El Insalud y las huelgas de hambre
El 25 de marzo de este a?o, tras recibir en el hospital la visita del Defensor del Pueblo, ces¨¦ mi tercera huelga de hambre por reclamaciones al Insalud.El 4 de mayo, con la presencia y mediaci¨®n del defensor, se nos ofreci¨® por el director general se?or Revent¨¢s una transacci¨®n por 126 millones correspondientes a dos resoluciones y a intereses b¨¢sicos, de los cuales hab¨ªa que retener 62 millones por d¨¦bitos a Hacienda, bancos y particulares y 12,7 millones por d¨¦bitos a la Seguridad Social, debiendo renunciar a cualquier otra reclamaci¨®n contra el Insalud. En caso contrario, no se nos, pagar¨ªa nada que no fuera por v¨ªa judicial.
Cansado y enfermo, acept¨¦ la f¨®rmula, renunciando a reclamar importantes cantidades de principal y mejores intereses. No ten¨ªa otra salida.
El 25 de julio me telefone¨® don Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez para decirme que ten¨ªa la satisfacci¨®n de comunicarme que el Consejo de Estado hab¨ªa dictaminado la conformidad a la transacci¨®n.No ha sido as¨ª; ?alguien le inform¨® mal al Defensor del Pueblo?
Tampoco el Insalud ha sido fiel a lo pactado, pues, con fecha 10 demayo, hace ascender los d¨¦bitos a la Seguridad Social, a 29,2 millones, lo que me parece una desatenci¨®n al Defensor.
Entonces me veo otra, vez en un callej¨®n sin salida. El Consejo de Estado espera unos documentos del Insalud, que no le env¨ªa ¨¦ste. No s¨®lo se est¨¢ poniendo en entredicho la actuaci¨®n del Defensor del Pueblo, tanto por parte del Insalud como por quien diera la noticia de la aprobaci¨®n por el Consejo de Estado, sino que se est¨¢ demostrando una vez m¨¢s que los mismos interesados en la ruina de Benasa siguen campando en el Insalud, con actuaciones tendentes a crear las dificultades suficientes para que este asunto se prolongue indefinidamente y no se resuelva.
Lo que no tiene explicaci¨®n es la actitud de los mandos actuales en el Insalud. Si el director general participa de esta campa?a de persecuci¨®n a un ciudadano que reclama lo suyo, oblig¨¢ndole a transigir con p¨¦rdida de sus derechos, no corresponde a lo que la doctrina socialista ha pregonado. Si lo hace obligado por la presi¨®n de los antiguos funcionarios que repetidamente han actuado contra Benasa, demuestra que est¨¢ a merced de los elementos. Y no tiene personalidad suficiente para investigar la conducta de unos funcionarios que repetidamente han sido denunciados por m¨ª, en querellas, Prensa y otros medios, sin r¨¦plica alguna. Parece ser que es m¨¢s c¨®modo actuar en mi contra que contra unos supuestos delincuentes que siguen trabajando en el Insalud.
Desde el hospital, en mi tercera permanencia, para tratarme de secuelas de mis huelgas de hambre, enormes dolores nerviosos, ¨²nico resultado conseguido hasta ahora (nunca hab¨ªa estado hospitalizado antes de mis huelgas), espero conocer el resultado de la gesti¨®n del Defensor del Pueblo antes de comenzar otra huelga de hambre. /
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