Los 'f¨®siles vivientes' del t¨²nel de la Atl¨¢ntida
Los buceadores espa?oles no tienen dinero para explorar una riqueza cient¨ªfica que se encuentra sin protecci¨®n
El pasado mes de febrero una expedici¨®n formada por norteamericanos y alemanes occidentales afirm¨® haber descubierto una nueva clase de crust¨¢ceos en el interior del tubo l¨¢vico de los Jameos del Agua, en la isla canaria de Lanzarote, lo que constituye un descubrimiento cient¨ªfico de car¨¢cter excepcional. Mientras tanto, un grupo espa?ol de espeleolog¨ªa y buceo que explor¨® el mismo tubo hace dos a?os y observ¨®, aunque no pudo recoger muestras, estos f¨®siles vivientes, no ha podido hasta, ahora obtener financiaci¨®n para una nueva expedici¨®n, que permitir¨ªa evaluar la riqueza zool¨®gica de esta cueva sumergida y proponer medidas para protegerla.
Los miembros del grupo Standard de espeleobuceo est¨¢n deseando volver a la larga e impresionante cueva, tambi¨¦n llamada T¨²nel de la Aq¨¢ntida, cuya boca de acceso est¨¢ en los Jameos del Agua, convertidos en atracci¨®n tur¨ªstica por voluntad del pintor C¨¦sar Manrique. Se trata del ¨²ltimo tramo del tubo formado por una corriente de lava del volc¨¢n La Corona, que se introduce en el mar por debajo del lecho marino sin que nadie haya podido hasta ahora explorarlo hasta el final.En 1981 los miembros del grupo Standard batieron el r¨¦cord mundial de inmersi¨®n en cuevas submarinas al recorrer 820 metros del t¨²nel. Entonces, en una monta?a de arena situada a 750 metros, observaron unos bichitos desconocidos, pero la prisa y el hecho de que no fueran preparados para ello impidi¨® que sacaran muestras. Desde entonces est¨¢n intentando volver, sin que hayan podido encontrar financiaci¨®n.
Expediciones de otros pa¨ªses no encuentran tantas dificultades, y el T¨²nel de la Atl¨¢ntida se ha convertido en objetivo de otros grupos, para los que el ¨²nico tr¨¢mite a realizar es pedir permiso al Cabildo de Lanzarote. Este permiso nunca es denegado si la expedici¨®n muestra una m¨ªnima seriedad o viene avalada por una universidad, como sucede en la mayor¨ªa de los casos, dada la complejidad de este tipo de exploraci¨®n, a medias entre la espeleolog¨ªa y el buceo.
En febrero de este a?o los miembros de una expedici¨®n norteamericana-alemana occidental afirmaron que hab¨ªan recorrido 1.400 metros de la cueva y que encontraron, cerca del final, unos crust¨¢ceos cuyos parientes m¨¢s cercanos parecen ser otros hallados en 1980 en una cueva de las Bahamas, y que constituyen una nueva clase de crust¨¢ceos.
Nueva clase de crust¨¢ceos
"El descubrimiento de una nueva clase es un hecho excepcional que se da muy pocas veces en un siglo", aclara Antonio Garc¨ªa Valdecasas, zo¨®logo del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, que colabora con el grupo Standard en la preparaci¨®n de una expedici¨®n cient¨ªfica a los Jameos del Agua. "En zoolog¨ªa, la clasificaci¨®n, por orden ascendente, es especie, g¨¦nero, familia, orden y clase. Cuando se encuentra un ejemplar que por sus caracter¨ªsticas no se puede clasificar en alguna de las clases existentes es preciso crear una nueva clase s¨®lo para ¨¦l, que a su vez tendr¨¢ familias, g¨¦neros y especies. En nuestros tiempos una nueva clase es algo excepcional porque indica que se ha encontrado algo totalmente nuevo".Estos crust¨¢ceos pueden considerarse f¨®siles vivientes, nombre que se da a las especies que se consideraban extinguidas y que se descubren para la ciencia moderna.
