincado en Espa?a que toca el saxo alto, como quiere y que ha encontrado magn¨ªficas acompa?antes en Fernando Sobrino, Miguel ?ngel Chastang y Jos¨¦ Antonio Galicia, respectivamente piano, bajo y bater¨ªa.

Complet¨® la jornada la Timless All Stars, con Tete Montoliu en el piano, Billy Higgins en la bater¨ªa, Herbie Lev¨¢s en el bajo y dos novedades agradables: el saxo Jackie McLean y el vibrafonista Boby Hutcherson. Especialmente este ¨²ltimo acapar¨® los favores de la concurrencia.

La noche del s¨¢bado comenz¨® con buenas intenciones del sexteto de Dave Schnitter y Sal Nistico, pero con un sonido infernal, por supuesto no imputable a ellos sino a la deplorable sonoridad del recinto. Schnitter y Nistico pusieron mucho swing en sus saxos, y del feeling se encarg¨® la negrita Marthy Mabe. Su introducci¨®n vocal al Silence, de Charlie Haden, puso al p¨²blico la carne de gallina.

Pero lo mejor fue el fin de fiesta. El cubano Machito present¨® a su orquesta de 15 miembros -viento norteamericano, percusi¨®n y ritmo caribe?os-, se congratul¨® por estar en Vigo "porque de aqu¨ª eran mis abuelos" y prometi¨® sabor y salsa hasta las siete de la ma?ana. Al final no fue tanto, pero s¨ª suficiente. Durante dos horas, la Machito Big Band, en la que no faltaba la correspondiente cantante morenita, hizo olvidar los infortunios del festival.