Fantas¨ªa 'jivi'
El escenario estaba dominado por un gigantesco tanque en el que se hallaba la bater¨ªa. En el cielo negro del tel¨®n de fondo colgaba un luminoso. Escrito con muchas bombillas se le¨ªa: Kiss.Son¨® un estruendo, los cuatro chicos de Nueva York saltaron a las tablas dando botes y..., oh sorpresa: ?ser¨ªan estos hombres hechos y derechos las fant¨¢sticas y enmascaradas criaturas de anta?o?
Estall¨® el primer acorde haciendo saltar por los aires t¨®dos los t¨ªmpanos. Y efectivamente eran ellos: Kiss, con la cara lavada y la virginidad perdida. Desde el prim¨²r momento empezaron con jivi del bueno, una colecci¨®n de canciones magn¨ªficas, todas distintas. Otra sorpresa, porque el jivi se caracteriza fundamentalmente por lo repetitivo de sus maneras y actitudes -no est¨¢ de m¨¢s recordar que el origen de. este folkl¨®rico subg¨¦nero del rock est¨¢ en una ¨²nica canci¨®n de principios de los sesenta, se llamaba You really got me, y la crearon los Kinks-. No cabe duda que desde entonces, despu¨¦s de veinte a?os, lo jivi es ya una constante musical tan perdurable como la rumba, el mambo o el chacha-ch¨¢.
Kiss
Concierto 'rock' Madrid, 13 de octubre. Pabell¨®n de Deportes del Real Madrid.
Kiss ligaron un mont¨®n de m¨²sica excelente con un mosaico de efectos especiales rebosantes de calidad, buen humor y sentido del espect¨¢culo. Bajo un juego de luces sencillamente perfecto fueron arrojando sus bromas lascivas. Paul Stanley, el guitarra, con un sombrero de bombero, inici¨® su oda al fuegg y la cosa continu¨¦ con Gene Simmons enarbolando un estoque de torero en llamas y expulsando infiernos por la boca. Las invitaciones sexuales se suced¨ªan, provocando el entusiamo,en un p¨²blico formado curiosa y casi exclusivamente por caballeros. Y en medio de agitaciones y risas, Simmons adopt¨® las fortalezas del h¨¦roe del comic Conan, trep¨® a las cimas de los altavoces y desde all¨ª descarg¨® con un feeling tremendo un sorprendente "Hala, Madrid; hala, Madrid, Madrid, Madrid...". Los espectadores se encendieron fren¨¦ticos de alegr¨ªa y los chicos de Kiss se subieron al tanque, que comenz¨® a avanzar hacia el p¨²blico, a dar vueltas y lanzar humos de Mefisto. Acabaron interpretando Ch¨²palo con las gentes bailando como locas mientras las pesta?as y los pu?os se disparaban hacia arriba invocando los cielos de la lujuria.
Babelia
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