Los 'papeles de Novosivirsk', globo sonda de la reforma de la econom¨ªa de la URSS
El sistema econ¨®mico sovi¨¦tico est¨¢ completamente obsoleto y necesita urgentemente reformas que se le ha venido hurtando durante los ¨²ltimos cincuenta a?os, pero es de prever que algunos prominentes sectores de la sociedad de la URSS muestren su oposici¨®n ante ellas por miedo a perder sus privilegios.Estas pesimistas conclusiones no est¨¢n extra¨ªdas de un estudio occidental, sino de los llamados papeles de Novosivirsk, que es como se ha dado en llamar a la ponencia presentada por un grupo de estudiosos de esta ciudad siberiana, que particip¨® el pasado mes de abril en un seminario que reuni¨®, en Mosc¨², a puerta cerrada, a un cualificado grupo de funcionarios, gerentes y economistas sovi¨¦ticos, convocados todos ellos por la Academia de Ciencias de la URSS, las secciones econ¨®micas del Comit¨¦ Central del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS) y el Comit¨¦ Estatal para la Planificaci¨®n (Gosplan).
Los papeles de Novosivirsk -filtrados este mes a la Prensa occidental e ignorados por los medios de comunicaci¨®n sovi¨¦ticos- trazan un panorama muy cr¨ªtico del sistema econ¨®mico sovi¨¦tico, pero no llegan a proponer soluciones concretas y se limitan a defender la necesidad de reformas sin llegar a detallar cu¨¢les podr¨ªan ser ¨¦stas.
Los 29 folios de los papeles comienzan relatando c¨®mo hace "12 o 15 a?os" que empezaron a revelarse "tendencias a la baja en la renta nacional", que terminaron poniendo en peligro "el necesario ritmo de crecimiento del nivel de vida del pueblo" y el "intensivo rearme t¨¦cnico de la producci¨®n".
A partir de ah¨ª, los cient¨ªficos de Novosivirsk pasan a relatar las causas que se han se?alado como responsables de esta situaci¨®n: progresivo empeoramiento de las condiciones de extracci¨®n de las materias primeras minerales (que cada vez hay que buscar en regiones m¨¢s alejadas), los repetidos a?os de sequ¨ªa, la desproporci¨®n estructural en la econom¨ªa del pa¨ªs (que hace que los retrasos de algunos sectores, como el del transporte, repercutan fatalmente en el resto de la econom¨ªa), el escaso inter¨¦s de los trabajadores por el resultado de su trabajo, la debilidad de la disciplina laboral...
?stas eran las posibles causas del deterioro econ¨®mico sovi¨¦tico, seg¨²n ven¨ªan siendo esbozadas hasta el momento en medios oficiales. Sin embargo, los papeles de Novosivirsk van m¨¢s lejos y, sin eufemismos, atribuyen la crisis directamente al "retraso del sistema de relaciones productivas y del mecanismo estatal de direcci¨®n que rige la econom¨ªa". Este sistema, agrega, se ha mostrado "incapaz de asegurar la plena y eficaz utilizaci¨®n del potencial laboral e intelectual de la sociedad".
Desde que, hace 50 a?os, se cre¨® el sistema sovi¨¦tico -a?ade el estudio-, ¨¦ste ha sufrido algunas correcciones, pero ninguna de ellas ha sido profunda. Entretanto, los "rn¨¦todos administrativos" se han impuesto sobre los "m¨¦todos econ¨®micos" y la centralizaci¨®n ha vencido a la descentralizaci¨®n.
Los principios de la econom¨ªa sovi¨¦tica -contin¨²an los papeles- se correspond¨ªan "con el nivel de desarrollo que las fuerzas productivas pose¨ªan en los a?os treinta, cuando la base t¨¦cnica y material de la producci¨®n socialista masiva comenzaba a formarse y el trabajo centralizado estaba a¨²n en un nivel bastante bajo". Por aquel entonces, adem¨¢s, las relaciones de los ¨®rganos centrales con las empresas y regiones eran mucho m¨¢s sencillas.
A juicio de los papeles de Novisivirsk, los trabajadores sovi¨¦ticos tambi¨¦n han cambiado mucho durante estos 50 a?os: antes, casi todos los trabajadores de la industria acababan de salir del campo y eran f¨¢ciles de dirigir, porque "no conoc¨ªan sus derechos ni trataban de participar en la gesti¨®n".
