VIadimir Fedoseiev

La orquesta de la Radiotelevisi¨®n sovi¨¦tica est¨¢ de gira por Espa?a. El hombre que la dirige tiene los ojos hundidos y redondos, los cabellos rubios y una estampa que es mezcla de vigilante jurado y entrenador de halterofilia. Cruza sus manos repujadas bajo la chispa de una mirada c¨¢ndida y brutal mientras asegura, aun a riesgo de parecer presuntuoso, que la suya es la mejor orquesta rusa y una de las primer¨ªsimas del mundo

VIadimir Fedoseiev parece estar muy seguro de que no hay que tener pelos en la lengua a la hora de situar a su orquesta en el lugar que le corresponde. "Es la m¨¢s conocida, pero tambi¨¦n la mejor del pa¨ªs", asegura con satisfacci¨®n. "Lo dice la Prensa y lo confirman los concursos y los que nos han escuchado en todo el mundo. Concretamente, en 1981, ganamos el primer premio, con la Sexta Sinfon¨ªa de Chaikowsky, en un concurso internacional celebrado en Jap¨®n, al que asistieron las 20 mejores orquestas del mundo. Quedamos por delante de la Filarm¨®nica de Herbert von Karajan; fue muy amable por su parte cedernos ese puesto".En la mente del m¨²sico quedan amontonados premios como el Orfeo de Oro, concedido por la Academia Francesa del Disco, y, sin duda, mezclados con el orgullo del que se hizo a s¨ª mismo. Vladimir Fedoseiev naci¨® en Leningrado, en 1932, y vivi¨® una apasionada infancia dedicada al f¨²tbol, a cantar y a tocar el acorde¨®n, primer instrumento que le puso en contacto con la m¨²sica, influido por la afici¨®n de su padre por los instrumentos populares antiguos. Pero m¨²sica, f¨²tbol y escuela fueron r¨¢pidamente desplazados por la segunda guerra mundial, el bloqueo de Leningrado, el hambre, los intensos bombardeos y la gente cayendo en la calle: "Un horrible sue?o".

Desde que Fedoseiev cogi¨® la batuta de la orquesta de la Radiotelevisi¨®n, en 1974, despu¨¦s de Rodzhdestvensky, en la perspectiva de su escaso tiempo libre se encuentra siempre la naturaleza y su debilidad por los pintores espa?oles, lo que explica en cierto modo su creencia en que el futuro de la m¨²sica est¨¢ en la vuelta a "lo cl¨¢sico, lo natural y lo popular. Creo que todo esto que sale nuevo se ir¨¢ limpiando y que, a la larga, habr¨¢ una vuelta al siglo XVIII. Nosotros hemos comprobado que, tanto en nuestro pa¨ªs como en otros lugares, la gente est¨¢ cansada de todas estas cosas nuevas, y quiere escuchar la m¨²sica que tenga sentido, aqu¨¦lla en la que es posible encontrar tus pensamientos".

El director, que considera a Mahler como el compositor del amor, la lucha y la muerte, que al final cree en la humanidad y la vida, asegura que el incluirlo en el repertorio que han tra¨ªdo) a Espa?a no ha sido un gui?o al vicepresidente Alfonso Guerra ni una respuesta al inter¨¦s que se b a despertado por este compositor, aunque se alegra de la coincidencia.

S¨®lo hay un tema que parece ensombrecerle el gesto. Cuando se le pregunta si le hubiera gustado ser compositor, Fedoseiev establece una, distancia abismal entre el director de orquesta y el compositor, equiparable a la que dista, para ¨¦l, la cultura de masas de lo que llama la verdadera cultura: "De joven hice algunas composiciones, pero me di cuenta que ¨¦ste no era mi camino. Es una actividad muy seria, para la que muy pocas personas est¨¢n capacitadas".

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