Ahora que ya todo es alegr¨ªa
Mi querido Charlie:S¨ª, ya s¨¦ que no est¨¢s aqu¨ª, como hace poco; por eso te escribo. Acaban de decirme que una vez m¨¢s, viajero secular desde muy ni?o, has partido. Pero yo s¨¦ d¨®nde te encuentras y te env¨ªo esta carta apresurada con la que espero que un locutor alado, perd¨®name, interrumpa tu deb¨², el m¨¢s glorioso, y la lea en esa gala eterna que acabas de empezar.
Te pido no llores como hac¨ªas en las pistas de la tierra. Ahora ya todo es alegr¨ªa. Todo es nuevo, diferente: tu peluca, tu nariz, tu guitarra, tu silla; la carpa es inmensa, azul. Tambi¨¦n es nueva tu sonrisa; no se romper¨¢ aunque yo te recuerde cosas que sin duda habr¨¢n de emocionarte.
El circo est¨¢ repleto. Puedo ver, a esta distancia, en la tribuna de honor, a Popey, Eduardin¨ª, Grok, Pompof y Teddy, Chaplin, Arturito, Ramper; tambi¨¦n a Lolo Tonetti y otros muchos, de nombres no escritos en la historia, sembradores, como t¨², de candores y sonrisas, incansables. Aqu¨ª abajo, ?recuerdas?, te dec¨ªa muchas veces que cuando la m¨²sica se hace silencio y las luces se apagan, mientras que retornas lentamente al camerino, se oye el aplauso de Dios. Hoy Dios est¨¢ presente: t¨² lo est¨¢s viendo cara a cara, y su aplauso eterno es tu mejor homenaje, es la sublimaci¨®n del homenaje.
Acr¨®bata fornido
Si¨¦ntate un momento en la silla de colores y deja que esta carta sirva de presentaci¨®n... Todos te conocen bien, pero...
Cuando te conoc¨ª, yo muy ni?o, yo espectador asiduo de todos los circos, eras acr¨®bata fornido y excepcional de la ya entonces famosa familia Andreu. Cascador, trapecista, despu¨¦s payaso estelar de los Hermanos Rivel. Luego caminaste solo y tu nombre se hizo gigante; te acompa?aba un partenaire: pude conocer al mejor de todos, al m¨¢s brillante y tierno, tu hijo Juanito... Hoy llora sin consuelo a su camarada, a su estrella.
Nos encontramos en nuestros viajes por el mundo: Dinamarca, Noruega, Suecia, Am¨¦rica, etc¨¦tera. Te aplaud¨ªan. Y en Alemania camin¨¦ por calles que llevan tu nombre, estuve en jardines con estatuas tuyas. Mientras tanto, en nuestra Espa?a permanec¨ªas traspapelado en los archivos de los devotos del circo.
La sencillez de lo dif¨ªcil
?F¨ªjate! S¨®lo han pasado unos meses desde la tarde en que llegu¨¦ a tu carromato en tu entra?able Cubelles, ahora casa estable, museo de tus grandezas por la magia del circo, plena de medallas, condecoraciones, trofeos; los aplausos del continuado enhebrar las pistas del mundo est¨¢n all¨ª representados en cientos de fotografias de personajes que te rodean y a los que t¨² hab¨ªas hecho volver, quiz¨¢ por primera vez, a sentirse ni?os al aire de tu arte incre¨ªble.
Fue una conversaci¨®n ¨ªntima, callada; entonces naci¨® la idea de fundirte con Los Muchachos, en su Historia del Circo, estas pasadas Navidades, en el Poliedro Bemposta de Madrid. Contigo, as¨ª, funci¨®n a funci¨®n, aprendimos circo, bienhacer, vocaci¨®n, hombr¨ªa de bien, la sencillez de lo dificil...
Vuelve a recordar, Charlie: con la voz de Mar¨ªa Cinz¨¢no (?qu¨¦ magn¨ªfica primadonna hac¨ªas en esta parodia!) me dec¨ªas: "En Madrid me quieren todos. Hace 20 a?os que no trabajo all¨ª y todos vendr¨¢n a verme". Pero no vinieron todos. Triste. Muchos no tuvieron tiempo, quiz¨¢; con otros se hab¨ªa cometido la terrible injusticia cultural de no explicarles qui¨¦n eras, lo que eras y lo que hac¨ªas. Hoy lo lamentan y se disculpan diciendo que un d¨ªa te vieron en la tele. Pero muchos, puede que algunos s¨®lo, tuvieron la alegr¨ªa del reencuentro, al estrenar otra vez para ellos tus inefables parodias. As¨ª, a lo largo de dos meses, el locutor de Los Muchachos (tu ¨²ltimo presentador aqu¨ª en la tierra, nos queda ese honor) dec¨ªa:
"Entonces, Los Muchachos, en el libro de la historia en que segu¨ªan leyendo, encontraron el m¨¢s bello invento del circo espaflol... Este invento, como de costumbre, hab¨ªa sido patentado y explotado en el extranjero... Su aliento de la antigua Iberia se conservaba intacto sin embargo...".
El caso es que acudieron al cuartel de invierno de este viejo le¨®n de carpa, de garras todav¨ªa hermosas, y rescataron para nosotros la historia viva del mayor espect¨¢culo del mundo, en donde se fund¨ªan los circos del pasado, del presente y del futuro.
?Se?ores!
?Se?oras!
?Ni?os!
?Charlie Riveeeeeeeel!
Adi¨®s, Charlie, hermano. ?Ah!, y no te olvides de guardarme un puesto en tu circo nuevo...
El
Babelia
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