Necesidad de la disuasi¨®n
Todos perder¨ªamos en una guerra at¨®mica y sin embargo, la disuasi¨®n nuclear contin¨²a siendo elemento importante de la disuasi¨®n de un ataque sovi¨¦tico, seg¨²n el autor. La disuasi¨®n es fruto del equilibrio, pero los SS-20 sovi¨¦ticos han creado un desequilibrio que conlleva la desaparici¨®n de la disuasi¨®n. La direcci¨®n sovi¨¦tica podr¨ªa sentirse tentada a lanzar un ataque, convencional o nuclear, contra Europa occidental que s¨®lo puede evitarse si Mosc¨² es consciente de que la OTAN estar¨ªa dispuesta a recurrir a todos los medios para rechazarlo. De ah¨ª la necesidad del armamento nuclear t¨¢ctico, de los euromisiles.
La disuasi¨®n sigue siendo hoy, lo mismo que en los ¨²ltimos 37 a?os, la piedra angular de nuestra pol¨ªtica nuclear estrat¨¦gica. Para disuadir efectivamente, hemos de poseer la capacidad -y dar muestras de tenerla- de responder a toda posible agresi¨®n, de manera tal que los costes que provoquemos superen significativamente las ventajas que el agresor pudiera tratar de ganar. Por nuestra parte, no nos enga?amos sobre los peligros de una guerra nuclear entre las grandes potencias: creemos que ninguno de los lados podr¨ªa ganar una guerra de esa clase. Pero el que por nuestra parte reconozcamos esto no basta para impedir el estallido de una guerra nuclear: es esencial que los l¨ªderes, sovi¨¦ticos tambi¨¦n lo entiendan as¨ª.Hemos de asegurarnos que los dirigentes sovi¨¦ticos, al calcular los riesgos de una agresi¨®n, perciban que a la vista de nuestro potencial de respuesta no tienen posibilidad alguna de salir beneficiados desencadenando una guerra nuclear a cualquier nivel. Si los sovi¨¦ticos perciben que nuestras fuerzas pueden, efectivamente, privarles de la consecuci¨®n de sus objetivos en un conflicto nuclear de cualquier nivel en el que piensen y, adem¨¢s, que tal conflicto podr¨ªa llevar a la destrucci¨®n de todas aquellas realidades pol¨ªticas, militares y econ¨®micas que m¨¢s valoran, entonces la disuasi¨®n ser¨¢ efectiva y habr¨¢ disminuido el riesgo de guerra. Este es el resulta de que pretendemos conseguir.
Para hacer m¨¢s intensa la disuasi¨®n de todo ataque convencional o nuclear, sovi¨¦tico contra nuestros aliados de la OTAN, hemos mantenido estacionado durante mucho tiempo en Europa un importante contingente de fuerzas nucleares. Muchos de los sistemas de lanzamiento de cargas tienen sistema doble con capacidad para cargas convencionales y nucleares, ¨¦stas con la debida autorizaci¨®n presidencial y en consulta con los aliados. Estas armas materializan su poder disuasorio al constituir tanto un significativo potencial de combate (eliminando con ello toda expectativa sovi¨¦tica de obtener una victoria r¨¢pida) como una evidente vinculaci¨®n de los dispositivos nucleares estrat¨¦gicos norteamericanos, que representan la fuerza disuasoria ¨²ltima de la OTAN, a la defensa de Europa.
Euromisiles
La finalidad de nuestras fuerzas nucleares no estrat¨¦gicas en Europa es la de servir de disuasi¨®n de todo ataque sovi¨¦tico -convencional de gran escala o nuclear- contra nuestros aliados europeos. Esta disuasi¨®n se funda en la capacidad de la OTAN para responder a la URSS desde Europa y en la clara comprensi¨®n por parte de la URSS de la seguridad de que una guerra convencional / nuclear en Europa acarrea el riesgo de implicaci¨®n de los dispositivos nucleares centrales de Estados Unidos. Todas nuestras Fuerzas nucleares est¨¢n gobernadas por una sola pol¨ªtica coherente, por la cual se rige la articulaci¨®n de nuestras fuerzas convencionales, nuestras fuerzas nucleares no estrat¨¦gicas y las nucleares estrat¨¦gicas. No hay una pol¨ªtica norteamericana aparte en materia de armas, nucleares no estrat¨¦gicas.
