Un musical en el Oeste

Oklahoma es un musical de gran presupuesto ambientado en el mundo del western. Su origen es un musical de ¨¦xito fabricado por los casi imprescindibles Richard Rodgers y Oscar Hammerstein, responsables de los espect¨¢culos que mayores recaudaciones de taquilla han cosechado en Broadway. Como montaje teatral, Oklahoma se ha repuesto en diversas ocasiones, siempre en olor de multitud.Como pel¨ªcula, su carrera comercial es discreta, ajena a esa revisitaci¨®n nost¨¢lgica a la que se hacen acreedores los musicales con ¨¢ngel. El filme Oklahoma nunca lo tuvo, en gran parte debido a la disparatada elecci¨®n del director que hizo la Metro. Fred Zinnemann, un austr¨ªaco afincado en Hollywood que ha firmado t¨ªtulos legendarios como Solo ante el peligro, era, probablemente, la persona menos adecuada para insuflarle vida a la historia. Su talento nunca ha sido el de un cineasta dotado para un g¨¦nero que precisa ligereza y fantas¨ªa, en el que los sentimientos y emociones se crean desde una apolog¨ªa del artificio. La honesta, realista y teutona mentalidad de Zinnemann hizo que fracasara en el empe?o. Hay otro factor a tener en cuenta a la hora de valorar el filme y es que con el rodaje se inaugur¨® el Tod-Ao, un sistema destinado a mejorar los logros del Cinemascope y a presentar batalla a la televisi¨®n por la v¨ªa del gigantismo. Ah¨ª est¨¢n los mejores momentos de Oklahoma, los de una innegable belleza fotogr¨¢fica a la que no es ajeno Robert Surtees, un excelente director de fotograf¨ªa. Esos momentos tambi¨¦n tiene su contrapartida, hija de las exigencias de planificaci¨®n que comporta el trabajar con ese formato que, tal como dijo uno de los grandes maestros del cine, "s¨®lo sirve para filmar serpientes y cad¨¢veres".

Est¨¢ por ver si TVE respetar¨¢ las medidas y no optar¨¢, como hizo con La hora final, por ofrecer s¨®lo un fragmento de cada fotograma, de manera que todos los personajes se conviertan en fantasmas cada vez que el director les coloca en el borde del encuadre, que as¨ª se transforma y deja de ser un abismo metaf¨®rico para serlo real.

En cualquier caso Gloria Grahame y Shirley Jones ayudan a que la funci¨®n se haga m¨¢s llevadera y que el inter¨¦s del filme no sea estrictamente muse¨ªstico. Un ¨®scar a la mejor banda sonora vino a premiar los esfuerzos de producci¨®n, no art¨ªsticos, de 143 minutos de musical malogrado.

0klakoma se emite, a las 22.00 horas, por la primera cadena.