Un mill¨®n de personas se manifest¨® ayer en la RFA contra el despliegue de los misiles norteamericanos y por el desarme
Un mill¨®n de personas se manifest¨® ayer en varias ciudades de la Rep¨²blica Federal de Alemania y Berl¨ªn Oeste para expresar su oposici¨®n al estacionamiento de nuevas armas at¨®micas en Europa y exigir una pol¨ªtica, en el Este y en Oeste, que acabe con los gastos de armamento, mientras los ni?os muerern de habmbre,y la disuoluci¨®n de los bloques militares.
La manifestaci¨®n m¨¢s espectacular tuvo lugar en el sur de la RFA, donde unas 200.000 personas formaron una cadena humana de 108 kil¨®metros. Se trataba de unir la ciudad de Neu Ulin, donde se encuentra el campo militar norteamericano que acoger¨¢ a una parte de los cohetes Pershing 2, con Stuttgart, sede del cuartel general de las tropas norteamericanas en la RFA.La manifestaci¨®n m¨¢s numerosa -unas 300.000 personas- y con mayor contenido pol¨ªtico se celebr¨® en Bonn, donde qued¨® de manifiesto la dificultad que tendr¨¢ la socialdemocracia en recuperar la confianza perdida en el movimiento pacifista. Los discursos del presidente socialdem¨®crata (SPD), Willy Brandt, y de la diputada verde Petr,a Kelly dejaron clara la existencia de desconfianza y diferencias.
En Hamburgo se celebr¨® la manifestaci¨®n m¨¢s numerosa de la posguerra, con unas 200.000 personas, que pidieron el fin de la carrera de armamentos. Tambi¨¦n en Berl¨ªn Oeste 100.000 personas se manifestaron por la paz.
En Stuttgart hubo una contramanifestaci¨®n con una caravana de autom¨®viles, en protesta contra los SS-20 sovi¨¦ticos. Durante el recorrido, una persona result¨® atropellada y gravemente herida. En Munich, el presidente del Go bierno b¨¢varo y de la Uni¨®n Social Cristiana (CSU), Franz Josef Strauss, acus¨® a los pacifistas de favorecer los intereses de Mosc¨² y dijo que "cada vez m¨¢s personas se vuelven ciegas ante la experien cia de la historia, que dice que el ansia de paz no trae la paz
Las manifestaciones transcu rrieron pac¨ªficamente y no hubo incidentes graves. En Bonn, la polic¨ªa no apareci¨® m¨¢s que para regular el tr¨¢fico. En el edificio del Ayuntamiento de Bonn hab¨ªa polic¨ªas de uniforme y con flores en la solapa o en el pelo.
Las manifestaciones empezaron por la ma?ana temprano, en un d¨ªa de sol oto?al. A las 11.55 horas, hora simb¨®lica que indica que s¨®lo faltan cinco minutos para el final, los manifestantes formaron una cadena humana en Bonn entre las embajadas de los pa¨ªses que poseen armas at¨®micas: Estados Unidos, Uni¨®n Sovi¨¦tica, Francia, Reino Unido, India, Sur¨¢frica, China e Israel. A mediod¨ªa, los manifestantes se tendieron al suelo y simularon la muerte.
A la misma hora, en el sur de la RFA se formaba la gigantesca cadena humana de 108 kil¨®metros entre Stuttgart y Neu Ulm. El parque central de Bonn se llen¨® hasta los topes, aunque la impresi¨®n es que hubo menos manifestantes que hace dos a?os, a pesar de las cifras infladas por los organizadores, que fueron muy rebajadas por la, polic¨ªa y el Ministerio federal de Interior. Una estimaci¨®n realista permite situar el n¨²mero de manifestantes en toda la RFA y Berl¨ªn Oeste entre 750.000 y un rnill¨®n. El primer orador en Bonn fue el Nobel de Literatura alem¨¢n Heinrich Boell, que record¨® c¨®mo dos a?os atr¨¢s "¨¦rainos una minor¨ªa sospe chosa y los diputados socialdem¨® ciratas se escond¨ªan y ten¨ªan miedo a aparecer en las fotos. Hoy, gracias a Dios, tenemos a los verdes en el Bundestag, una molesta mi nor¨ªa".
La intervenci¨®n m¨¢s problem¨¢tica fue la de Willy Brandt, acogido con divisi¨®n de opiniones por el p¨²blico, de donde salieron r¨¢pidamente unas letras aisladas, que formaron la frase "Willy, hip¨®crita". Hab¨ªa pancartas que dec¨ªan "Willy, cierra el pico" y "Willy, nadie te cree".
Brandt dijo: "Yo estoy aqu¨ª con la tradici¨®n del movimiento obrero y la socialdemocracia, que desde generaciones escribi¨® en sus banderas los objetivos de la paz y nunca trajeron la guerra o la dictadura sobre nuestro pueblo".
Brandt critic¨® a "los poderosos que se han metido en su dura cabeza que el estacionamiento de los Pershing 2 es m¨¢s importante que la retirada de las S S-20", y a?adi¨®: "A eso no podemos decir que s¨ª y tenemos que decir no". Brandt exigi¨® "no estacionar, sino negociar seriamente un acuerdo de las superpotencias para congelar las armas at¨®micas y reducirlas despu¨¦s" y "aplicar medios para la lucha mundial contra la pobreza, el hambre y la opresi¨®n".
Entre los oradores tom¨® la palabra el almirante retirado norteamericano Gene la Roque, que hoy trabaja para un centro de estudios para la defensa. El ex almirante dijo que, "como militar, estoy convencido de que los Pershing 2 y los misiles de crucero no son armas defensivas, no parar¨ªan un ataque y no defienden a Alemania. No son armas de la OTAN, sino de Estados Unidos, y ning¨²n canciller alem¨¢n podr¨¢ decidir sobre ellas".
La diputada verde Petra Kelly acus¨® a Brandt de,"traicionar nuestra confianza", porque el presidente socialdem¨®crata "dijo necesitamos menos cohetes, pero no dijo que no queremos ni un solo cohete", y es absurdo decir no a las nuevas armas at¨®micas y s¨ª a la OTAN.
En Hamburgo, inform¨® la agencia France Presse, unos 4.000 j¨®venes rodearon un diario, de la cadena Springer, cuya salida a los quioscos intentaron impedir. Los j¨®venes atribuyen a este diario la realizaci¨®n de una "campa?a para preparar psicol¨®gicamente para la guerra".
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