A lo largo de estos ¨²ltimos cinco a?os, el despliegue sovi¨¦tico de proyectiles SS-20 destinados a cubrir objetivos situados en Europa ha supuesto una grave amenaza para la verosimilitud de la posici¨®n disuasoria de la OTAN en el contexto de la multiplicaci¨®n de los arsenales sovi¨¦ticos. La fuerza de misiles SS-20, junto con otros dispositivos sovi¨¦ticos nucleares de alcance medio, podr¨ªan dar a la URSS un poder coercitivo apreciable en tiempo de paz o en momentos de crisis, e impedir a la Alianza alcanzar sus objetivos en la eventualidad de una guerra.
Durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, la Uni¨®n Sovi¨¦tica ha buscado, por medio de la propaganda y por medio tambi¨¦n de la diplomacia, desbaratar la unidad estrat¨¦gica de la Alianza. Finalidad primordial de ese esfuerzo ha sido, el obligar a una retirada de las fuerzas norteamericanas, tanto nucleares como convencionales, de Europa. Nuestros aliados europeos quedar¨ªan as¨ª expuestos a la amenaza de las fuerzas de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, sean las estacionadas en Europa Oriental o las que tienen base en territorio sovi¨¦tico; y ello romper¨ªa tambi¨¦n la vinculaci¨®n existente entre la fuerza nuclear disuasoria norteamericana y la defensa de los miembros europeos de la OTAN. De hecho, la raz¨®n de ser de la estrecha relaci¨®n existente entre las fuerzas estrat¨¦gicas norteamericanas y las fuerzas nucleares norteamericanas instaladas en Europa es la de disuadir a los sovi¨¦ticos de cultivar la idea de que podr¨ªan llevar adelante una guerra nuclear en Europa desde un santuario en la URSS.
Mosc¨² miente
Uno de los trucos principales utilizados por los dirigentes sovi¨¦ticos en su campa?a propagand¨ªstica es el de ponerlo todo del rev¨¦s diciendo que Estados Unidos pretende desarrollar una guerra nuclear limitada en Europa. Nada m¨¢s alejado de la verdad. Reconocemos que el uso de toda arma nuclear -ya sea t¨¢ctica o intercontinental- representar¨ªa un cambio de los mismos fundamentos de la guerra. La intenci¨®n misma de nuestro esfuerzo de fortalecer los medios convencionales es la de impedir una situaci¨®n en la que se hiciera necesario el empleo de armas nucleares para detener un ataque convencional.
Si la URSS tiene claro que una agresi¨®n con fuerzas convencionales no puede concluir en victoria por su parte, ya fuera conseguida mediante una r¨¢pida carripa?a o superando en aguante a la OTAN en un conflicto convencional,que tratar¨ªa de prolongar, entonces no habr¨ªa ning¨²n planificador sovi¨¦tico que lanzase tal agresi¨®n. Pero no podemos permitir que nuestra seguridad estribe de manera exclusiva en los c¨¢lculos de un planificador sovi¨¦tico sobre si la URSS puede atacar e invadir con ¨¦xito Europa con sus fuerzas militares convencionales. Como consecuencia de ello, adem¨¢s de la modernizaci¨®n de las fuerzas convencionales de la OTAN y del programa de sostenimiento de fuerzas en combate, la opci¨®n nuclear contin¨²a siendo elemento importante de la disuasi¨®n de un ataque sovi¨¦tico. Si la direcci¨®n sovi¨¦tica es consciente de que la OTAN, de ser atacada, emplear¨ªa llegado el caso todos los medios necesarios para defenderse e impedir a la vez, que la URSS realizase sus proyectos b¨¦licos, entonces la disuasi¨®n ser¨¢ m¨¢s poderosa y se habr¨¢n reducido las posibilidades de estallido de guerra convencional y nuclear.
es secretario de Defensa de Estados Unidos.
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