El Ministerio de Trabajo detecta numerosas irregularidades en el destino y gesti¨®n de los fondos de empleo comunitario
Hasta el 30 de agosto pasado se hab¨ªan remitido 27.862 millones de pesetas con destino al empleo comunitario, casi 4.000 millones m¨¢s que en todo el a?o 1982. Fondos que, seg¨²n un control efectuado recientemente por la propia Admistraci¨®n, est¨¢n siendo utilizados en ocasiones para fines distintos a los previstos (pago de personal de ayuntamientos). El citado control demuestra la existencia de irregularidades en el reparto de las cantidades, abandono de los tajos, horarios reducidos, nula o escasa rentabilidad social y fraudes en las percepciones. As¨ª como la falfa de tareas concretas que encoendar a los parados. Andaluc¨ªa y Extremadura son las regiones espa?olas que se han visto m¨¢s beneficiadas de los citados fondos.
En los siete primeros meses del a?o se hab¨ªa remitido con cargo al empleo comunitario un total de 23.696 millones de pesetas, cantidad que pr¨¢cticamente dobla la enviada en el mismo per¨ªodo del a?o anterior (13.434 millones de pesetas). A esta cantidad habr¨ªa que sumar otros 4.166 millones de pesetas librados en el mes de agosto, cuando la contestaci¨®n del campo andaluz hab¨ªa adquirido especial virulencia.Fuentes de la Administraci¨®n se?alaron que, de seguirse el ritmo actual, no ser¨¢n suficientes los 36.000 millones de pesetas presupuestadas para este a?o. Andaluc¨ªa hasta el mes de agosto hab¨ªa recibido fondos por un importe de casi 22.000 millones de pesetas; Extremadura, cerca de 5.300 millones de pesetas, y el resto est¨¢ repartido entre otras provincias como Valencia, Ciudad Real, Zamora, Murcia o Toledo.
Control imposible
De las provincias andaluzas, Sevilla ha sido la que mayor cantidad de fondos ha recibido. S¨®lo en el mes de agosto se hab¨ªan librado 825 millones de pesetas a esta provincia. Badajoz es la segunda provincia en cuanto a la cuant¨ªa de los fondos remitidos -650 millones en el mes de agosto-, seguida por C¨®rdoba y Ja¨¦n -600 millones cada una en el mismo mes-.Son fondos que, seg¨²n parece demostrar un reciente estudio realizado por el Instituto Nacional de Empleo (Inem), no siempre cumplen con los objetivos con que han sido librados. Del 15 de junio al 15 de julio de este a?o el Inem realiz¨® un Plan Especial de Control de Empleo Comunitario en todas las provincias de Andaluc¨ªa y Extremadura. Los primeros resultados del programa apuntan hacia la existencia de irregularidades tanto en la percepci¨®n como en el reparto y gesti¨®n de los fondos.
No es frecuente la presentaci¨®n de proyectos de obra para solicitar subvenciones de empleo comunitario y las ayudas se conceden exclusivamente en funci¨®n del n¨²mero estimado de trabajadores agr¨ªcolas en paro.
Por otra parte, las cantidades van dirigidas a mano de obra, reduci¨¦ndose cada vez m¨¢s el porcentaje destinado a materiales. Las n¨®minas no suelen cumplimentarse semanalmente y las justificaciones al finalizar la obra no llegan en plazo, no se presentan o ni siquiera se realizan. El control efectuado ha puesto en evidencia que fondos destinados al empleo comunitario est¨¢n sirviendo para pagar sueldos de personal fijo de ayuntamientos, bomberos, jardineros, barrenderos o alguaciles.
Tambi¨¦n se han detectado irregularidades en la cumplimentaci¨®n de n¨®minas, incluy¨¦ndose a personas no censadas o inscritas en las oficinas de empleo. Aparecen distintas firmas pertenecientes al mismo trabajador en distintas n¨®minas. En otros casos la firma se hace digitalmente, sin aval alguno. Las cantidades firmadas en los recibos y las realmente percibidas no coinciden.
Ausencia a los tajos
Algunos de los requislitos exigidos para acogerse al empleo comunitario son de dif¨ªcil control: qui¨¦nes cuentan con rentas agrarias o son pensionistas, la distribuci¨®n de ayudas en funci¨®n de los miembros de la unidad familiar, etc¨¦tera. A este respecto, se cita como ejemplo significativo que en Lucena, para verificar los datos de 589 beneficiarios, hubo que controlar a m¨¢s de 7.588 personas.El estudio se?ala que los horarios se incumplen o se realizan jornadas reducidas. Y se cita el caso de Chipiona, localidad en la que se trabaja de siete a nueve de la ma?ana. Se abandonan injustificadamente los tajos, no hay control diario de asistencia y permanencia en los mismos. No obstante, el estudio pone en evidencia que falta ocupaci¨®n, y que las tareas a realizar no cubren las necesidades de mano de obra. Falta asignaci¨®n de trabajos concretos y, cuando existen, a veces se produce una negativa a realizarlos, sobre todo si los tajos est¨¢n situados lejos del casco urbano.En este aspecto, se insiste en que se encuentren localizados cerca del domicilio con el fin de "facilitar la presencia de los trabajadores en caso de control". Se se?alan tareas diarias o semanales que se pueden cubrir en per¨ªodos m¨¢s cortos, abandon¨¢ndose los tajos una vez realizadas.
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