La costa d¨¢lmata de Yugoslavia, azotada por una ola de incendios forestales
, Hidroaviones especiales contra incendios, bomberos y grupos de voluntarios formados, a veces, por los propios turistas y lugare?os est¨¢n logrando controlar la may, ola de incendios registrados has la fecha, desde Italia hasta Albnia, a todo lo largo de la costa Da mata yugoslava. Seis muertos, tro de ellos turistas h¨²ngaros, y mil de millones de pesetas es el tr¨¢gico balance.
Vientos saharianos soplan norte y al sur de Dubrovnik, atizando descuidos y casualidades. Un rayo fue la causa del incendio de la isla de Korchula, cuna de Marco Polo. Un almuerzo de mejillones asados produjo el de Siubenik. Hasta el amor arruin¨® a lo olivareros de los alrededores d Split, donde el emperador Diocleciano pas¨¦ sus ¨²ltimos d¨ªas. Un joven deprimido por el desamor lo hab¨ªa hecho por escrito a su ex novia esta dram¨¢tica promesa: "Si no vuelves, quemar¨¦ nuestro bos, que". Y el bosque por donde sal¨ªan a pasear ardi¨®.
El incendio que cerc¨® a Dubrovnik, capital del turismo yugoslavo, fue causado porBosko Djukic, padre de dos criaturas que resultaron alcanzadas por al alcohol en llamas del infiernillo en el que su padre recalentaba el desayuno.
Tras envolverlos en mantas, los llev¨® sin tiempo para reflexiones a la cl¨ªnica m¨¢s pr¨®xima, mientras que el fuego del desparramado combustible se extend¨ªa por un frente de 30 kil¨®metros.
Los mandos de la defensa civil yugoslava est¨¢n m¨¢s satisfechos con el denuedo, heroico a veces, de la poblaci¨®n, que con la eficiencia del centro coordinador, situado en Zagreb. Desde que se- le comunic¨® a la capital croata el incendio de la isla de Hvar, hasta que los hidroaviones soltaron su carga de agua sobre las brasas de pino y olivo, transcurrieron cinco horas de tr¨¢mites. Entretanto, dos lugare?os hab¨ªan muerto rodeados por las llamas que no consiguieron apagar.
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