El viaje en tren fil¨®sofo premiado

En la noche del 14 de septiembre del pasado a?o, Xavier Zubiri viajaba en el talgo que realiza el trayecto entre Ir¨²n y Madrid. ?l hab¨ªa subido en San Sebasti¨¢n, y ya en el tren escuch¨® en el peque?o transistor que le acompa?aba la informaci¨®n de un nuevo atentado terrorista, que se produc¨ªa en su Guip¨²zcoa del alma. Era el viaje de retorno de un mes y medio de vacaciones en Fuenterrab¨ªa. De pronto, tras la noticia amarga de la cr¨®nica violenta, el locutor di¨® a conocer el fallo del jurado del Premio Nacional Santiago Ram¨®n y Cajal, que concede el Ministerio de Educaci¨®n, y que est¨¢ dotado con diez millones de pesetas. Severo Ochoa y el fil¨®sofo viajante compart¨ªan el mayor galard¨®n cient¨ªfico espa?ol. "Este premio de tanta categor¨ªa me produce un gran desconcierto manifest¨® en aquel momento a un periodista de EL PAIS-. Yo no he tenido nunca nada y lo he despreciado todo... Me desborda este galard¨®n. Estoy contento de compartirlo con Severo Ochoa, nos une una vieja y profunda amistad ... ; pero le vuelvo a repetir que estoy anonadado... No me pregunte nada m¨¢s porque no sabr¨ªa responderle, nunca he hecho declaraciones, y espero que pueda librarme de sus colegas esta noche cuando llegue a Madrid...".Su esposa emocionada, y todos los pasajeros del vag¨®n n¨²mero 13 del talgo Ir¨²n-Madrid, felicitaban al fil¨®sofo que ve¨ªa reconocida su labor. Poco antes de que se diera a conocer la noticia, alguien hab¨ªa comentado que exist¨ªa la posibilidad de que Zubiri recibiera el galard¨®n. "Puede que el n¨²mero 13 me d¨¦ suerte; pero no, no me lo merezco... Adem¨¢s, no lo espero", hab¨ªa comentado.

Unos meses despu¨¦s, en febrero, el fil¨®sofo presentaba los dos ¨²ltimos vol¨²menes de su trilog¨ªa Intelecci¨®n humana, titulados Inteligencia y logos e Inteligencia y raz¨®n, que cerraban el ciclo abierto por Inteligencia sentiente. Con ellos, la obra del pensador quedaba culminada.

En 1979, tres a?os antes del pleno reconocimiento oficial espa?ol, Zubiri hab¨ªa recibido otro importante galard¨®n, esta vez compartido con Pedro La¨ªn, del gobierno de la Rep¨²blica Federal de Alemania. Se trataba de la Gran Orden de Servicios, concedida expl¨ªcitamente por la importancia de dos obras -Naturaleza, Historia, Dios y Sobre la esencia- dentro de la historia del pensamiento.