300 millones de a?os
De hecho, el crust¨¢ceo encontrado en las Bahamas, que ha Vecibido el intrincado nombre de Speleonectes lucayensis y que parece ser similar al encontrado en Lanzarote, es a su vez muy similar a un ser vivo extinguido hace nada menos que 300 millones de a?os, el Tesnusocaris, que s¨®lo se conoce como f¨®sil. Sin embargo, y esto intriga a los cient¨ªficos, la actividad volc¨¢nica en Lanzarote, a consecuencia de la cual se cre¨® el tubo l¨¢vico donde se han encontrado estos crust¨¢ceos, termin¨® hace s¨®lo cinco millones de a?os.En la parte tur¨ªstica de los Jameos se puede observar un cangrejo ciego, el Munidopsis polymorpha, o jame¨ªto, que tambi¨¦n es un endemismo (especie que s¨®lo existe en esa zona) del tubo l¨¢vico. El Jame¨ªto era hasta hasta ahora el ¨²nico ejemplar conocido de la fauna del tubo l¨¢vico, fauna que tras los ¨²ltimos descubrimientos se supone m¨¢s rica y variada.
Comparte con los ejemplares hallados caracter¨ªsticas t¨ªpicas de animales cavern¨ªcolas: p¨¦rdida de pigmentaci¨®n (tendencia al color blanquecino) y regresi¨®n en el desarrollo de los ojos (tendencia a la anoftalmia).
El hecho de que una riqueza cient¨ªfica de este tipo pueda resultar destruida por expediciones deportivas, aficionados o turistas es un peligro real, seg¨²n Jos¨¦ Medina, director del grupo Standard, ya que se trata de poblaciones fr¨¢giles y ¨²nicas que han evoluciona do en unos biotopos delicados que se pueden desequilibrar f¨¢cilmente.
Actualmente no existe ninguna medida legal para proteger estos biotopos, y las expediciones extranjeras pueden sacar del pa¨ªs el material que encuentran. En otros pa¨ªses, como Francia o el Reino Unido, afirma Medina, el control es mucho mayor, y el primer paso conseguir permisos para exploraciones, ya es algo dificil de con seguir.
Espoleados por el esp¨ªritu de competici¨®n y eso que se llama a veces orgullo nacional, los bucea dores espa?oles de este grupo llegan a poner en duda que los norteamericanos y alemanes occidentales hayan recorrido la distancia que afirman, y les extra?a especialmente que no mencionen para nada la monta?a de arena, situada a 750 metros, donde observaron en 1981 ejemplares desconocidos hasta entonces, y afirmen haberlos encontrado mucho m¨¢s adelante. Sin embargo, no ponen en duda el valor de la inmersi¨®n, que adquiere tintes de haza?a para los profanos.
Una nueva inmersi¨®n les permitir¨ªa, adem¨¢s de realizar una labor cient¨ªfica, satisfacer su curiosidad y disipar estas dudas, pero necesitan un equipo de muy buena calidad para el que hasta ahora no han encontrado financiaci¨®n.
A bordo de un torpedo
"Adentrarse en una cueva submarina es una aventura que puede ser muy peligrosa", afirman estos deportistas. "Dependemos totalmente del equipo, de las botellas de ox¨ªgeno, porque como el t¨²nel' se encuentra lleno de agua no existe el recurso de salir a la superficie: la ¨²nica salida es por donde has entrado".
Para batir r¨¦cords, y para llegar m¨¢s adelante en la exploraci¨®n de una cueva tan singular como ¨¦sta, es imprescindible la ayuda de un torpedo, que dispara a los buceadores, uno o dos, a lo largo del primer tramo.
Toda una aventura, que puede parecer sacada de las pel¨ªculas de James Bond. Adem¨¢s, en este caso, no se puede olvidar que nadie sabe d¨®nde termina el misterioso T¨²nel de la Atl¨¢ntida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.