Espanto de la censura
Viridiana.Director: Luis Bu?uel. Gui¨®n: L. Bu?uel y Julio Alejandro. Producci¨®n:
Gustavo Alatriste (M¨¦xico) y Uninci Films 59 (Madrid). M¨²sica: Haendel.
Fotograf¨ªa: Jos¨¦ A. Aguayo. Int¨¦rpretes: Silvia Pinal, Fernando Rey,
Francisco Rabal, Margarita Lozano, Jos¨¦ Calvo, Joaqu¨ªn Roa, Lola Gaos,
Maruja Isbert, Luis Heredia. Drama. Hispano-mexicana, 1961.
Local de reposici¨®n: Cine Urquijo.
Madrid.
No pudo imaginar Luis Bu?uel que se armar¨ªa tal revuelo con Viridiana, la primera pel¨ªcula la que rodaba en Espa?a tras la guerra civil y la primera tambi¨¦n que, representando a nuestro pa¨ªs, obtuvo la Palma de Oro del festival de Cannes en 1961. Antes incluso de rodarla, cuando decidi¨® aceptar la oferta del productor mexicano Gustavo Alatriste y de la empresa espa?ola Uninci, que regentaba Juan Antonio Bardem, tuvo que sufrir las iras de sus compa?eros de exilio, que, desde M¨¦xico, le formularon acusaciones de traici¨®n por rodar en Espa?a.
Luis Bu?uel se qued¨® luego sorprendido cuando la censura espa?ola alter¨® el final del gui¨®n, impidiendo que la ex novicia Viridiana llamara a la puerta de la habitaci¨®n ¨ªntima de su primo, pero acept¨® su nueva propuesta (Viridiana se une a la relaci¨®n amorosa de su primo y la criada), a todas luces m¨¢s equ¨ªvoca y pecaminosa.
Parad¨®jicamente, el final autorizado por la censura espa?ola fue uno de los elementos que escandaliz¨® al corresponsal en Cannes del diario vaticano L'Osservatore Romano, que escribi¨® un agresivo art¨ªculo contra Viridiana, en la que pretendi¨® detectar un profundo contenido anticristiano. La censura espa?ola qued¨® tan espantada ante el esc¨¢ndalo que supon¨ªa que precisamente una pel¨ªcula suya fuera la que indignara a las autoridades de la Iglesia, que no tuvo m¨¢s remedio que hacer dimitir al director general de cinematograf¨ªa Jos¨¦ Mu?oz Font¨¢n, que hab¨ªa subido al escenario del palacio del festival para recoger el premio, y castigar con el olvido a Viridiana. Desaparecieron todos los documentos que hac¨ªan menci¨®n a ella, desaparecieron sus copias y desapareci¨® tambi¨¦n la productora Uninci, que no s¨®lo hab¨ªa ofrecido hasta entonces algunas de las mejores pel¨ªculas del cine espa?ol del momento, sino que ten¨ªa previsto el rodaje de otras nuevas, firmadas por directores que no encontraron luego id¨¦ntica oportunidad. Un golpe duro para el buen cine espa?ol.
Fue afortunada la coproducci¨®n con M¨¦xico porque permiti¨® que Viridiana se exhibiera en todo el mundo, aunque s¨®lo fuera bajo pabell¨®n mexicano. Y hab¨ªa sido inteligente el dep¨®sito previo del negativo de la pel¨ªcula en Par¨ªs, donde hubo que ultimar algunos aspectos t¨¦cnicos, dada la premura con que hab¨ªa que concluirla para asistir al festival, porque ello permiti¨® que los censores hispanos no lo destruyeran todo. Fueron aspectos que salvaron la vida a la pel¨ªcula y permitieron que, 17 a?os despu¨¦s, pudiera ser estrenada tambi¨¦n en Espa?a.
Mientras tanto, su carrera por el mundo hab¨ªa sido triunfal, confirmando el genio de Bu?uel, que los europeos hab¨ªan aplaudido 10 a?os antes con Los olvidados. No le afectaron la condena de un juez italiano que no s¨®lo suprim¨ªa la pel¨ªcula sino que para el propio Bu?uel ped¨ªa un a?o de c¨¢rcel, ni los empe?os de los censores espa?oles que quisieron prolongar su gesti¨®n por encima de las fronteras que les separaban del mundo civilizado, dada la preocupaci¨®n progresiva que por el tema iban teniendo: a Franco no le hab¨ªa parecido tan escandalosa la pel¨ªcula, pero no corrigi¨® por ello la brutal prohibici¨®n.
Se repone ahora Viridiana en las pantallas espa?olas a tenor de la reciente muerte de Bu?uel. Pero sigue siendo, al margen de coyunturas, una soberbia obra maestra.
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