La campa?a de orden P¨²blico china suma ya centenares de ejecuciones y miles de arrestos y deportaciones
Centenares de personas han sido ejecutadas y varias decenas de miles, arrestadas y deportadas en el curso de la campa?a de orden p¨²blico iniciada hace algo m¨¢s de un mes en China, seg¨²n c¨¢lculos efectuados por Le Monde desde Pek¨ªn.
La ola de represi¨®n, que afecta, con diferencias no esclarecidas, tanto a delincuentes comunes como a disidentes, no parece haber concluido con motivo de la fiesta nacional china, el 1 de octubre, como se auguraba en medios occidentales de Pek¨ªn. Entre las ¨²ltimas ejecuciones conocidas est¨¢ el fusilamiento de un "esp¨ªa" de Taiwan y dos jefes de "sociedades secretas reaccionarias" en la ciudad de Tianjin. Figura tambi¨¦n la condena a la pena capital de un conductor municipal, acusado de "contrabando", "malversaci¨®n" y "violaci¨®n", entre otros cargos. En Lhassa, capital del antiguo reino del Tibet, hoy regi¨®n aut¨®noma china, seis personas fueron fusila das el pasado fin de semana. Con ello, se ha echado por tierra cuatro a?os de acercamiento entre el jefe espiritual de Tibet, el Dalai Lama y Pek¨ªn, seg¨²n declaro el portavoz del Gobierno tibetano en el exilio a France Presse en Nueva Delhi.La existencia de una campa?a de orden p¨²blico queda reflejada en la prensa oficial china. As¨ª, el semanario Zhongguo Fazhi Bao se?alaba a finales de septiembre que 31.000 "criminales" hab¨ªan pasado a disposici¨®n judicial. El mismo mes, el primer ministro Zhao Ziyang, manifestaba que continuar¨¢n las "en¨¦rgicas medidas para prevenir y eliminar la contaminaci¨®n de los esp¨ªritus por la ideolog¨ªa burguesa decadente". Poco antes., la Asamblea Popular china decidi¨® modificar algunas leyes para ampliar la aplicaci¨®n de la pena capital. Entre los delitos graves aparecidos en los ¨²ltimos a?os en China, el secretario general del Comit¨¦ Permanente de la Asamblea, Wang Haribin, mencionaba los perpetrados por "cabecillas de pandillas de hampones, por secuestradores y traficantes de seres humanos y por matones que han lesionado a la gente con brutalidad y crueldad sumas", seg¨²n el semanario chino Beijing.
Tras los a?os de la Revoluci¨®n Cultural, observadores occidentales en Pek¨ªn constatan un aumento de la criminalidad, especialmente entre la juventud urbana. A mediados del a?o pasado, sin embargo, las autoridades dec¨ªan que la criminalidad hab¨ªa descendido sensiblemente y que el ¨ªndice de delitos en China era uno de los m¨¢s bajos del mundo (7,1 por diez mil habitantes). Ahora, los observadores occidentales en Pek¨ªn advierten un cambio de la actitud oficial respecto a la delincuencia.
La represi¨®n se presentaba antes como una tarea que combinaba prevenci¨®n, educaci¨®n y castigo, y cuyo fin era una especie de rearme moral considerado "socialista", se?ala Le Monde. Ahora, se presenta como una "lucha de clases" contra los "enemigos del socialismo". En Pek¨ªn se especula, pues, con la posibilidad de que responda a presiones de los enemigos de la cooperaci¨®n con Occidente. A mediados de octubre se celebra en Pekin un pleno del Comit¨¦ Central del Partido Comunista Chino, objeto de una gran campa?a de "rectificaci¨®n" destinada a agrupar a los 40 millones de afiliados en torno a las orientaciones del hombre fuerte del partido, Deng Xiaoping.
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