Buena ¨®pera

Es evidente que cualquier conocer del mundo de la ¨®pera tendr¨¢ te esta pel¨ªcula una reacci¨®n en distinta a la de los profanos: dr¨¢ calibrar los progresos o reocesos del trabajo de Zeffirelli specto a otros montajes, la caliid de los cantantes, la cadencia e la puesta en escena. Por el conario, quienes ignoramos tales tices, nos encontramos s¨®lo e una pel¨ªcula inusual, que fila ¨ªntegramente una ¨®pera, respedo incluso los tiempos mus¨ªcas que carecen de acci¨®n dram¨¢tia. El resultado es, l¨®gicamente, orprendente, y en esa medida aus¨ªble, pero permite pensar mbi¨¦n en la inevitable contradic¨®n estil¨ªstica que surge de la ezcla de tantos g¨¦neros distins: no s¨®lo es teatro, sino ¨®pera, puesta en un lenguaje cinemato¨¢fico que posee costumbres o lees propias para su narrativa.Tal conflicto quiere ser superao por Zeffirelli aplicando una uesta en escena que haga olvidar 1 origen del plano general que es iempre el teatro, enriqueciendo s ¨¢ngulos espectaculares de la ¨²sica de Verdi, inventandoflash acks o im¨¢genes ilustrativas delos recuerdos y deseosde los personajes. Ciertamente, George Cukor pudo narrar mejor la historia de esta desvalida mujer enamorada en Margarita! Gautier, que interpret¨® Greta Garbo, aunque, claro est¨¢, sin la fascinante partitura de Verdi.

Zeffirelli comete numerosos excesos en su cuidado del vestuario o de la ambientaci¨®n, por esa mala herencia que ha dejado el buen gusto de Visconti a tantos superficiales alumnos. Consigue, sin embargo, que algunos momentos de la acci¨®n, corno el que corresponde al tercer acto, con el violento reencuentro (de los amantes en un casino de Par¨ªs, obtenga su plenitud dram¨¢tica; a juicio de quienes conocen sobradamente la ¨®pera, logra tambi¨¦n que el famoso ballet de los toreros tenga una brillantez infrecuente, lo que no deja de sorprender desde el cine musical. cl¨¢sico, que ha logrado mejoresefectos en sus mejores pel¨ªculas.

La traviata es, pues, un filme irregular, en el que, por exceso, aparecen numerosos errores, pero en el que tambi¨¦n hay momentos de indiscutible calidad cinematogr¨¢fica. Queda aunada su propuesta por la espl¨¦ndida presencia de Teresa Stratas que, a su vez excelente, a?ade admirables condiciones de actriz. Pl¨¢cido Domingo le da sobriamente la r¨¦plica.