Una evasi¨®n por la cara
El recluso Ignacio Alonso se fug¨® de la c¨¢rcel de Carabanchel cambi¨¢ndose por su hermano gemelo
En la ma?ana del viernes 17 de septiembre de 1983, un funcionario de prisiones entr¨® en la celda que el joven Ignacio Alonso Mart¨ªn ocupaba en la tercera galer¨ªa de Carabanchel y le comunic¨® que, en breves minutos, podr¨ªa conversar en privado con su novia y con su hermano, tal como hab¨ªa solicitado hac¨ªa unos d¨ªas. El preso se levant¨® del catre y emprendi¨® el camino hacia las salas donde se celebran las comunicaciones ¨ªntimas, llamadas bis a bis en el lenguaje carcelario, donde le estaban esperando ya sus dos visitantes.A lo largo de su vida, Ignacio ha probado una apasionada resoluci¨®n en la defensa de sus ideales y tambi¨¦n de su propia libertad.
Un mes atr¨¢s, Ignacio Alonso hab¨ªa ingresado en la c¨¢rcel de Carabanchel, en calidad de preso preventivo. Nacido en un pueblo salmantino hace 28 a?os, el joven tiene una densa biograf¨ªa como activista revolucionario, que incluye militancias en la CNT de Euskadi y en los Escamots Autonoms Anticapitalistes, equivalente catal¨¢n a los Comandos Aut¨®nomos Anticapitalistas que operan en el Pa¨ªs Vasco, seg¨²n informan fuentes policiales.
En la prisi¨®n de Carabanchel, las comunicaciones bis a bis se celebran en dos peque?as salas situadas al comienzo del pasillo donde est¨¢n los locutorios, a trav¨¦s de los cuales los presos pueden hablar con familiares y abogados. Para acceder a estas salitas, el visitante ha de entregar su carn¨¦ de identidad a la entrada de la c¨¢rcel y luego debe superar dos rastrillos de control. En cuanto al preso, tiene que someterse, al finalizar el encuentro, a una rese?a de sus huellas dactilares, a fin de evitar cambiazos. Estas salas de comunicaciones ¨ªntimas disponen de un peque?o cuarto de ba?o y de un sof¨¢, y en ellas los presos pueden mantener relaciones sexuales con sus mujeres, novias o amigas. A los funcionarios de la prisi¨®n les est¨¢ completamente vedado conocer lo que ocurre dentro de ellas.
Hacia las 13 horas del 16 de septiembre, Ignacio Alonso entr¨® en una de las dos salas de comunicaciones ¨ªntimas y abraz¨® a su novia y a Feliciano, el hermano gemelo del recluso. Media hora despu¨¦s, el preso sali¨® de all¨ª, y, acompa?ado del funcionario, se someti¨® al control de huellas dactilares. Las otras dos personas, mientras tanto, recogieron sus carn¨¦s y abandonaron la prisi¨®n, sin mayores obst¨¢culos. Sin embargo, la sorpresa se produjo cuando las huellas del recluso no coincidieron con las registradas oficialmente. Y, sin embargo, era el mismo: la misma cara, la misma altura, las mismas ropas todo id¨¦ntico. Fue entonces cuando se empez¨® a sospechar de un cambiazo que ya ten¨ªa dif¨ªcil remedio.
Lo que las autoridades penitenciarias no conoc¨ªan es que Ignacio vino al mundo acompa?ado por un hermano gemelo, de nombre Feliciano, quien en un gesto de solidaridad fraternal hab¨ªa ocupado el puesto del recluso.
Feliciano hab¨ªa entrado provisto de una espectacular barba postiza. Durante la comunicaci¨®n ¨ªntima cambi¨® el ap¨¦ndice capilar y sus ropas con Ignacio. Luego, tuvo la sangre fr¨ªa de abandonar la sala por el lado de los presos, entregarse al funcionario, someterse a la comprobaci¨®n de huellas e incluso asombrarse de que no coincidieran con las registradas. Era tiempo que ganaba para la escapada.
El mismo viernes, Feliciano Alonso fue entregado a inspectores de la comisar¨ªa del distrito de C¨¢rmenes, puesto que la ley no admite que nadie cumpla pena por otro. Interrogado por los polic¨ªas, admiti¨® su participaci¨®n en la fuga, pero se neg¨® a revelar cualquier pista acerca del paradero de su hermano. La autoridad judicial decret¨® su procesamiento por complicidad en el quebrantamiento de condena. Al no tener antecedentes, el juez dispuso despu¨¦s su libertad provisional.
Otros precedentes
La fuga peliculera del anarquista Alonso hab¨ªa tenido dos precedentes en la c¨¢rcel Modelo de Barcelona, donde, al parecer, se invent¨® el sistema del cambiazo. El pasado 31 de julio, el preso Antonio V¨¢zquez, el Gita, se evadi¨® del centro penitenciario barcelon¨¦s despu¨¦s de ponerse las ropas de su hermano Manuel, que le hab¨ªa visitado. En esa ocasi¨®n tambi¨¦n el c¨®mplice qued¨® posteriormente en libertad. Algo m¨¢s de un a?o antes, el 24 de junio de 1982, el recluso Antonio Paz hab¨ªa inaugurado el m¨¦todo, cambi¨¢ndose por su hermano Alonso. Pero, en ninguno de los dos casos se daba, adem¨¢s, la circunstancia de la igualdad f¨ªsica de fugitivo y c¨®mplice.Hay un dicho muy popular en la prisi¨®n de Carabanchel que asegura que all¨ª hasta el m¨¢s tonto hace un reloj que funcione con cualquier trozo de madera. Antonio Alvarez, Antonio Retuerta y Alfonso Palomares se evadieron de Carabanchel el pasado mes de junio armados con una pistola de escayola pintada de negro.
El suceso record¨® a muchos aquella escena de la pel¨ªcula Toma tu dinero y corre en la que Woody Allen intentaba una operaci¨®n similar con una pistola de jab¨®n embetunada. Y si el tr¨ªo de fuguistas espa?oles consigui¨® su objetivo donde fracas¨® el actor norteamericano, eso no demuestra sino que la realidad suele superar a la ficci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.