"Los filipinos han perdido el miedo y exigen la dimisi¨®n de Marcos"

"Creo que el sacrificio de mi marido ser¨¢ ¨²til para el pueblo de Filipinas. La gente se ha despertado, ha perdido el miedo y exige la dimisi¨®n de Marcos y el restablecimiento de las libertades y la democracia". Vestida de riguroso luto, Coraz¨®n Aquino, de 49 a?os, madre de cuatro hijos, viuda del l¨ªder de la oposici¨®n, asesinado hace mes y medio en el aeropuerto de Manila, declar¨® a EL PAIS que no piensa entrar en la pol¨ªtica activa, pero s¨ª apoyar todo lo posible a la oposici¨®n contra el r¨¦gimen del presidente Ferdinand Marcos.Pregunta. Se dice que tiene usted dos testigos presenciales del asesinato de su esposo, dos mujeres filipinas que residen en Jap¨®n, que vieron como quienes dispararon contra ¨¦l al pie del avi¨®n eran hombres uniformados.

Respuesta. Prefiero no hablar de ese tema. No quiero poner en peligro sus vidas, ni las de sus familiares aqu¨ª. En su momento haremos p¨²blico todo lo que sabemos.

P. ?Concede usted alguna credibilidad a la comisi¨®n nombrada por el presidente para investigar el crimen?

R. Recuerdo que cuando mi esposo estaba detenido y le iba a juzgar un tribunal militar, ¨¦l se neg¨® a reconocerlo, diciendo que, como civil que era, ten¨ªa derecho a un tribunal civil. Yo siento lo mismo respecto a esa comisi¨®n investigadora. En una sociedad donde no hay justicia, ni Prensa libre y donde los militares tienen tanta influencia, yo no podr¨ªa pedir a ning¨²n testigo que declarara ante la comisi¨®n porque pondr¨ªa en peligro sus vidas.

P. ?Cree usted que el presidente Marcos est¨¢ directamente implicado en el asesinato de su marido?

R. No s¨¦ si est¨¢ directamente, pero desde luego no dio la protecci¨®n adecuada a Benigno en el aeropuerto.

P. Marcos dice que fueron los comunistas...

R. Eso es una locura. Nadie sab¨ªa en qu¨¦ avi¨®n iba a llegar ni desde qu¨¦ ciudad volar¨ªa a Manila. Lo hicimos con mucho cuidado y, adem¨¢s, los comunistas no pod¨ªan saber que iban a subir al avi¨®n cuatro soldados y obligarle a bajar a ¨¦l solo mientras el pasaje permanec¨ªa en el avi¨®n.

P. ?Es cierto que Marcos le envi¨® a usted un mensaje de condolencia?

R. No. S¨¦ que ha declarado eso, pero yo no he recibido tal mensaje. Me han enviado palabras de aliento mucha gente, desde el ex presidente Jimmy Carter hasta el secretario de Estado, Georges Shultz, y estoy recibiendo millares de cartas de los sitios m¨¢s remotos, como Arabia Saud¨ª o Indonesia, en los que Ninoy nunca hab¨ªa estado y de personas que no le conoc¨ªan.

P. ?Qu¨¦ le parecen los actos de protesta que vienen registr¨¢ndose en Filipinas en las ¨²ltimas semanas?

R. Estoy muy feliz de que sea as¨ª. Se ha producido un cambio en la gente. Antes del asesinato de mi marido era muy dif¨ªcil que el pueblo apoyara activamente a la oposici¨®n, recogen dinero para Radio Veritas, van a las manifestaciones. Han perdido el miedo.

Radio Veritas es una emisora cat¨®lica que se ha enfrentado abiertamente al r¨¦gimen de Marcos. Cada mediod¨ªa transmite la oraci¨®n f¨²nebre por Aquino y recoge las veinti¨²n campanadas que tocan todas las iglesias del pa¨ªs, seg¨²n dispuso el cardenal primado, Jaime Sin. Por la noche se reza a diario un rosario por Aquino, y la emisora transmite en directo, en tagalo e ingl¨¦s, todos los actos de protesta.

P. Si la comisi¨®n investigadora no ofrece resultados satisfactorios, ?piensa usted recurrir ante alg¨²n tribunal internacional para que se haga justicia?

R. No s¨¦ si se puede recurrir ante alg¨²n organismo internacional. Pero pienso que lo m¨¢s importante es que todos los filipinos saben quien es el responsable del asesinato.

P. ?Qu¨¦ actividades desarrolla usted ahora a favor de la oposici¨®n?

R. Asisto a muchas conferencias y manifestaciones, como hace mi suegra, mi cu?ado, Butz Aquino, e incluso mi hijo, que tiene veintitr¨¦s a?os. No quiero hacer pol¨ªtica, s¨®lo ayudar a la oposici¨®n. No tengo miedo, s¨¦ que Dios se ocupar¨¢ de m¨ª.

Cory Aquino, como se la conoce cari?osamente, estaba en Harvard (EE UU) cuando mataron a su marido. Despu¨¦s de haber pasado casi ocho a?os en las c¨¢rceles de Marcos y de sufrir un infarto, Benigno Aquino fue liberado en 1980 y viaj¨® a Estados Unidos para operarse del coraz¨®n. Estuvo tres a?os en la Universidad de Harvard y decidi¨® regresar a su pa¨ªs el mes pasado. Sab¨ªa que era un viaje arriesgado, pero "pens¨¢bamos que, como mucho, le iban a detener", dice Cory.