Adem¨¢s -sigue relatando el estudio- ten¨ªan grandes dificultades para poder emigrar del campo a la ciudad: no se les daba documentos de identidad, y para abandonar el agro deb¨ªan recibir el permiso de la asamblea de los campesinos del lugar.
Las condiciones de vida de los agricultores no eran nada f¨¢ciles: carec¨ªan casi de descanso y sus ingresos superaban escasamente el m¨ªnimo vital.
Para los obreros industriales, las cosas tampoco eran sencillas, prosiguen los papeles: a finales de los a?os treinta estaba vigente una serie de medidas casi militares para imponer la disciplina laboral, que preve¨ªa desde r¨ªgidas sanciones, contra la impuntualidad hasta penas de prisi¨®n por peque?os hurtos de mercanc¨ªas o materias primas.
Desde entonces -se agrega-, la situaci¨®n "ha cambiado radicalmente". En lo referente a la gesti¨®n de la econom¨ªa, ¨¦sta ya no puede ser dirigida desde un ¨²nico centro, como se hac¨ªa cincuenta a?os atr¨¢s.
Mejores condiciones de vida
Por lo que respecta a los trabajadores, ¨¦stos han visto mejorar bruscamente sus condiciones de vida, gracias a la "democratizaci¨®n de la vida pol¨ªtica, la ampliaci¨®n de los derechos humanos, la concesi¨®n de pasaportes y la igualdad de los derechos civiles entre todos los grupos que componen la poblaci¨®n", lo que, seg¨²n viene a sugerir el estudio, ha acabado con la mansa mano de obra de hace 50 a?os.
El medio siglo transcurrido -prosiguen los papeles- ha elevado mucho las exigencias t¨¦cnicas y el sistema se ha mostrado incapaz de seguir el ritmo que marcan los tiempos.
A estas alturas del estudio es cuando los cient¨ªficos de Novosivirsk lanzan su m¨¢s grave cr¨ªtica: "El sistema se ha ido convirtiendo, cada vez m¨¢s, en un freno que impide la marcha hacia el progreso, en lugar de contribuir a su desarrollo acelerado".
Esta obsolescencia del sistema de relaciones de producci¨®n -se a?ade en el estudio- termina haci¨¦ndole incapaz de asegurar que los trabajadores mantengan la "conducta exigible".
Los autores de los papeles se muestran tambi¨¦n partidarios de la descentralizaci¨®n de la autoridad laboral y advierten que la utilizaci¨®n exclusiva de la mano dura no garantiza forzosamente un incremento de la productividad.
En defensa de esta tesis se esgrimen tres razones: la centralizaci¨®n de los ¨®rganos que dictan las medidas disciplinarias no permite tener en cuenta las condiciones espec¨ªficas de las diversas regiones; el endurecimiento de los reglamentos exige el aumento de los controles administrativos, lo que incrementa las fuerzas no productivas, y, por ¨²ltimo, la mano dura termina reblandeciendo "los elementos creativos del trabajo".
Los papeles contemplan tambi¨¦n, a estas alturas del estudio, la resistencia que algunos sectores pueden ofrecer a la reforma: "El proceso de mejora de las relaciones de producci¨®n -que es como los papeles llaman a la reforma- es m¨¢s complicado de lo que nos hab¨ªamos acostumbrado a pensar", se admite, ya que su reconstrucci¨®n "pasa sobre grupos sociales que ocupan lugares prominentes dentro del sistema y se encuentran vinculados a ¨¦l por intereses, personales".
Estrategia social
"Las medidas que adopten los altos ¨®rganos de poder para la mejora y puesta al d¨ªa de las relaciones de producci¨®n", se a?ade, "no podr¨ªan dejar de generar conflictos". Por ello, habr¨ªa que trazar "una estrategia social bien pensada, que active a los grupos interesados en el cambio de las actuales relaciones y, simult¨¢neamente, bloquee las acciones de aquellos sectores capaces de poner obst¨¢culos".
Citando a "algunos economistas sovi¨¦ticos", los papeles de Novosivirsk mencionan como peculiaridad del actual sistema de gesti¨®n estatal sovi¨¦tico el debilitamiento de los eslabones extremos del sistema -las empresas y f¨¢bricas, por un lado, y los ¨®rganos centrales de planificaci¨®n, por otro-, mientras que los eslabones intermedios -ministerios, ¨®rganos territoriales y otros departamentos- se han ido desarrollando hasta la hipertrofia.
