El Nobel de Literatura William Golding proclama su entusiasmo por la vida y desmiente su pesimismo

Leyendo sus libros, podr¨ªa creerse que William Golding es un hombre amargo y pesimista que mira la naturaleza humana con horror. Hablando personalmente con ¨¦l, el nuevo premio Nobel de Literatura es, a sus 72 a?os, un hombre lleno de energ¨ªa, encantador e ingenioso, que acepta con humildad el asalto de los periodistas y admiradores y que proclama su inter¨¦s por la vida y desmiente de manera categ¨®rica el pesimismo que se te atribuye.

"?Pesimista? No, no lo soy. Tampoco mis libros. Depende de c¨®mo los lea usted; si posee una inclinaci¨®n religiosa, los encontrar¨¢, bien al contrario, optimistas". Personalmente, el Nobel de Literatura Golding se considera un hombre de creencias religiosas.Reconoce como suyo este pensamiento: el hombre produce maldad, como una abeja produce miel, pero niega que responda a la creencia de que la vida es horrible: es un pensamiento de ra¨ªces religiosas. Significa, simplemente que existe la maldad en el hombre y que es capaz (le hacer cosas crueles.

William Golding ha sido comparado por algunos cr¨ªticos a Jonathan Swift, el autor de Los viajes de Gulliver: "Me halaga la comparaci¨®n. Swift era un gran escritor, pero creo que yo no soy tan bueno como ¨¦l ni tan divertido. Seg¨²n el premio Nobel, sus novelas tienen la estructura de una tragedia griega. Tal vez se deba a su admiraci¨®n por la literatura cl¨¢sica. Golding conoce perfectamente el griego y el lat¨ªn, aunque ahora afirma que con los a?os ha olvidado gran parte del griego que sab¨ªa.

Los a?os no impiden, sin embargo, que el nuevo premio Nobel siga escribiendo. "Hace tres o cuatro d¨ªas he enviado a mi editor una nueva novela, The paper man. Es algo diferente de lo que he venido escribiendo hasta ahora. Trata de un escritor y de sus viajes alrededor del mundo". Se queda pensativo unos minutos y a?ade: "Ahora mismo no estoy escribiendo nada". Su editor, sin embargo, ha anunciado ya un nuevo libro ambientado en Egipto.

Golding vive desde los a?os cincuenta en un peque?o pueblo de Cornwall, rodeado de campo y de ¨¢rboles. "S¨ª, amo la naturaleza. Siempre he sido un conservacionista y siempre he cre¨ªdo que el hombre est¨¢ arruinando el mundo. En lugar de preguntarme si pertenezco a alg¨²n movimiento ecologista, deber¨ªa usted decir que los movimientos ecologistas est¨¢n de acuerdo conmigo".

La concesi¨®n del Premio Nobel le ha sorprendido. "Ahora sucede que no puedo hacer planes. No s¨¦ qu¨¦ tengo que hacer en los pr¨®ximos d¨ªas, ni si tendr¨¦ que marcharme de aqu¨ª".

Tensa situaci¨®n en la Academia

La Academia Sueca se encontraba, unas horas despu¨¦s de que se hiciera p¨²blico el nombre de William Golding como el ganador del Premio Nobel de Literatura 1983, en una inc¨®moda y tensa situaci¨®n, informa Ricardo Moreno. Por primera vez en la historia de los premios Nobel, discrepancias internas en tomo a la elecci¨®n de alg¨²n candidato salieron a la luz p¨²blica en un tono m¨¢s bien ¨¢spero.

El incidente ha compartido el comentario en los medios suecos con el premio en s¨ª mismo y la personalidad y la obra del escritor laureado. En la solemne y rutinaria historia de la adjudicaci¨®n y entrega de los premios s¨®lo se recuerda un episodio de ribetes semejantes, cuando en 1977 Milton Friedman, laureado con el premio de Econom¨ªa, fue increpado de viva voz en el momento de recibir el premio por un estudiante de impecable frac, que le record¨® todo el da?o que sus consejos estaban ocasionando a diversos pueblos latinoamericanos.

El detonante del conflicto, esta vez, fueron unas declaraciones del escritor y miembro de la Academia Artur Lundqvist, de 77 a?os, formuladas a la agencia de noticias sueca TT horas despu¨¦s de haberse anunciado el nombre del ganador (v¨¦ase EL PAIS de ayer).

Pero la afirmaci¨®n m¨¢s sorprendente de Lundqvist fue la de que hab¨ªan existido irregularidades -que calific¨® de "golpe" (en el sentido de compl¨®) que le hab¨ªan impedido EL ¨¦l poder expresarse en el momento de la decisi¨®n final de la Academia. La respuesta de Lars Gyllensten, secretario permanente de la Academia, no se hizo esperar. Gyllensten, de 61 a?os, sostuvo que Lundqvist hab¨ªa participado todo el tiempo en todas las discusiones y que hablar de que la Academia Sueca hab¨ªa "maniobrado" contra una personalidad como la de Lundqvist era simplemente una gran estupidez". Agreg¨® tambi¨¦n que en ning¨²n momento Lundqvist hab¨ªa propuesto el nombre de Claude Simon como su principal candidato para el premio.