Peter Mortiboy,

18 a?os, ha sido despedido de la Rolls Royce, donde trabajaba y segu¨ªa un curso de aprendizaje, porque el constructor brit¨¢nico de los veh¨ªculos m¨¢s prestigiosos del mundo no tolera a los punkies. Mortiboy iba a trabajar con todo el pelo en punta, gracias a que se lo encolaba, y llevaba 18 pendientes, un collar de perro en el cuello, una pulsera de acero en la mu?eca y un gran clavo en la nariz. La justificaci¨®n que la empresa ha dado a su despido, aceptado por un tribunal de Bristol, es que su cabeza de puerco-esp¨ªn constitu¨ªa un peligro para sus compa?eros. "Niego que mi peinado sea peligroso", se ha defendido el aprendiz. "Jam¨¢s he herido a alguien ni cuando las discotecas est¨¢n a tope". El chico confiesa que duerme boca abajo y que no est¨¢ contento si no lleva la apariencia que quiere.