Mosc¨² cree que la oferta de Reagan sobre armas estrat¨¦gicas aumentar¨ªa el poder militar de EE UU

El Kremlin, a trav¨¦s de la agencia oficial Tass, rechaz¨® anoche las ofertas de desarme en el campo de las armas estrat¨¦gicas hechas por el presidente Ronald Reagan, por considerar que obedecen, seg¨²n Tass, a los deseos de la Casa Blanca de imponer su superioridad militar sobre Mosc¨². Estados Unidos, no obstante, est¨¢ dispuesto a reanudar la quinta fase de las negociaciones sobre la reducci¨®n de armas estrat¨¦gicas intercontinentales (START) con "un esp¨ªritu constructivo", seg¨²n manifest¨® ayer, a su llegada a Ginebra, el general Edward L. Rowny, jefe de la delegaci¨®n norteamericana. La Administraci¨®n Reagan considera que hay que llegar a "un acuerdo equitativo y verificable".

Como en las cr¨ªticas hechas previamente por Mosc¨² a las ¨²ltimas iniciativas de Washington sobre los euromisiles, la agencia oficial sovi¨¦tica acusa al presidente norteamericano de hacer pasar como posturas flexibles una serie de palabras "vagas y oscuras", informa F¨¦lix Bay¨®n desde Mosc¨².La propuesta de Reagan de reducir en m¨¢s de un 5% anual el n¨²mero de cabezas nucleares en los cohetes estrat¨¦gicos -es decir, aqu¨¦llos capaces de alcanzar territorio sovi¨¦tico desde el interior de las fronteras de Estados Unidos- llevar¨ªa a ambas partes a sustituir con "nuevos sistemas de aniquilaci¨®n masivos" los ya existentes y "menos efectivos", dice Tass, que concluye que lo que la Administraci¨®n Reagan pretende es imponer sus deseos de modernizar sus arsenales de armas estrat¨¦gicas.

En Ginebra, el jefe de la delegaci¨®n norteamericana en las negociaciones START dijo que el eventual compromiso sovi¨¦tico-norteamericano debe basarse en una reducci¨®n sensible de los arsenales estrat¨¦gicos de ambas superpotencias. El futuro de la humanidad, agreg¨®, "exige que no escatimemos esfuerzos a fin de evitar los riesgos de una hecatombe nuclear", informa Mart¨ªn Polanco.

Primer contacto

Aunque las negociaciones START no se reanudar¨¢n oficialmente hasta hoy a las once de la ma?ana, ayer por la tarde Rowny mantuvo una reuni¨®n privada de trabajo con su hom¨®logo sovi¨¦tico, el embajador V¨ªctor Karpov, a fin de preparar la agenda. Durante el encuentro, el general Rowny aprovech¨® para hacerle part¨ªcipe de las ¨²ltimas propuestas del presidente Reagan: modernizar las fuerzas nucleares, sustituyendo de forma decreciente (build-down) los misiles bal¨ªsticos intercontinentales en la proporci¨®n de dos viejas cabezas nucleares por cada una nueva.

Esta nueva oferta ya se ve que, por lo menos en el campo propagand¨ªstico, es rechazada por Mosc¨², que por medio de la agencia oficial insist¨ªa ayer en el ¨²ltimo ofrecimiento del Kremlin, formulado por el propio Yuri Andropov, que prev¨¦ la congelaci¨®n de los arsenales estrat¨¦gicos de ambas potencias y luego una reducci¨®n del 25%, que se ir¨ªa incrementando posteriormente.

La Uni¨®n Sovi¨¦tica se ha mantenido aparentemente siempre a la defensiva desde que, a finales de junio del a?o pasado, comenzaron las negociaciones START. Para Mosc¨² era prioritario vincular el proceso negociador de las armas de largo alcance (intercontinentales) con los eventuales resultados de las conversaciones sobre los euromisiles y, mientras tanto, contemporizar.

El Kremlin, de hecho, se conformaba con sellar de alguna manera los acuerdos SALT II, solemnemente firmados en Viena por los presidentes James Carter y Le¨®nidas Breznev el 18 de junio de 1979, pero jam¨¢s ratificados por el Senado norteamericano.