Los medicamentos esenciales

En febrero de 1983 en las p¨¢ginas de EL PAIS, el ministro de Sanidad, Ernest Lluch, dec¨ªa que las finanzas del Insalud son poco claras. Y un mes despu¨¦s reconoc¨ªa que ni se conoce el n¨²mero de funcionarios de ese instituto. "Aunque tengo muchos m¨¢s a?os de rodaje en esa casa que el ministro", dice el autor, "no he podido saber nunca el presupuesto que de verdad se gasta en medicamentos. Es imposible, ya que siempre se presupuestan unas cifras, se conceden otras, aparecen cr¨¦ditos extraordinarios (que ya son ordinarios), se suman a los de otros a?os y al final es tal el desbarajuste de cifras que nadie sabe lo que en realidad se gast¨®.En principio se presupuestaron para farmacia, en 1981, 116.161 millones de. pesetas; para 1982, 136.813 millones, y para 1983, 155.863 millones. Aunque todos los datos coinciden que en 1982 se pas¨® de los 1.50.000 millones. Sea la cifra que sea, la triste realidad es" que se gasta el 23% o 24% del presupuesto del Insalud en medicamentos. Cifra totalmente delirante, ya que EE UU s¨®lo gasta el 8% y est¨¢n asustados. Tan asustados de que el 10% de todos los ingresos hospitalarios sean por enfermedades yatrog¨¦nicas (las producidas por los medicamentos), que han desarrollado una campa?a para bajar al 4% del presupuesto el consumo de medicamentos. Aqu¨ª se consumen seis veces m¨¢s que lo considerado ideal y todo el mundo se queda tan tranquilo.

0 lo ¨²nico que se le ocurre al Ministerio es una delirante idea de limitar las recetas a todos los m¨¦dicos. 0 sea, pasar por el mismo rasero a los m¨¦dicos dignos (la mayor¨ªa) que a los tarugueros, a los pringados por los negocios sucios de cierta industria farmac¨¦utica. Y eso, a pesar de conocerse por los listados de inform¨¢tica que el 40% del gasto farmac¨¦utico lo hacen los 2.500 m¨¦dicos sucios, cuyos nombres son perfectamente tabulados. ?Genial comportamiento! Se presupone que todos son delincuentes y luego ya se encargar¨¢ cada uno de demostrar su inocencia. Igualico, igualico que en tiempos del abuelico. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud realiz¨® una lista de los medicamentos esenciales o medicamentos m¨¢s que suficientes para mantener el actual nivel sanitario de la humanidad, e incluso aumentarlo, ya que desaparecer¨ªan las enfermedades yatrog¨¦nicas, la mala praxis y dem¨¢s patolog¨ªa debida a estas sustancias. Se realiz¨® esta lista en 1977, y el oportuno engrasamiento impidi¨® que se conociese en Espa?a que con 210 medicamentos era m¨¢s que suficiente. Al se?or Reol Tejada, director general de Farmacia, se le han agradecido los servicios prestados nombr¨¢ndolo asesor de Farmaindustria, la patronal de la industria farmac¨¦utica. Menos de 50 medicamentos Romp¨ª la placidez del. negocio publicando el libro Medicamentos esenciales, en el que desarrollaba los datos farmacol¨®gicos de esos escasos medicamentos. Lista que en Espa?a es todav¨ªa m¨¢s reducida, ya que aqu¨ª no tenemos enfermedades tropicales. En la pr¨¢ctica normal, sin los de las enfermedades tropicales y sin los anest¨¦sicos, un m¨¦dico sensato s¨®lo precisa escasos 40 o 50 medicamentos. La Administraci¨®n lo celebr¨® abri¨¦ndome de una tacada cuatro expedientes disciplinarios, uno de ellos, promovido por el siguiente director general de Farmacia, se?or Gonz¨¢lez Oti. Expedientes que fueron sobrese¨ªdos por il¨®gicos. La impenetrabilidad mental del Ministerio, casi oriental, ha impedido que se enteren que con 250 medicamentos como m¨¢ximo, y siempre que sean los mejores del mundo, tendr¨ªamos m¨¢s que suficiente. Parecer¨ªa extra?a esta actitud, pero no lo es cuando te enteras que el actual director general de Farmacia, se?or F¨¦lix Lobo, conoce que en las actas del Congreso de EE UU constan los laboratorios norteamericanos que sobornan a funcionarios del Ministerio de Sanidad espa?ol para autorizar registros de medicamentos in¨²tiles a precios delirantes. Y a pesar de conocerlo, ni pide las actas, ni act¨²a sobre esos laboratorios, ni procesa a esos funcionarios. Imperturbabilidad oriental, sin duda. ?Tiene esto soluci¨®n? Ninguna. Espa?a paga todos los a?os a la OMS siete millones medio de d¨®lares por su asesoramiento y consejos (unos 1.000 millones de pesetas) para nada. Conoce lo que hay que hacer para mejorar la salud y no hace nada. Conoce c¨®mo evitar las enfermedades yatrog¨¦nicas y ni pesta?ea. Dejando aparte que con unos 40.000 millones de pesetas es m¨¢s que suficiente para cubrir nuestras necesidades de medicamentos. El que se puedan ahorrar m¨¢s de 100.000 millones al a?o en esta partida no importa lo m¨¢s m¨ªnimo. Tambi¨¦n es cierto que no importan lo otros 100.000 millones al a?o que se podr¨ªan ahorrar empleando bien las camas de la Seguridad Social en vez de mandar a los enfermos a las cl¨ªnicas privadas. Sobra el dinero. Sobra todo cuando va a los bolsillos de los 300 propietarios de laboratorios y a los bolsillos de los 1.500 propietarios de cl¨ªnicas. Ellos son antes que los 2.500.000 parados. Mario Alfonso Sanju¨¢n es profesor adjunto de Farmacolog¨ªa.