"Un d¨ªa de trabajo como cualquier otro"

El nuevo jefe del Gabinete chileno, SergIo Onofre Jarpa, hizo una ferviente llamada a la Democracia Cristiana (DC) para que abandone su postura de irreductible oposici¨®n al r¨¦gimen del general Augusto Pinochet y acepte el di¨¢logo que el Gobierno ofrece, dentro del marco de la actual Constituci¨®n, que posterga la elecci¨®n de presidente de la Rep¨²blica hasta 1989.Recordando la ¨¦poca en que, como l¨ªder del derechista Partido Nacional, encabez¨® una coalici¨®n con la DC para derrocar al Gobierno del presidente Salvador Allende, Jarpa pidi¨® que, igual que en esa oportunidad, los dirigentes democristianos pongan lo que ¨¦l llamo "el inter¨¦s de Chile" por encima del "inter¨¦s de los partidos".

Jarpa, de 62 a?os, nombrado ministro del Interior el mi¨¦rcoles pasado, un d¨ªa antes de una protesta nacional que fue duramente reprimida por el Gobierno con un saldo de 19 muertos y m¨¢s de 100 heridos, habl¨® de la situaci¨®n pol¨ªtica cuando se estaba desarrollando el d¨ªa de protesta.

Aun a riesgo de ser acusado de falta de realismo pol¨ªtico, Jarpa dijo a los periodistas que "a la protesta no hay que darle una importancia extraordinaria". Explic¨® que, desde su punto de vista, "este d¨ªa (el de la protesta) es un d¨ªa normal para Chile. Protestas ha habido muchas y seguir¨¢n otras, pero la atenci¨®n del Gobierno no puede estar subordinada a que haya o no haya protestas. Para nosotros es un d¨ªa de trabajo como cualquier otro".

Poco despu¨¦s comenzaba un per¨ªodo de 11 horas de toque de queda en la capital y de 10 horas en Valpara¨ªso, durante los cuales m¨¢s de 18.000 hombres, s¨®lo en Santiago, intentaron acallar la protesta masiva.

Tras anunciar que ¨¦l no tiene ning¨²n plan pol¨ªtico y que todos los cambios son producto del deseo del presidente Pinochet, admiti¨® la posibilidad de que los partidos pol¨ªticos y el Congreso Nacional entren en funciones antes de lo pensado, aunque evit¨® cuidadosamente dar fechas. Igualmente anticip¨® que es probable que pr¨®ximamente se d¨¦ una "soluci¨®n definitiva" al problema del exilio, aclarando que, en su opini¨®n, deber¨ªan regresar a Chile todas aquellas personas que "no constituyan elementos perturbadores o que representen una infiltraci¨®n for¨¢nea en los asuntos pol¨ªticos internos".

Tambi¨¦n se refiri¨® al problema de los detenidos y desaparecidos, sugiriendo que muchos de ellos est¨¢n vivos en otros pa¨ªses o incluso en Chile, bajo otros nombres, con documentos falsificados, y desarrollando una campa?a en contra del Gobierno.