Siria, dispuesta a discutir con el enviado de Reagan la retirada de sus tropas de L¨ªbano

El nuevo enviado especial del presidente norteamericado a Oriente Pr¨®ximo, Robert McFarlane, lleg¨® en la tarde de ayer a Beirut, al mismo tiempo que el Gobierno de Sir¨ªa ha declarado estar dispuesto a discutir con ¨¦l una retirada militar de L¨ªbano posterior a la evacuaci¨®n israel¨ª.McFarlane, que ha sucedido en el cargo a Philip Habib, tiene por misi¨®n asegurar que el redespliegue israel¨ª en el sur de L¨ªbano permita a las autoridades libanesas controlar los territorios evacuados por Israel e intentar convencer a los sirios de que acepten la retirada de los 40.000 soldados que actualmente se encuentran en el centro y sur de L¨ªbano.

La mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n israel¨ªes mostraban ayer un marcado optimismo ante la posibilidad de encontrar una soluci¨®n al problema liban¨¦s, aunque -seg¨²n se?ala el diario de la oposici¨®n laborista, Al Hamismar-, "la guerra de L¨ªbano es el Vietnam del actual Gobierno de Jerusal¨¦n". El diario Jerusalen Post se?alaba que "Israel se inclina a aceptar la retirada siria, siguiendo la de las tropas hebreas, tan pronto como se defina un calendario para ambos ej¨¦rcitos".

De todas formas, Israel no aceptar¨¢ retirarse de L¨ªbano antes que las tropas sirias y las de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) lo hagan previamente, seg¨²n manifestaron ayer varios ministros israel¨ªes al t¨¦rmino de la reuni¨®n del Consejo.

El titular de la cartera de Exteriores, Yitzhak Shamir, inform¨® al Gobierno israel¨ª de las conversaciones, "muy positivas y amistosas", que mantuvo la semana pasada con el Gobierno norteamericano, en compa?¨ªa del ministro de Defensa, Moshe Arens.

Una fuente pr¨®xima al Ministerio de Defensa israel¨ª se?al¨® ayer, sin embargo, qu¨¦ Caspar Weinberger, secretario de Estado norteamericano para la Defensa, se opuso categ¨®ricamente a la petici¨®n formulada por Arens para que EE UU coopere en la construcci¨®n del avi¨®n de combate Lavi. Seg¨²n esta fuente, Weinberger declar¨® que Israel, al contar con los aparatos m¨¢s perfeccionados de la industria norteamericana, no necesita un avi¨®n construido por sus propios medios y que, por tanto, EE UU no puede cooperar en la fabricaci¨®n de aparatos que puedan ser competitivos con los norteamericanos.