Muchos de estos ¨®rganos. intermedios -que, seg¨²n los papeles, hab¨ªan "crecido como hongos" y encontrado un "lugar confortable" en los organigramas- tambi¨¦n podr¨ªan temer las reformas.
Otro posible freno a la mejora del sistema de relaciones de producci¨®n ser¨ªa el miedo de gerentes y organismos a tomar responsabilidades, ya que, como se advierte casi al final del estudio, el sistema ha terminado cercenando la iniciativa de los directivos, provocando que se aprecie m¨¢s a "los que tienen menos talento y son menos audaces", pero, a la vez, son "m¨¢s obedientes".
El problema, por ¨²ltimo, consistir¨ªa en dibujar un nuevo modelo de relaciones de producci¨®n. Pero, seg¨²n el informe de los cient¨ªficos de Novosivirsk, a¨²n falta un buen trecho: existen unas ideas generales al respecto, pero a¨²n no se sabe "de forma definitiva" c¨®mo pueden reconstruirse estas relaciones productivas.
Una de las causas de esta falta de alternativa es, seg¨²n los papeles, el "bajo nivel de desarrollo de las ciencias sociales". Las investigaciones, se afirma m¨¢s adelante, se realizan descoordinadamente y de modo "artesanal".
Sin esconder su pesimismo, los papeles de Novosivirsk concluyen a este respecto que, a pesar de las ideas ya esbozadas por algunos cient¨ªficos, a¨²n no existe "un modelo m¨¢s o menos elaborado del nuevo mecanismo de gesti¨®n" y es dif¨ªcil que exista en tanto "sigan utiliz¨¢ndose los actuales m¨¦todos de investigaci¨®n".
En c¨ªrculos occidentales de Mosc¨² -en los que se aceptan un¨¢nimemente como ciertos estos papeles- se afirma incluso que habr¨ªa sido el propio Andropov o alguien muy cercano a ¨¦l quien habr¨ªa encargado la elaboraci¨®n de este trabajo a un grupo de investigadores de la Academia de Ciencias residentes en la ciudad siberiana de Novosivirsk. El encargo habr¨ªa sido hecho con la expresa advertencia de que sus autores quedaban autorizados a prescindir de frenos ideol¨®gicos a la hora de plantear sus conclusiones.
Comunistas de Siberia
Siberia y las alejadas regiones septentrionales producen un tipo de comunista sovi¨¦tico bastante diferente al funcionario-cortesano que se da en Mosc¨² o en otras grandes ciudades y capitales de rep¨²blicas. Dedicados a ambiciosas tareas de desarrollo de apartadas tierras, m¨¢s pegados a la realidad, sufriendo m¨¢s crudamente los resultados de los errores que les son dictados desde Mosc¨² y estimulados a la vez por el hecho de poder ver con sus ojos los frutos de su propio trabajo, no es raro que sean hombres que viven en Siberia los que reclamen pragm¨¢ticas reformas. Sin embargo, es muy dudoso que tan atrevido documento llegara a ser expuesto en un seminario de alto nivel celebrado en Mosc¨² sin contar previamente con claros respaldos oficiales.
En cualquier caso, el lenguaje utilizado en los papeles de Novosivirsk se acerca mucho al que viene siendo com¨²n en la era Andropov. En estos d¨ªas, por ejemplo, es ya posible encontrarse en las p¨¢ginas de Pravda -como sucedi¨® el pasado d¨ªa 5- con el art¨ªculo de un economista que escribe que los cl¨¢sicos del marxismo-leninismo no pueden dar respuesta a todos los problemas actuales.,
D¨ªas despu¨¦s, en el mismo peri¨®dico, el ministro del Interior, Vitali Fedorchuk -que sucedi¨® a Andropov en la presidencia del Comit¨¦ de Seguridad del Estado (KGB), despu¨¦s de ser durante mucho tiempo su hombre de confianza en la direcci¨®n de este organismo-, trazaba un panorama bastante sensato de la delincuencia en la URSS, tema este considerado tab¨² hasta el momento.
La criminalidad -que, seg¨²n todos los indicios, ha aumentado fuertemente debido, entre otras cosas, al intensivo proceso de urbanizaci¨®n y al alcoholismo- sigue siendo vista, sin embargo, por la muy ortodoxa Gran Enciclopedia Sovi¨¦tica como exclusiva caracter¨ªstica de "las sociedades basadas en la propiedad privada, la explotaci¨®n y la desigualdad social".
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