El jefe del Estado Mayor sovi¨¦tico justifica el derribo del 'jumbo'

El jefe del Alto Estado Mayor de la URSS, mariscal Nikolai Ogarkov, acus¨® ayer a Estados Unidos y Jap¨®n de ser los responsables de que la defensa a¨¦rea sovi¨¦tica tuviera que abatir al avi¨®n sureoreano que, con 269 personas a bordo, fue derribado por dos cohetes aire-aire. El aparato iba "dirigido" por Washington y Tokio, seg¨²n Ogarkov, lo que probar¨ªa que se encontraba en "misi¨®n premeditada de reconocimiento". La orden de disparar fue dada por el mando local de la defensa a¨¦rea y las instancias pol¨ªticas conocieron el incidente cuando ya hab¨ªa concluido, seg¨²n explic¨® el alto jefe militar, que asimismo ostenta el cargo de viceministro de Defensa.

Washington insisti¨® anoche en que las explicaciones sovi¨¦ticas siguen siendo insuficientes, y pidi¨® pruebas de que el aparato realizaba tareas de reconocimiento.Mientras, en Bruselas, los pa¨ªses miembros de la OTAN optaron anoche por no aceptar la idea lanzada por EE UU de imponer un boicoteo de dos semanas a todos los vuelos con Mosc¨², por entender que ¨¦ste no es el foro adecuado.El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, fue muy duro ayer con la URS S en su intervenci¨®n ante la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE) y calific¨® de "matanza" el derribo del avi¨®n.

Alan Romberg, portavoz de la Administraci¨®n Reagan, record¨® que "el mundo a¨²n est¨¢ esperando garant¨ªas sovi¨¦ticas de que los aviones civiles jam¨¢s volver¨¢n a convertirse en un blanco"

En la primera conferencia de prensa que ofrec¨ªa en su vida, y a lo largo de dos horas, el mariscal Ogarkov explic¨® que el aparato surcoreano se encontraba a unos 500 kil¨®metros fuera de la ruta habitual, seg¨²n informa F¨¦lix Bay¨®n desde Mosc¨². Antes, los radares de la defensa antia¨¦rea hab¨ªan localizado tambi¨¦n a un avi¨®n de reconocimiento norteamericano del tipo RC-135. Ambos terminaron volando juntos durante 10 minutos, a?adi¨® el mariscal.

Tras intentar los cazas interceptar al jumbo, ¨¦ste comenz¨® a alterar su rumbo y sobrevol¨® "importantes instalaciones de misiles". Cuatro r¨¢fagas de proyectiles trazadores tampoco sirvieron para que el avi¨®n se diera por enterado. Cuatro minutos despu¨¦s se dio la orden de "derribar al aparato", que se cumpli¨® con la ayuda de dos cohetes aire-aire.

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