Graves problemas de fechas para la organizaci¨®n del mundial de M¨¦xico
La propuesta mexicana de inaugurar la fase final del Campeonato del Mundo de 1986 el 17 de mayo -que ser¨¢ presentada en diciembre a la FIFA- representar¨¢ un importante trastorno para casi la totalidad de los calendarios del f¨²tbol europeo, sobre todo si se tiene en cuenta que el Mundial de Espa?a se inici¨® el d¨ªa 13 de junio.El d¨ªa 21 de junio de 1970, Brasil venci¨® (44) a Italia y se proclam¨® campe¨®n del primer Mundial de M¨¦xico. El torneo se hab¨ªa iniciado el d¨ªa 31 de mayo y participaban 16 selecciones. En este segundo Mundial de M¨¦xico competir¨¢n 24 selecciones y, caso de adoptarse la nueva f¨®rmula de cuatro grupos preliminares de seis equipos, se tendr¨ªan que disputar 68 partidos, 36 encuentros m¨¢s que en 1970. Los organizadores m exicanos afirman que un aplazamiento de la final hasta el mes de julio es inviable, ya que coincidir¨ªa con la temporada de lluvias -dos meses, durante los cuales suelen caer aut¨¦nticas trombas de agua diariamente- Esto afectar¨ªa muy negativamente a la calidad del f¨²tbol y del espect¨¢culo.
El proyecto mexicano provocar¨ªa una reacci¨®n en cadena que plantear¨ªa serios problemas para el f¨²tbol del viejo continente. En primer lugar, M¨¦xico no es una sede c¨®moda para los finalistas europeos por el calor y la altitud. Los expertos calculan que el jugador europeo necesita un periodo del tres semanas para adaptarse a las alturas que superan los 2.000 metros. Los brasile?os efectuaron, en 1970, una concentraci¨®n de veinte dias en Guanajato y Guadalajara. Cabe suponer que los seleccionadores intentar¨¢n estar con sus Jugadores concentrados en la monta?a el d¨ªa 1 de mayo de 1986. Empezar¨ªa,la cuenta atr¨¢s.
Un agobiante calendario
Poniendo como ejemplo una t¨ªpica temporada del f¨²tbol espa?ol, ¨¦sta consiste en 14 fechas para las competiciones europeas; 34 jornadas de Liga; 15 de Copa del Rey, de las cuales s¨¦is coinciden con jornadas europeas; 10 de la Copa de la Liga; 2 de la Supercopa; y pongamos cinco fechas -escas¨ªsimo tiempo- para las actividades de la selecci¨®n. As¨ª, el calendario espa?ol para la temporada 198586 deber¨ªa disponer de 74 fechas, y terminar el d¨ªa 27 de abril de 1986.
Resulta evidente que, a¨²n jugando todos los domingos y todos los mi¨¦rcoles sin perderse ninguno e, incluso, en el d¨ªa de Navidad, la campa?a 1985-86 tendr¨ªa que iniciarse el d¨ªa 11 de agosto. Los jugadores, por lo tanto, volver¨ªan al trabajo durante la primera semana de julio, y los clubes deber¨ªan de haberles concedido vacaciones durante el mes de junio.
Un- calendario tan apretado y agobiante comprometer¨ªa las condiciones de los seleccionados espa?oles, que viajar¨ªan a M¨¦xico inmediatamente despu¨¦s de haber disputado -por vez primera en su vida deportiva- dos partidos por semana durante casi nueve meses.
Hay pa¨ªses que lo tienen peor que Espa?a. Por ejemplo, Inglaterra. Con un campeonato con 42 jornadas, sus problemas para terminar a tiempo un calendario tan cargado, serian enormes. El pr¨®ximo mes de diciembre, los m¨¦xicanos pueden encontrarse con una dura oposici¨®n europea a las fechas propuestas.
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