Asesinado en Manila el principal dirigente de la oposici¨®n filipina cuando volv¨ªa al pa¨ªs despu¨¦s de tres a?os de exilio

El m¨¢s prestigioso dirigente de la oposici¨®n filipina y principal rival del presidente Ferdinando Marcos, Benigno Aquino, de 50 a?os de edad, fue asesinado ayer de un tiro en la cabeza en el aeropuerto de Manila poco despu¨¦s de descender del avi¨®n en el que volv¨ªa al pa¨ªs despu¨¦s de tres a?os de exilio voluntario en Estados Unidos. El presunto asesino fue abatido por la polic¨ªa inmediatamente despu¨¦s de acabar con la vida del l¨ªder pol¨ªtico. El Ej¨¦rcito de Filipinas ha sido puesto en "estado de alerta m¨¢xima" ante el temor de que el asesinato provoque un estallido de protesta.

Aquino, ex senador y ex candidato a la presidencia de Filipinas, fue detenido por varios hombres uniformados en el interior del avi¨®n de la China Airlines que le hab¨ªa llevado a Manila desde Taiw¨¢n. Los periodistas que acompa?aban al l¨ªder de la oposici¨®n y los otros pasajeros del avi¨®n recibieron orden de permanecer en sus asientos mientras Aquino era escoltado fuera del aparato.Momentos despu¨¦s se escucharon varios disparos y los testigos ve¨ªan c¨®mo Aquino se desplomaba inerte de bruces contra el suelo casi al mismo tiempo que junto a ¨¦l era abatido el presunto asesino, un individuo de unos 20 a?os vestido con pantalones vaqueros.

Sin embargo, un periodista japon¨¦s y una de las pasajeras del aparato afirmaron que el dirigente de la oposici¨®n filipina fue muerto por dos de los hombres uniformados que le sacaron del avi¨®n. Seg¨²n el informador nip¨®n, los escoltas dispararon sobre la cabeza de Aquino desde menos de un metro de distancia.

El presidente filipino, Ferdinando Marcos, hab¨ªa advertido a Benigno Aquino que su seguridad no estaba garantizada si volv¨ªa al pa¨ªs, y el jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, general Fabian Ver, hizo saber el mi¨¦rcoles que a Aquino no se le permitir¨ªa pisar suelo filipino y que ser¨ªa expulsado del pa¨ªs en el mismo avi¨®n en que llegara.

Chaleco antibalas

Seg¨²n el cu?ado de Aquino, que viajaba con ¨¦l en el avi¨®n, en Taipeh se les inform¨® de que el dirigente pol¨ªtico pod¨ªa ser asesinado a su llegada a Manila y que su asesino ser¨ªa inmediatamente abatido. Poco antes de que aterrizara el avi¨®n, de acuerdo con esta versi¨®n, Aquino se puso un chaleco antibalas. "Si me disparan a la cabeza, soy hombre muerto", dijo Aquino a su cu?ado.

El pasado 21 de julio, Benigno Aquino anunci¨® su intenci¨®n de volver a Filipinas para participar en las elecciones legislativas previstas para 1984. Ya entonces los servicios de informaci¨®n revelaron la existencia de un compl¨® para asesinarle y el Gobierno le pidi¨® que retrasara su vuelta.

Este aviso ha permitido al presidente Marcos declarar que "mi conciencia est¨¢ tranquila, aunque ello no aten¨²a mi pesar y mi abatimiento ante la p¨¦rdida de un dirigente de la oposici¨®n con el que estaba en constante comunicaci¨®n y, ocasionalmente, de acuerdo". Un presunto acuerdo que no impidi¨® a Marcos detener a Aquino en 1972, condenarle a muerte en 1977 (pena que le fue conmutada) y mantenerle en prisi¨®n hasta 1980, a?o en el que se le permiti¨® salir del pa¨ªs para ser sometido a una intervenci¨®n cardiaca a vida o muerte en Estados Unidos.

El presidente ha anunciado que el Gobierno emplear¨¢ "todos sus recursos para aclarar todos los aspectos" de este asesinato y ha advertido a los "elementos oportunistas" contra todo intento de aprovechar la situaci¨®n para provocar disturbios contra el r¨¦gimen. Con este fin ha colocado al Ej¨¦rcito en estado de m¨¢xima alerta.

"El asesinato del senador Benigno Aquino en Manila es un acto cobarde e innoble que el Gobierno norteamericano condena en los t¨¦rminos m¨¢s vigorosos", seg¨²n el Departamento de Estado. Washington espera "que el Gobierno filipino dedique toda su energ¨ªa a encontrar r¨¢pidamente a los autores de este asesinato".

En Filipinas los partidos de la oposici¨®n han exigido a las autoridades una explicaci¨®n sobre este atentado y un dirigente de la Organizaci¨®n Nacionalista Democr¨¢tica Unida (Unido), de la que Aquino era vicepresidente, ha declarado que este asesinato supone "el comienzo del fin" del r¨¦gimen del presidente Marcos.

Los analistas no discrepan enteramente de esta opini¨®n, y se?alan que el asesinato de Aquino puede abrir una grave crisis en el actual r¨¦gimen filipino, dirigido con mano de hierro por la familia Marcos -la esposa de Marcos, Imelda, es, entre otros importantes cargos, miembro del poderosos Comit¨¦ Ejecutivo, que asume el poder en caso de muerte o incapacidad del presidente-. El choque emocional provocado por la desaparici¨®n de Aquino podr¨ªa movilizar a todas las fuerzas pol¨ªticas alrededor de su m¨¢rtir.