Rescate de cerebros
En relaci¨®n con la noticia dada por EL PAIS el d¨ªa 25 de julio, en la secci¨®n de Educaci¨®n, con el encabezamiento El Ministerio prepara un plan de rescate de 'cerebros, investigadores y docentes espa?oles en el extranjero, me gustar¨ªa hacer los siguientes comentarios:Todos los ministros de Educaci¨®n manifiestan prop¨®sito similar en una o varias ocasiones a lo largo de su gesti¨®n, y parece como si fuera el mea culpa de un pecado nacional cuya responsabilidad debe recaer l¨®gicamente en los ¨²nicos culpables.
Dichos prop¨®sitos se quedan en eso, en prop¨®sitos. Un proyecto serio para llevarlos a cabo se ve que tropieza con m¨¢s inconvenientes de lo que a primera vista parece. No es s¨®lo cuesti¨®n de buscar a
Pasa a la p¨¢gina 12
Viene de la p¨¢gina 11
estos cerebros un puesto universitario o un laboratorio o gabinete donde realizar su funci¨®n. Hay que dar un contenido m¨¢s profundo a esa repatriaci¨®n, y ello lleva consigo una serie de problemas que van a quedar expuestos, pero sin desmenuzar, porque ello nos llevar¨ªa mucho espacio en los puntos siguientes.
La buena ense?anza y la investigaci¨®n (ni siquiera digo buena) precisan de recursos econ¨®micos y de tradici¨®n, y en nuestro pa¨ªs, desgraciadamente, tengo la impresi¨®n (por supuesto, muy personal) de que ofrecemos de ambas cosas. No hay que olvidar que aqu¨ª los puestos universitarios son vitalicios y no se llega a ellos por trayectoria, sino por comportamiento. Y adem¨¢s, ello es as¨ª cuando hay oposiciones (m¨¦todo desastroso tal y como se hace en Espa?a), ya que cuando se trata de encargados, la cosa tampoco mejora, puesto que el dedo suele se?alar, en un alto porcentaje de casos, al amigo de turno o al incompetente que ni siquiera tiene que demostrar en p¨²blico que lo es.
Cualquiera que conozca el trabajo cient¨ªfico (docente e investigador) en los pa¨ªses del extranjero adonde podemos salir a aprender (EE UU, Reino Unido, Alemania, Francia) sabe que all¨ª lo que se valora es su rendimiento y, aunque zancadillas las hay en todas partes, cuando uno est¨¢ en su carril, el puesto que obtenga va a depender casi exclusivamente de ¨¦l. El pa¨ªs saca el m¨¢ximo rendimiento de los cient¨ªficos, y ¨¦stos consiguen sus fines fundamentales, que son el crear, el que se les reconozcan sus m¨¦ritos al nivel alcanzado y el vivir dignamente de ese esfuerzo. En Espa?a uno pone en duda el que interese sacar rendimiento de los cient¨ªficos, porque, de existir alg¨²n inter¨¦s, se incentivar¨ªa la producci¨®n de alguna forma. Es obvio que el aut¨¦ntico cient¨ªfico est¨¢ muy mal tratado aqu¨ª por la Administraci¨®n ( ... )
Cualquiera que tenga los pies sobre la tierra sabe que Espa?a (ministro de Ense?anza incluido) apenas puede ofrecer nada que no sea inseguridad (pan para hoy y hambre para ma?ana) y, por supuesto, nada que pueda competir con lo que existe fuera, que es sistem¨¢tica, coherencia, costumbre de hacer bien las cosas, ganas de que rindas (no lo contrario, como ocurre aqu¨ª), continuidad en las cosas, y por ello no est¨¢s expuesto a que un cambio de ministro, o de director general, o de rector te deje colgado y sin nadie a quien acudir en demanda de ayuda y de justicia. Aqu¨ª hay que entender perfectamente la actitud de los que no volvieron a pesar de las promesas que se les hac¨ªan (conoc¨ªan muy bien a su pa¨ªs de origen) y la de los que una vez vueltos (en su mejor intenci¨®n pensaron que esto hab¨ªa cambiado, y eso no ocurre aqu¨ª tan f¨¢cilmente) sintieron la frustraci¨®n de la que hablaba anteriormente y se espabilaron para aventarse hacia los lugares de donde proced¨ªan, antes de quedar
Pasa a la p¨¢gina 13
Viene de la p¨¢gina 12
aqu¨ª definitivamente oxidados
No me parece serio considerar cerebro a recuperar referido a quien lleva dos o tres a?os de profesi¨®n y de preparaci¨®n o perfeccionamiento fuera del pa¨ªs, salvo en muy contadas excepciones. Eso s¨ª, estos cient¨ªficos tienen que salir de aqu¨ª orientados y dirigidos hacia t¨¦cnicas muy especiales y respaldados por un puesto aqu¨ª que haga necesaria su vuelta. Este tipo de salidas debe fomentarse y hay que enviar fuera a la gente aut¨¦nticamente capacitada y responsable En ese sentido no ser¨ªa una repesca, sino un proceso natural de vuelta del viaje. Por ah¨ª podr¨ªa venir una de las corrientes de innovaci¨®n m¨¢s vigorosas de las que precisa nuestra actividad cient¨ªfica.
