Hoy se cumple el plazo dado por los secuestradores de Emanuela Orlandi
Hoy se cumple el plazo dado por los misteriosos secuestradores de Emanuela Orlandi para liberar al terrorista turco Al¨ª Agca, que atent¨® contra la vida del papa Juan Pablo II. Ayer una persona con voz joven y acento extranjero llam¨® a un tel¨¦fono especial del Vaticano, cuyo n¨²mero s¨®lo conoc¨ªan los secuestradores, para anunciar que cumplir¨ªan con su amenaza de asesinar a Emanuela si los principales peri¨®dicos italianos no publican hoy el texto ¨ªntegro sin comentarios del mensaje que estaba en la cinta magnetof¨®nica encontrada el domingo en las escaleras del Palacio del Quirinal.Esa cinta, en la cual la joven vaticana de 15 a?os gritaba aterrorizado bajo el dolor, ped¨ªa ayuda a Dios y hablaba de sangre, conmovi¨® al Papa, a pesar de que pudiera tratarse de un montaje.
Y Ie conmovi¨® hasta el punto de aceptar que el secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, permaneciera sentado durante una hora en la ma?ana de ayer junto al tel¨¦fono especial, para abrir una negociaci¨®n que parec¨ªa imposible, como la de liberar a Al¨ª Agca. Pero acabado el tiempo dado por el Vaticano y no habiendo sido utilizada la l¨ªnea solicitada por los an¨®nimos interlocutores, el Vaticano emiti¨® un comunicado en el que se afirmaba que los secuestradores de Emanuela no se hab¨ªan presentado a la cita.
Lo hicieron a la siete de la tarde, cuando Casaroli no estaba ya esperando y hab¨ªa quedado conectado un contestador autom¨¢tico.
A las 9.30 horas el vicedirector de la sala de Prensa vaticana, Pierfranco Pastore, hab¨ªa le¨ªdo a los periodistas un comunicado en el que se anticipaba que, si bien el Papa hab¨ªa perdonado al terrorista turco, llam¨¢ndole hermano, "el se?or Al¨ª Agca", como lo llama el com¨²nicado vaticano, est¨¢ hoy condenado por un tribunal italiano, ante el que no tiene poder alguno la Santa Sede. M¨¢s a¨²n, a?ade el comunicado; el propio Agca ha anunciado que no desea ser liberado.
Los servicios de contraespionaje italiano se mantienen en estrecho contacto con las autoridades vaticanas, mientras cunde el desconcierto en los medios policiales. Todo comenz¨® el 22 de junio, cuando la joven Emanuela Orlandi desapareci¨® despu¨¦s de la clase de m¨²sica en un instituto de religiosas.
Horas antes hab¨ªa llamado a su casa para decir que un se?or le hab¨ªa propuesto un trabajo.
Desde el 5 de julio, fecha de la primera llamada telef¨®nica de los presuntos secuestradores, hasta ayer, 19 de julio y v¨ªspera de la fecha del ultim¨¢tum, los carceleros de Emanuela han llamado exactamente 12 veces por tel¨¦fono. La cuarta llamada tuvo lugar el 8 de julio, a una amiga de Emanuela, llamada Laura; en ella se habla de la ciudad de la Rep¨²blica Democr¨¢fica Alemana donde podr¨ªa refugiarse Al¨ª Agca tras ser liberado. Se trataba de Brandeburgo. El 14 de julio tiene lugar la llamada m¨¢s misteriosa: a la madre de otra amiga del Emanuela, anunciando un paquete de documentos dejado en la plaza de San Pedro, que nunca se encontr¨®.
El d¨ªa 17, dos nuevas llamadas, a Il Messagero y a la agencia Ansa, anunciando la cinta magnetof¨®nica con los gritos angustiados de la joven.
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