Walesa es un estorbo para la jerarqu¨ªa cat¨®lica en su entendimiento con el r¨¦gimen de Varsovia
El encuentro entre el Papa y Lech Walesa durante el viaje de Juan Pablo II a Polonia el pasado 23 de junio dur¨® menos de 20 minutos, y el Papa evit¨® responder a las cuestiones pol¨ªticas que plante¨® el l¨ªder del sindicato prohibido Solidaridad. Informaciones recogidas de fuentes del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista) pr¨®ximas al primado de Polonia, cardenal Jozef Glemp, y al propio Walesa confirman la impresi¨®n de que para la jerarqu¨ªa cat¨®lica el l¨ªder sindical es actualmente un estorbo en la pol¨ªtica de entendimiento con el r¨¦gimen.
La entrevista entre el Papa y Walesa tuvo lugar en los montes Tatra, durante la excursi¨®n realizada por el Papa el ¨²ltimo d¨ªa de su visita a Polonia. El lugar escogido fue el valle de Chocholowska, en las proximidades de Zacopane, uno de los lugares tur¨ªsticos m¨¢s visitados de Polonia.Adem¨¢s de Walesa, su esposa y cuatro de sus hijos, estuvieron presentes en la conversaci¨®n, junto al primado Glemp y, a una distancia discreta, desde la que pudo observar y escuchar, el general Straszewski, uno de los viceministros del Interior, que estuvo encargado de la seguridad durante la visita del Papa.
El informe de Straszewski a sus superiores circul¨® por bastantes dependencias oficiales en Varsovia, lo que parece mostrar un inter¨¦s de las autoridades en dejar filtrar la informaci¨®n. Seg¨²n el informe, el encuentro dur¨® de 13 a 15 minutos. Tras el intercambio de saludos y buenos deseos, Walesa tom¨® la palabra y se quej¨® del destino del sindicato independiente Solidaridad y de las represiones que sufren los sindicalistas. El Papa no respondi¨® a las palabras de Walesa y se limit¨® a acariciar a sus hijos y bendecirlos. Despu¨¦s, Wojtyla respondi¨® a Walesa, pero sin tocar el tema planteado. Todo transcurri¨® en un ambiente amistoso y tranquilo. Una comida en com¨²n, que estaba prevista en un lugar cercano, no lleg¨® a celebrarse. El Papa dijo que estaba cansado y deseaba ver las monta?as. Wojtyla pase¨® unos escasos metros con Walesa y subi¨® al helic¨®ptero. Walesa qued¨® solo con su familia, y las autoridades se hicieron cargo de ellos para devolverles a Gdansk. Glemp habl¨¦ del encuentro con sus asesores s¨®lo de pasada y le quit¨® importancia.
El trato que le dio el Papa desconcert¨® a Walesa, que se mostr¨® ante sus amigos en Gdansk desilusionado. Walesa se neg¨® a declarar nada a los periodistas sobre la entrevista con Juan Pablo II, "sencillamente porque no ten¨ªa nada que decir", comenta un intelectual de la oposici¨®n en Varsovia".
Amigos de Walesa describieron su estado de ¨¢nimo tras el encuentro con el Papa como "desencantado. Estaba triste y hasta amargado, porque esperaba m¨¢s de la entrevista".
Estas versiones sobre la entrevista del Papa con Walesa coinciden con la actitud mantenida por el Vaticano, expresada de forma escandalosa en el art¨ªculo del padre Virgilio Levi, subdirector del peri¨®dico oficioso del Vaticano L'Osservatore Romano. A pesar de la destituci¨®n fulminante de Levi, todos coinciden en afirmar que el art¨ªculo, que sosten¨ªa la tesis del final de Walesa, no fue resultado de una actuaci¨®n solitaria del periodista, sino que respond¨ªa a la l¨ªnea del pensamiento de la jerarqu¨ªa, pero la forma de exposici¨®n y el momento resultaron excesivamente dr¨¢sticos.
Mientras Walesa era trasladado el 23 de junio a los montes, para encontrarse con el Papa, Wojtyla se desped¨ªa de los fieles de Cracovia a la puerta del palacio episcopal de la ciudad. Desde m¨¢s de una hora antes de la despedida estaba all¨ª el p¨¢rroco de la iglesia de Santa Br¨ªgida, de Gdansk, Henryk Jankowski, que es una especie de padre espiritual de Walesa. Jankowski se paseaba nervioso de un lado a otro. Al corresponsal de EL PAIS le coment¨® entonces el sacerdote que la forma de celebrarse el encuentro era muy negativa "para Lech".
"Negativo para Lech"
En el momento de despedirse del Papa y dar la bendici¨®n, Jankowski se mantuvo en pie y con cara de pocos amigos, como si presintiese que Walesa hab¨ªa sido sacrificado a los intereses de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica y las autoridades polacas.El inter¨¦s del Vaticano en reducir a un m¨ªnimo el efecto propagand¨ªstico del encuentro del Papa con Walesa se advierte tambi¨¦n en el hecho de que no se haya publicado la fotograria del mismo, que fue tomada por el fot¨®grafo de la Santa Sede. A pesar de que parece que las ofertas por la foto llegaron a los 100.000 d¨®lares (casi 15 millones de pesetas), la fotograf¨ªa no fue divulgada, para no dar mayor importancia a la entrevista.
Esta actitud del Vaticano coincide con la l¨ªnea de compromiso con el r¨¦gimen que intenta seguir el primado Glemp, que parece obsesionado por el peso de la geopol¨ªtica y teme que Polonia se convierta en una carta en manos de las superpotencias. Un viejo intelectual muy pr¨®ximo a Glemp coment¨® hace unos meses al corresponsal de EL PAIS en Varsovia que "lo mejor que pod¨ªa hacer Walesa ser¨ªa trabajar y callarse por alg¨²n tiempo". A la pregunta de si ese tiempo ser¨ªan unos meses, el intelectual cat¨®lico replic¨® con una sonrisa: "No, no. Unos a?os".
En esta t¨¢ctica de entendimiento entre la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica y las autoridades, Walesa resulta un obst¨¢culo por su intransigencia al defender su protagonismo pol¨ªtico y los intereses del sindicato prohibido.
Las autoridades polacas est¨¢n dispuestas a compensar el apoyo de la Iglesia. El portavoz del Gobierno, Jerzy Urban, reconoci¨® la noche del mi¨¦rcoles pasado que se hab¨ªa recibido una carta del episcopado con varias peticiones sobre las reformas legales que acompa?aron el levantamiento de la ley marcial. Esta carta motiv¨® que varias reformas endurecedoras fueran retiradas, por ejemplo la posibilidad de que los j¨®venes polacos fuesen obligados a realizar el servicio militar en las filas de la polic¨ªa.
Urban dijo que las autoridades est¨¢n dispuestas a tener en cuenta la opini¨®n de la Iglesia cat¨®lica, aunque no piensan divulgarlo y hacer de ello tema de comentario en la Prensa occidental.
Dentro de este idilio Iglesia-Estado llam¨® la atenci¨®n un largo art¨ªculo del director del diario Zycie Warszawy (Vida de Varsovia), Zdzislaw Morawski, titulado "La mafia polaca". En el art¨ªculo, Morawski, que fue mucho tiempo corresponsal en Roma, sale en defensa del Papa frente a la Prensa occidental. Morawski, director del diario m¨¢s popular de Polonia, arremete contra los comentarios de la Prensa norteamericana y francesa que hablaron de "una mafia polaca en el Vaticano".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.