'San Francisco' segunda parte

El ¨¦xito que supuso para. la productora Metro-Goldwyn-Mayer la realizaci¨®n de San Francisco (1936) oblig¨® a su competidora Fox a idear otra pel¨ªcula que propusiera un espect¨¢culo similar. Al terremoto de la ciudad californiana se opuso el incendio sufrido por Chicago en 1871, ya que ¨¦ste ofrec¨ªa las mismas condiciones de brillantez: hab¨ªa nacido el cine de cat¨¢strofes.La justificaci¨®n argumental no deb¨ªa de ser m¨¢s consistente que en la pel¨ªcula madre, ya que s¨®lo en los ¨²ltimos 20 minutos adquir¨ªa la historia todo su sentido. Aunque hasta entonces la trayectoria de los personajes diera tumbos melodram¨¢ticos, ocasionalmente emotivos, pero carentes de meta, una de las actrices, Alice Brady, que da vida al personaje de la madre, obtuvo el Oscar de aquel a?o (1938) a la mejor actriz secundaria: su nervio y su verosimilitud sobrepasaron las exigencias del personaje, anclado como el resto del reparto en las peripecias que culminan en el famoso incendio.

La realizaci¨®n de ¨¦ste sigue produciendo asombro, aunque en los 45 a?os posteriores se hayan filmado con mejores medios desastres m¨¢s espectaculares, y no s¨®lo porque la imaginaci¨®n superaba entonces la inocencia del cine, sino porque la d¨¦bil estructura dram¨¢tica se ensamblaba a la perfecci¨®n con las feroces llamas y el peligroso derrumbamiento de edificios. Cada personaje y cada, situaci¨®n tuvieron su respuesta en la cat¨¢strofe. En nuestra ¨¦poca, en cambio, los aeropuertos y sus parientes apenas se esfuerzan en encontrar una m¨ªnima l¨®gica.

Obtuvo Chicago un ¨¦xito parecido al del filme que imitaba, no s¨®lo por la intervenci¨®n de Alice Brady, sino tambi¨¦n por la de su h¨¦roe central, interpretado por Tyrone Power, que entonces se encontraba en un momento ¨¢lgido de su carrera: sorprende a¨²n la sinceridad de todos los actores, aunque ninguno de ellos consiga eliminar hoy la aparici¨®n de una ben¨¦vola sonrisa. El mundo de los cin¨¦filos encuentra en ella, adem¨¢s, una raz¨®n para celebrar este reencuentro.