Joaqu¨ªn Bernardo, el mejor torero catal¨¢n
Tras 32 a?os de profesi¨®n, se despide de la tauromaquia
Muchos sustos, miedos y casi glorias han transcurrido por la vida de Joaqu¨ªn Bernad¨® desde que en 1950 se planteara seriamente introducir su vida en esa aventurada profesi¨®n que es el toreo. Desde aquella primera actuaci¨®n en Manresa hasta ¨¦sta, su ¨²ltima y tal vez nada deseada retirada en la Monumental de Barcelona hoy, festividad de la Merc¨¦, ha sido Bernad¨® un torero catal¨¢n por antonomasia, al que sin duda le ha perjudicado m¨¢s que favorecido esta condici¨®n natural. Su fina y elegante figura, tal vez a tenor de su toreo, le delata casi m¨¢s como un gentleman al uso que como matador de toros. Sin aspavientos ni forzados ademanes, se mueve y maneja en la plaza transmiti¨¦ndonos ese algo especial que s¨®lo en la personalidad de los maestros tiene car¨¢cter de arte. Sabido y cierto es que nunca se ha llevado con el estoque y, sin embargo, a la par, mima el capote, y acaricia la muleta.
Ahora ya, y sobre todo en los ¨²ltimos meses se vierten multitud de cumplidos y halagadores calificativos sobre la personalidad de este torero, al que durante casi 30 a?os se ha negado la gran categor¨ªa que tiene. La primera plaza del mundo (Las Ventas, de Madrid) le ha recibido en sus ¨²ltimas actuaciones con el reconocimiento que el p¨²blico exigente dispensa a los verdaderos toreros.Hoy, en la Monumental de Barcelona, matar¨¢ seis toros, por expreso deseo suyo, como pr¨®logo al t¨¦rmino de su carrera. Esta tarde, tras doblar el ¨²ltimo astado, el mejor torero que ha tenido Catalu?a se cortar¨¢ definitivamente la coleta. Este ser¨¢ el final de un diestro que ha ejercido su profesi¨®n con una honradez ejemplar. "Soy un gran profesional que siempre se ha tomado el toreo muy en serio y he procurado dar todo cuanto he podido. A veces hay tardes en las que tus toros no tienen ni un muletazo y esto, por desgracia, apenas lo aprecian los p¨²blicos. No obstante, consciente del peligro que hay, intentas hacer faena, aunque tienes el inconveniente de estar al albur de la cornada. De las 16 que llevo en mi cuerpo, vanas me las han dado siendo consciente de que iba a ocurrir".
El intrincado mundo del negocio del toro parece no haber atisbado nunca al noi de la Riereta: "El toreo es un negocio, lo s¨¦, y el porqu¨¦ yo no encaj¨¦ dentro de ¨¦l es algo que a¨²n hoy me pregunto. Es curioso analizar mis ¨¦xitos: cuantos triunfos he tenido en Barcelona, jam¨¢s han gozado de trascendencia ni repercusi¨®n fuera de Catalu?a. Est¨¢ claro que no han sido muy acertadas mis relaciones p¨²blicas".
Bernad¨® jam¨¢s ejerci¨® el exclusivismo, y manifiesta al respecto: "Las exclusivas son totalmente perjudiciales para la fiesta. Alg¨²n tiempo atr¨¢s, hasta los toreros m¨¢s admirados ten¨ªan que ganarse las corridas tarde a tarde. Pero en la actualidad, cuando se tiene una exclusiva, como les pasa con frecuencia a ciertos toreros, se reduce la ambici¨®n; se sale a la plaza, al principio de temporada,con 60 ¨® 70 corridas firmadas. Si los toros embisten, bien, y si no, a taparse y a quit¨¢rselo de encima, que ya saldr¨¢n astados mejores.
Desde aquellas cuatro inolvidables chicuelinas que realizara en la pasada feria de la Merc¨¦ hasta esta retirada Bernad¨® ha efectuado corridas memorables, en las que ha salido a relucir el bagaje de tantos a?os de torer¨ªa. Torear, como dice Domingo Ortega, es llevar al toro por donde uno quiere. "Es evidente que, con el paso de todos estos a?os, toreo ahora mejor que nunca. El toreo es mucho de intuici¨®n. Si hoy viera el p¨²blico, torear con el capote como lo hac¨ªa, por ejemplo, Mario Cabr¨¦, se quedar¨ªan boquiabiertos", manifiesta Bernad¨®.
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