El general Pinochet confirma su prop¨®sito de permanecer seis a?os m¨¢s en el poder
El presidente de Chile, general Augusto Pinochet, descart¨® ayer cualquier restablecimiento de la democracia en su pa¨ªs antes de 1989, fecha prevista por la Constituci¨®n para la elecci¨®n de un nuevo presidente, en un discurso pronunciado al cumplirse el d¨¦cimo aniversario del derrocamiento del Gobierno democr¨¢tico de izquierdas de Salvador Allende.Tras evocar, "con la emoci¨®n del recuerdo, la heroica gesta del 11 de setiembre de 1973", el principal art¨ªfice del golpe de Estado levant¨® la voz desde la tribuna para recordar a sus adversarios que "no es posible ignorar la institucionalidad que Chile se ha dado", la ¨²nica que "contiene los mecanismos para evitar los vicios anteriores"
IGNACIO CEMBRERO, Santiago
ENVIADO ESPECIAL
El presidente ratific¨® "el compromiso irrenunciable para con la patria" adquirido por las fuerzas armadas y las fuerzas de orden p¨²blico, compromiso que "sabr¨¢n cumplir con honor, cualquiera que sea el sacrificio que ello requiera". Pinochet, que es tambi¨¦n comandante en jefe del Ej¨¦rcito, cargo para el que fue nombrado por Allende, dej¨® as¨ª claro que las fuerzas armadas chilenas se encargar¨ªan de hacer respetar la "institucionalidad". La principal reivindicaci¨®n de la Alianza Democr¨¢tica, que reagrupa a la mayor¨ªa de las fuerzas de oposici¨®n, consiste justamente en quebrantar esta "institucionalidad".
A pesar de haber le¨ªdo durante 95 minutos un discurso de 69 lolios, Pinochet s¨®lo dedic¨®, en su repaso a la pol¨ªtica exterior de Chile, un breve p¨¢rrafo a Europa occidental, para sostener que los "factores coyunturales de intencionalidad pol¨ªtica han logrado restar dinamismo" a las relaciones entre su pa¨ªs y el "viejo continente". Antes hab¨ªa reiterado su "rechazo de toda herencia externa ni en nuestros asuntos internos".
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Santiago de Chile retumba desde el s¨¢bado al son de marchas interpretadas por las bandas militares de los tres ej¨¦rcitos
Viene de la primera p¨¢ginaLos embajadores de Espa?a, Miguel Solano, y de los 10 pa¨ªses miembros de la Comunidad Econ¨®mica Europa (CEE), no asistieron al acto conmemorativo que se celebr¨® ante 3.000 personas invitadas.
En tono mon¨®tono, el jefe del Estado chileno anunci¨® algunas novedades en materia econ¨®mica que no cambian sustancialmnente la pol¨ªtica seguida hasta ahora pero que pretenden aliviar la situaci¨®n de algunas empresas y particulares. Concretamente, el Gobierno disminuir¨¢ los impuestos de los mineros artesanales, facilitar¨¢ la obtenci¨®n de cr¨¦ditos a los peque?os empresarios, ayudar¨¢ a los exportadores concediendo exoneraciones fiscales y aumentar¨¢, dentro de cuatro meses, en un 15% los sueldos de los funcionarios p¨²blicos.
Desde primera hora de la ma?ana de ayer, Santiago de Chile retumbaba al son de las marchas militares que tocaban, bajo el sol a¨²n fr¨ªo del final del invierno astral, las bandas de m¨²sica de los destacamentos de los tres ej¨¦rcitos -que alinearon unos 5.000 soldados a lo largo de los dos kil¨®metros de recorrido presidencial, desde el palacio de La Moneda hasta el edificio del Gobierno, donde Pinochet pronunci¨® su alocuci¨®n.
Pero, si los uniformes engalardonados eran numerosos en la calle, el p¨²blico brillaba por su ausencia, a pesar de que las emisoras de radio y televisi¨®n del pa¨ªs hayan trasmitido constantemente cu?as propagand¨ªsticas pidiendo a los chilenos que acompa?asen a su presidente en el d¨¦cimo aniversario de la "liberaci¨®n nacional".
Menos de 4.000 personas se agruparon a lo largo de La Alameda, la principal avenida de Santiago, para ver a su presidente; y s¨®lo un reducido grupo de tres centenares de entusiastas partidarios del r¨¦gimen militar grit¨®, cuando baj¨® de su autom¨®vil, consignas robadas a la Unidad Popular como "dales duro Pinochet" o "la Junta unida, jam¨¢s ser¨¢ vencida".
Horas antes de que se iniciase esta ceremonia conmemorativa, en la tarde del s¨¢bado -la madrugada del domingo en Espa?a-, 25.000 chilenos de la poblaci¨®n perif¨¦r¨ªca del barrio de la Victoria no dudaron en desplazarse, en cambio, hasta el cementerio metropolitano de Santiago para asistir al entierro de Miguel ?ngel Zabala, joven de 23 a?os de edad, muerto por un grupo paramilitar el pasado jueves.
El cementerio se convirti¨® en un aut¨¦ntico campo de batalla cuando, inesperadamente, cayeron granadas lacrim¨®genas que desataron las iras de los asistentes. Mientras el sacerdote franc¨¦s que oficiaba, Pierre Dubois, se ve¨ªa obligado a abreviar la ceremonia porque el aire era ya irrespirable en la zona, los carabineros cargaron con una inusitada violencia.
Periodista apaleada
Christine Raitberger, enviada especial del diario parisino Liberation, fue una de las numerosas v¨ªctimas de esa carga policial tras caer al suelo y ser golpeada siete veces en la cabeza por miembros de las fuerzas de orden p¨²blico, que hicieron caso omiso de sus intentos de identificarse como periodista gritando "?prensa extranjera!".
Raitberger, con el cr¨¢neo fracturado, fue ingresada en el hospital Barros Lucas, donde los m¨¦dicos tardaron m¨¢s de una hora en atenderla antes de reconocer la gravedad de su estado.
En otros suburbios populares de Santiago tambi¨¦n se produjeron, por cuarto d¨ªa consecutivo, enfrentamientos entre carabineros y manifestantes que, hasta altas horas de la madrugada, intentaron de nuevo impedir la entrada en sus poblaciones a las fuerzas de orden p¨²blico construyendo barricadas y colocando p¨²as en las calles.
Los choques manifestantes-polic¨ªa se reanudaron, ayer a primera hora de la tarde con un saldo provisional de un muerto.
Coincidencia
Esto ocurri¨® a pesar de que la Alianza Democr¨¢tica hab¨ªa querido evitar cualquier acci¨®n de protesta que, al coincidir con el aniversario der r¨¦gimen militar, hubiese podido ser interpretada como una provocaci¨®n.
Coincidiendo con este d¨¦cimo aniversario del asalto al palacio de La Moneda, donde Allende intent¨® en vano oponer una resistencia armada a los golpistas, fue renovado ayer por un nuevo per¨ªodo de 6 meses "el estado de peligro en perturbaci¨®n de la paz interior", que otorga al presidente facultades para ordenar detenciones y confinamientos o expulsar del pa¨ªs a quienes crea que atenten contra la paz interior.
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