La decadencia en technicolor

El retrato de Dorian Gray, cuya versi¨®n cinematogr¨¢fica de 1945 se emite hoy en La clave, fue estrenada en Espa?a a principios de 1947 y los televidentes pudieron revisarla en una anterior transmisi¨®n de TVE hace exactamente siete a?os, en agosto de 1976. Entonces, sin embargo, pocos espectadores deb¨ªan advertir el truco m¨¢s visible de este filme lleno de argucias visuales y mentales.El director de fotograf¨ªa tuvo el acierto de cambiar el blanco y negro por el technicolor en las secuencias en que Gray contempla su propia decadencia confinada al distante e inmediato territorio de un retrato. El artificio valdr¨ªa al susodicho director de fotograf¨ªa una nominaci¨®n para el Oscar, "por el elegante blanco y negro de los interiores roto por el technicolor en el retrato". No fue ¨¦ste el ¨²nico Oscar que la pel¨ªcula estuvo a punto de obtener, pues Angela Lansbury result¨® nominada para el premio a la mejor actriz secundaria.

Decididamente, el melodrama brit¨¢nico con ligeros toques victorianos deb¨ªa estar de moda en 1944, a?o cumbre de la entente anglo-norteamericana en la lucha contra los fascismos. Aquel a?o del desembarco de Normand¨ªa, Hollywood produjo dos destacables melodramas de ambiente ingl¨¦s, El retrato de Dorian Gray y Luz de gas.

La obra de Oscar Wilde ha sido frecuente objeto de atenci¨®n por parte de los cineastas. Desde una primera versi¨®n -muda-, de El abanico de Lady Windermere, realizada por Ernst Lubitsch en 1925, hasta la m¨¢s o menos vanguardista Salom¨¦ de Carmelo Bene, que incorpora una est¨¦tica m¨¢s coniparable a la de Lindsay Kemp que a la que propone Wilde, el esteticismo, teatralidad y maleabilidad de las obras del gran dandy han tentado a los hombres de la c¨¢mara. El retrato de Dorian Gray de Albert Lewin que veremos esta noche no tiene la delicadeza visual de Lubitsch, ni tampoco intenta ninguna aproximaci¨®n vanguardista.

El retrato de Dorian Gray que hoy nos ofrece La clave tiene en su haber una est¨¦tica visual que en sus mejores momentos recuerda la de los filmes de serie negra, y que, en las secuencias m¨¢s flojas, se apoya en un estilismo que tal vez incluso el propio Oscar Wilde hubiese aprobado. Por si fuera poco, la pel¨ªcula cuenta con la participaci¨®n de George Sanders en un papel que le va que ni hecho a medida. Este actor, que puso un s¨®rdido fin a su existencia en una habitaci¨®n de hotel de Castelldefels en 1972, dej¨® a la posteridad una serie de interpretaciones de personajes c¨ªnicos, narcisistas, levemente mezquinos y considerablemente torturados. Tras la m¨¢scara de Dorian Gray, George Sanders es el dandy fr¨ªvolo y veleidoso que siempre intent¨® parecer.

El retrato de Dorian Gray se emite hoy en La Clave por la segunda cadena.