El ministro de Defensa paquistan¨ª reclama la ilegalizaci¨®n del Partido del Pueblo

El ministro paquistan¨ª de Defensa, Mir Afi Ahmad Talpur, ha reclamado la prohibici¨®n definitiva del Partido del Pueblo Paquistan¨ª (PPP), del ex primer ministro Zulfikar Ali Buttho, y rechaz¨® toda posibilidad de poner en libertad a la hija de ¨¦ste, Benezir Buttho, detenida desde hace tres a?os.

Por su parte, un portavoz oficial paquistan¨ª asegur¨® ayer que el balance oficial de dos semanas y media de campa?a de desobediencia civil, es de 31 muertos, aunque un destacado miembro del Movimiento (oposici¨®n) para la Restauraci¨®n de la Democracia (MRD) fij¨® la cifra en 40 y m¨¢s de 10.000 detenidos.

Fuentes autorizadas de Islamabad consideran que la postura de intransigencia oficial ante las presiones de la oposici¨®n refleja la opini¨®n del Gobierno sobre el alcance de las agitaciones, que, en su opini¨®n, no ponen en tela de juicio el programa pol¨ªtico del general Zia Ul Haq, actual presidente de Pakist¨¢n.

El presidente Zia prometi¨® la celebraci¨®n de elecciones generales antes de la primavera de 1985, absteni¨¦ndose de especificar si los partidos, pol¨ªticos, prohibidos desde hace cuatro a?os, ser¨ªan autorizados a participar en dichos comicios.

Las afirmaciones del ministro de Defensa refuerzan la tesis seg¨²n la cual el r¨¦gimen militar intenta restablecer un forma de democracia canalizada, en la que el principal grupo de la oposici¨®n, el PPP, quedar¨ªa excluido.

Dif¨ªcil resoluci¨®n

Aunque el MRD no ha conseguido en dos semanas de agitaciones movilizar a la poblaci¨®n de Punjab, clave de toda transformaci¨®n pol¨ªtica en Pak¨ªst¨¢n, no se considera vencido y sigue exigiendo el levantamiento de la ley marcial y la organizaci¨®n unas elecciones generales.Inquieto por la completa ruptura entre los pol¨ªticos y el Ej¨¦rcito, el presidente del Consejo Consultivo Federal, Mohammed Safdar, nombrado por el general Zia, no ha dudado en criticar la actitud del Gobierno, que quiere hacer creer que todo va bien en la provincia de Sind. Safdar preconiz¨® tambi¨¦n una negociaci¨®n entre la oposici¨®n y el Gobierno, destinada a conseguir un acuerdo sobre una fecha m¨¢s pr¨®xima para la celebraci¨®n de los comicios generales en el pa¨ªs.

Mientras que Sind se escuda bajo una postura sistem¨¢ticamente contestataria, el r¨¦gimen tiene, que liacer frente desde hace unos d¨ªas a un aumento del descontento entre sus empleados, que amenazan cada vez m¨¢s abiertamente con un cese de actividades si sus demandas salariales no son satisfechas. En Lahore, capital de Punjab, ya se han producido huelgas de protesta y las asambleas de trabajadores empiezan a tomar un claro cariz pol¨ªtico.