Estancamiento del tema pesquero en la segunda ronda hispano-portuguesa
La segunda ronda de negociaciones hispano-portuguesas ha puesto en evidencia un estancamiento en el tema pesquero y una relativa apertura en materia de relaciones comerciales.A dos semanas de la cumbre ib¨¦rica de Lisboa, prevista para mediados de noviembre, todos los esfuerzos para desbloquear los acuerdos de pesca entre Espa?a y Portugal tropiezan con la intransigencia de Lisboa, que exige el previo reconocimiento, por Madrid, de dos "posiciones de principio": la prohibici¨®n, para los pesqueros espa?oles, de faenar en la zona de 6 a 12 millas de las aguas portuguesas, y la "reserva absoluta" de la pesca de cigalas para los pescadores portugueses, dentro del mar territorial y tambi¨¦n en la zona de las 200 millas.
La parte espa?ola considera que las dos exigencias portuguesas, que constituyen, de hecho, la renuncia a los derechos convencionales consagrados, hasta 1.989, por el tratado de 1969, no puede ser considerada como una petici¨®n de principios, aunque admita la negociaci¨®n, dentro del marco jur¨ªdico existente, de acuerdos bilaterales que tengan en cuenta la necesidad, t¨¦cnicamente probada, de proteger determinadas especies.
Sobre este punto no hubo ning¨²n progreso en relaci¨®n a las divergencias constatadas en la primera ronda de conversaciones.
En materia de intercambios comerciales, los portugueses abrieron la posibilidad de negociar, en el plazo previsto, hasta finales de diciembre, la aplicaci¨®n parcial de la segunda fase del desarme arancelario previsto en el Anexo P del tratado de adhesi¨®n de Espa?a a la EFTA (Asociaci¨®n Europea de Libre Comercio).
En cambio, Lisboa rechaza la pretensi¨®n espa?ola de una anticipaci¨®n de la aplicaci¨®n de la segunda fase (que debe comenzar en junio de 1984) y -considerando "pr¨¢cticamente segura" la fecha de enero de 1986 para la formalizaci¨®n del ingreso de Portugal en la Comunidad Econ¨®mica Europea-, propone la creaci¨®n de un acuerdo transitorio, dejulio de 1984 a diciembre de 1985.
Alcanzado este acuerdo de principio los t¨¦cnicos de ambas partes deber¨¢n preparar las listas de productos a incluir en los distintos niveles de desarme arancelario. Madrid acepta el eventual congelamiento de la liberalizaci¨®n de algunos productos.
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