Por unos ¨¢rbitros 'europeos'
El protagonismo, las cr¨ªticas y las dudas sobre su honorabilidad, entre otras lindezas, son moneda com¨²n en cuanto se habla de los ¨¢rbitros en el f¨²tbol espa?ol. Mientras en Europa nadie se rasga las vestiduras por el l¨®gico error humano de un colegiado, que pasa siempre inadvertido, en Espa?a siempre es la base de una derrota, sin contar para nada el fallo habitual del entrenador en la t¨¢ctica o de los jugadores en meter o salvar goles. De cara al Barcelona-Madrid, se ha vuelto a producir.Al club madridista no le gusta Ramos Marco. "Parece que tiene algo contra nosotros", ha dicho Luis de Carlos. Haga lo que haga el colegiado el s¨¢bado en el Camp Nou, dif¨ªcilmente saldr¨¢ bien parado. Y el protagonista no deber¨ªa ser nunca ¨¦l, porque la atracci¨®n es el juego y los jugadores.
El Real Madrid, criticado por haber sido el fuerte favorecido en tiempos pasados, ya no lo es tanto desde su enfrentamiento con la Federaci¨®n, de la que ahora es segundo de a bordo Josep Llu¨ªs N¨²?ez. El primer mandatario del Barcelona fue el principal instigador de la campa?a antimadridista ya no tiene problemas. Al Barcelona le suele caer la moneda arbitral de cara, dentro y fuera del c¨¦sped, a pesar de Jos¨¦ Plaza. Al presidente arbitral, le controlan en sus designaciones un funcionario que tiene a N¨²?ez como vicepresidente econ¨®mico, y un simpatizante del Valencia designado por Pablo Porta, en guerra abierta con el Madrid. Ahora es el Barcelona el que, por ejemplo, si no quiere al ¨¢rbitro mas temido para dentro de casa, Garc¨ªa de Loza" no lo recibe en toda una temporada. Por contra, encuentra al colegiado gallego m¨¢s de media docena de veces en sus desplazamientos.
En El PAIS ha vuelto a quedar en fechas recientes suficientemente reflejado que la organizaci¨®n arbitral, dentro de lo mucho que necesita cambiar el f¨²tbol, precisa una urgente revisi¨®n democr¨¢tica. Acosados por las posibles recusaciones y las posibles represalias de sus mandatarios, la independencia de los colegiados, e, incluso, su calidad, es muy baja, por no decir nula, en general. Pero de ah¨ª a estar continuamente dudando de la honestidad personal de pr¨¢cticamente todos y cada uno de los colegiados a cada error que cometan, parece desorbitado. S¨®lo se consigue encenagar m¨¢s el estamento arbitral, sin darle siquieira oportunidad de ser un producto recuperable, como en otros pa¨ªses.
Tambi¨¦n se ensucia todav¨ªa m¨¢s el f¨²tbol. Pero no es casualidad. As¨ª se salva o se permite ganar tiempo, en sus errores y desmanes, a los directivos que utilizan esas cortinas de humo para no mostrar su verdadera y lamentable cara. Ahora protesta el Madrid, cuya situaci¨®n preag¨®nica no hace falta recalcar. Antes era el Barcelona. Ma?ana, si no se acaban las presiones y los intereses, ser¨¢ otro y los ¨¢rbitros, humanos y con sus equivocaciones, no podr¨¢n ser nunca jueces reales en libertad.
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