Sorpresa en elecciones alemanas occidentales
LAS ELECCIONES a los Parlamentos de los Estados de Hesse y de Bremen han dado unos resultados muy diferentes de los que se esperaban. Hace falta recordar que han tenido lugar unos seis meses despu¨¦s de las elecciones generales de marzo de este a?o, que dieron una victoria neta a la Democracia Cristiana; ¨¦sta se hallaba convencida de que obtendr¨ªa ahora una reafirmaci¨®n de la tendencia electoral que se hab¨ªa manifestado entonces a su favor. Algunas razones pod¨ªan contribuir al optimismo del partido que dirige el canciller Kohl: en el SPD, el gran rival de la Democracia Cristiana, se ha producido en los ¨²ltimos meses una radicalizaci¨®n de las posiciones internacionales en un sentido pacifista, lo que podr¨ªa alejar a grupos de electores moderados; estaba, incluso, el ejemplo del laborismo brit¨¢nico, condenado a un grav¨ªsimo retroceso despu¨¦s de: haberse comprometido fuertemente en una campa?a contra el armamento nuclear. Por otro lado, las ciircunstancias locales que rodeaban las dos elecciones eran claramente negativas para los socialistas: en Hesse, la socialdemocracia se muestra incapaz desde hace m¨¢s de un a?o de constituir una mayor¨ªa de Gobierno; en Bremen, la crisis de los astilleros crea situaciones particularmente angustiosas para amplios sectores de trabajadores, lo que pod¨ªa apartarles de su. voto tradicional.La realidad ha desmentido estas especulaciones y las esperanzas de la Democracia Cristiana alemana; estos resultados electorales tienen una significaci¨®n que trasciende sin ninguna duda los ¨¢mbitos regionales: son indicativos de corrientes pol¨ªticas profundas en Alemania occidental e importantes para Europa en su conjunto. El Gobierno Kohl, basado en una alianza con los liberales, ha sufrido un golpe serio. Concretamente, en el Estado de Hesse la Democracia Cristiana, confiada en una victoria amplia, hizo campa?a en favor de los liberales para ayudarles a superar el l¨ªmite del 5%, objetivo que ha sido logrado y los liberales han entrado en el Parlamento, aunque a costa de un descenso de la Democracia Cristiana sin precedentes. En cambio, en la elecci¨®n de Bremen, donde cada partido hac¨ªa campa?a para s¨ª, los liberales han quedado fuera del Parlamento. No es exagerado sacar la conclusi¨®n de que el partido liberal se est¨¢ quedando sin un asentimiento propio en la poblaci¨®n alemana; est¨¢ pagando caro el viraje en ¨¢ngulo recto que dio el a?o pasado, abandonando, despu¨¦s de muchos a?os de gobierno conjunto, la coalici¨®n con los socialistas. Pero el retroceso de los liberales no es s¨®lo un problema de partido; es factor de debilidad para el gobierno Kohl en su conjunto.
Las elecciones de Hesse y Bremen tienen necesariamente Un valor particular ante la cuesti¨®n n¨²mero uno de la pol¨ªtica europea en este oto?o de 1983: los euromisiles. Esta cuesti¨®n desempe?¨® un papel secundario en las elecciones generales de marzo pasado. Sin embargo, la Democracia Cristiana capitaliz¨® su ¨¦xito electoral como prueba de un apoyo popular, en Alemania, a la doble resoluci¨®n de la OTAN. Pero, desde marzo, el SPD ha colocado en un lugar destacado de toda su actividad pol¨ªtica el problema de los euromisiles. En su seno, la posici¨®n moderada de Schmidt ha sido m¨¢s y m¨¢s arrinconada y se est¨¢ imponiendo la actitud netamente pacifista representada por Willy Brandt. Es sintom¨¢tico en este orden que el congreso socialista del Estado de Bad-Wurtemberg se haya pronunciado por unanimidad contra la instalaci¨®n de los euromisiles.
Lo ocurrido con el voto verde confirma la solidez de algunos de los fen¨®menos nuevos que se han manifestado en la pol¨ªtica alemana en los ¨²ltimos a?os y que muchos consideraron en un principio accidentales y ef¨ªmeros. Los verdes han superado el nivel del 5% en las dos elecciones. Lo ocurrido en Bremen es particularmente significativo: la presentaci¨®n de tres listas verdes constitu¨ªa un factor inevitable de confusi¨®n y, por tanto, de debilidad. Sin embargo, si la lista de los ecologistas conservadores ha sufrido un retroceso considerable, a cambio ha obtenido una representaci¨®n apreciable la lista verde que corresponde al partido representado en el Parlamento federal; es decir, el partido m¨¢s radical en sus posiciones renovadoras de la vida pol¨ªtica, en la lucha ecol¨®gica y particularmente en el tema del pacifismo. Los verdes son una fuerza pol¨ªtica, y, en cierto modo, cultural, que ha conquistado su propio espacio en la vida alemana contempor¨¢nea, al mismo tiempo que sus posiciones han influido sobre la evoluci¨®n de la socialdemocracia.
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