"Yo mat¨¦ a Somoza", declara Enrique Gorriar¨¢n Merlo

El 17 de septiembre de 1980 mor¨ªa en Asunci¨®n (Paraguay), v¨ªctima de un atentado, el ex dictador nicarag¨¹ense Anastasio Somoza Debayle.A?os despu¨¦s, se ha podido reconstruir e identificar a los autores de la acci¨®n, que estaban capitaneados por el argentino Enrique Haroldo Gorriar¨¢n Merlo, quien ha concedido una amplia entrevista que publicar¨¢, en exclusiva, EL PAIS SEMANAL el pr¨®ximo domingo. En ella, da cuenta los detalles de la operaci¨®n.

"Osvaldo", relata Gorriar¨¢n Merlo en la entrevista sobre las previsiones del comando, "desde su puesto de observaci¨®n, provisto de un walkie talkie, dar¨ªa el aviso cuando observara el veh¨ªculo de Somoza y estuviera seguro de que ¨¦l ven¨ªa dentro, mencionando el color del autom¨®vil. Nosotros captar¨ªamos la se?al con otro walkie talkie. Apenas recibida, ocupar¨ªamos nuestros puestos, Armando pondr¨ªa en marcha la camioneta e interceptar¨ªa el veh¨ªculo. Santiago, desde el jard¨ªn de la casa, le disparar¨ªa con un lanzagranadas, y yo, con un M-16, atacar¨ªa a la escolta o abrir¨ªa fuego sobre el veh¨ªculo de Somoza. Armando, una vez que interrumpiera el tr¨¢fico, descender¨ªa de la camioneta y abrir¨ªa fuego sobre la escolta con un Fal".

En cuanto al desarrollo de los hechos, Gorriar¨¢n Merlo afirma que, en el asiento trasero del autom¨®vil, viajaba una persona y conduc¨ªa el veh¨ªculo un ch¨®fer que no era el general Genie, "criminal ex jefe de la ONS, quien normalmente lo hac¨ªa

"Tambi¨¦n era la primera vez que ve¨ªamos a Anastasio Somoza en el asiento trasero del veh¨ªculo", manifiesta el entrevistado. "Yo tem¨ªa que los disparos que pudiera hacer a Somoza con el M-16 no le hicieran nada porque el veh¨ªculo fuera blindado. Pero comenc¨¦ a disparar", asegura, "primero sobre el ch¨®fer, al que le hice un solo disparo para detenerlo, y luego sobre Somoza y su acompa?ante, a quien le tir¨¦ tres o cuatro veces".

Gorriar¨¢n Merlo afirma tambi¨¦n: "Observ¨¦ que los disparos penetraron sin dificultad. Dispar¨¦ tiro a tiro, y cada disparo hac¨ªa que el cuerpo de Anastasio Somoza se moviera... Al agotar el cargador del M- 16 ya estaba Santiago a mi lado en condiciones de disparar el lanzagranadas... La granada dio en el centro del veh¨ªculo y estuvo claro que la misi¨®n estaba cumplida. Santiago me pregunt¨®: "?Le pegu¨¦?", a lo que respond¨ª: "Lo destrozaste".