No ser¨ªa justa ni legal la importaci¨®n de los docentes e investigadores que se encuentran fuera sin confrontaci¨®n de sus m¨¦ritos con los de las personas que se quedaron en el pa¨ªs o que llevan alg¨²n tiempo aqu¨ª, que, siguiendo una trayectoria seria, demostraron sus m¨¦ritos de forma objetiva y, por tanto, se pueden juzgar sin arbitrariedad, a los que tampoco se les dio su oportunidad (que los hay y no son tan escasos como se piensa) y que tienen un reconocimiento nacional e incluso internacional (...).
En la ciencia, como en la pol¨ªtica, las revoluciones se hacen desde dentro. Que nadie se olvide de que el cambio (?) que pueda existir aqu¨ª -y actualmente lo veo posible casi exclusivamente a nivel de docencia, ya que lo que se puede hacer en investigaci¨®n es mucho menos- lo tienen que realizar los que est¨¢n en el propio pa¨ªs. El hueso no es nada f¨¢cil de roer porque hay demasiadas malas costumbres acumuladas, un fuerte grupo de presi¨®n y poco que ofrecer. No hay competitividad ni incentivos. La fe dicen que mueve monta?as, pero a estas alturas est¨¢ en poca gente. Hay que confiar menos en las intenciones y m¨¢s en la competitividad, el incentivo (no s¨®lo en el econ¨®mico, sino tambi¨¦n en el acad¨¦mico, oportunidad de becas para el servicio o departamento, etc¨¦tera) y, por tanto, en la justicia. Mi modesta opini¨®n es que actualmente no puede presumir la Universidad espa?ola de ninguna de estas tres cualidades.
En fin, siento mucho el haberme extendido tanto, y aunque el tema precisar¨ªa ser abordado bajo diferentes puntos de vista en EL PAIS, yo he intentado resumirlo cuanto me ha sido posible, tocando los puntos fundamentales. A modo de corolario-resumen quiero subrayar que es importante recuperar los cient¨ªficos que han salido y hay que hacerlo siempre que sea posible y previa informaci¨®n clara y realista de lo que van a tener aqu¨ª. Adem¨¢s, tienen que entrar por la puerta de la confrontaci¨®n de m¨¦ritos (creo que casi siempre llevar¨¢n las de ganar) para que no tengan que estar supeditados a cambios de personas o de ideas y para no crear posiciones en contra entre los profesionales que est¨¢n
Pasa a la p¨¢gina 14
Viene de la p¨¢gina 13
dentro del pa¨ªs. Como final a mi comentario he de recalcar que lo que verdaderamente puede cambiar el campo cient¨ªfico espa?ol no es el cambio de personas, que es imposible, sino el de la filosof¨ªa, y ello s¨®lo puede hacerlo la Administraci¨®n, aunque, eso s¨ª, dando de todo, palo y zanahoria o viceversa, pero con justicia una u otra cosa. / Jefe del Servicio de Neurolog¨ªa Infantil. Ciudad Sanitaria de la Seguridad Social La Paz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.