Un fen¨®meno mimetismo con ETA

La aparici¨®n, hace ahora 10 a?os, de Iparretarrak se explica en medios pol¨ªticos franceses como un fen¨®meno de mimetismo con ETA, organizaci¨®n que ha deslumbrado en estos a?os a, los grup¨²sculos independentistas vascofranceses que so?aban con la utilizaci¨®n de la violencia como m¨¦todo para conseguir la independencia y la reunificaci¨®n de Euskadi.Las mismas denominaciones adoptadas a lo largo de esta d¨¦cada -Iparrtarrak (los del norte) y, posteriormente, Iparretarrak (los etarras del norte)- reflejan el af¨¢n de equiparaci¨®n con ETA de un peque?o grupo que pretende seguir los pasos de ETA militar y que no cuenta con m¨¢s cobertura pol¨ªtica que la de los llamados herri taldeak (grupos populares).

Los activistas de Iparretarrak pertenecen a los medios rurales, adonde el eusquera ha sido arrinconado, o a sectores de la izquierda extraparlamentaria francesa, que ven en la cuesti¨®n nacional la bandera capaz de movilizarla y agitar m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites de sus anteriores presupuestos ideol¨®gicos.

Unos y otros han sido influenciados por la experiencia de ETA y por el resurgir del movimiento abertzale en los a?os que siguieron a la muerte de Franco, olvidando quiz¨¢ que la sociedad vascofrancesa tiene poco que ver con la vascoespa?ola y, sobre todo, carece de la memoria hist¨®rica resultante de una guerra perdida y de la reflexi¨®n cultural y pol¨ªtica de las ¨²ltimas d¨¦cadas.

El nacimiento de este grupo se sit¨²a en 1973, si bien hasta 1975 no llev¨® a cabo acciones de signo netamente violento. Desde entonces sus objetivos han sido preferentemente las instalaciones tur¨ªsticas, centros oficiales y de empresas en conflicto laboral. El asesinato de dos miembros del CRS (polic¨ªa de orden p¨²blico francesa) el pasado a?o fue criticado por algunos sectores del nacionalismo vascofranc¨¦s, que creen que la acci¨®n violenta reducir¨¢ todav¨ªa m¨¢s el campo del abertzalismo.

La posibilidad de que ETA militar est¨¦ abasteciendo de armas a Iparretarrak es algo que se apunta en algunos medios, si bien la polic¨ªa francesa reconoce no tener pruebas.