El punto filipino
De nuevo la aburrida historia de una dictadura en la que un dirigente de la oposici¨®n muere asesinado.. "Verdad siempre antigua y siempre nueva", como hubiese dicho San Agust¨ªn hablando de otra cosa bien distinta. Y para que la historia sea exactamente como siempre, el presidente Marcos ha condenado el crimen. Pero es algo m¨¢s que un suceso hist¨®rico, es un fen¨®meno de la naturaleza, con su tendencia a repetir los cielos.Qu¨¦ es lo que empuja a los dictadores a cavar su propia tumba, cavando primero la de sus contrincantes pol¨ªticos, no se sabe muy bien. Como dicen que les pasa a las avispas, clavan el aguij¨®n y mueren. Que les pase eso o no a las avispas, a los dictadores les pasa. Y sin embargo una fuerza que los reclama desde m¨¢s all¨¢ de la tumba les empuja a repetir la tragedia. .
Los peri¨®dicos dicen que, el cuerpo de Benigno Aqubi¨®, asesinado de un solo tiro en la cabeza, ha sido devuelto a su familia. Lo que ya no pueden devolver es a Benigno Aquino. Devuelven algo que ya no tiene sentido, y si tiene alguno es s¨®lo en nombre del fetichismo sentimental.
Reagan, que por supuesto ha condenado tambi¨¦n el crimen, no por eso dejar¨¢ de entrevistarse con el d¨¦spota filipino, que es mucho m¨¢s que un punto filipino, en el mes de noviembre. Para entonces el cuerpo de Benigno Aquino ser¨¢ una basura. ?Cu¨¢ntas veces ha pasado Reagan por eso? ?Cu¨¢ntas pasar¨¢? Puede que al presidente Marcos lo asesinen cualquier d¨ªa y, cuando su, cuerpo sea una basura, Reagan visite a su sucesor, le estreche la mano, se pongan firmes los dos delante de las banderas y pronuncien discursos de amistad.
Todo esto lo hemos visto muchas veces. ¨²nicamente la costumbre nos hace soportar su repugnancia. Filipinas est¨¢ lejos y es ex¨®tica. De Los ¨²ltimos de Filipinas ya no queda ninguno entre nosotros. ?Qu¨¦ nos importa todo aquello? S¨®lo Benigno Aquino, muerto, nos parece caluroso y humano.
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