Un 'resfriado' impide a Andropov conmemorar la Revoluci¨®n de Octubre
La ausencia del l¨ªder sovi¨¦tico, Yuri Andropov, de 69 a?os de edad, en los actos conmemorativos de la Revoluci¨®n de Octubre -que ayer, como marca la tradici¨®n, tuvieron lugar en el Kremlin- ha incrementado durante las ¨²ltimas horas los rumores alarmantes sobre su precario estado de salud. El lugar de Andropov fue ocupado por uno de sus delfines, Grigori Romanov, de 60 a?os.
Romanov advirti¨® en su discurso que la instalaci¨®n de cohetes nucleares sovi¨¦ticos en la RDA y en Checoslovaquia no ser¨¢ la ¨²nica contramedida que adopte la URSS ante el despliegue de los euromisiles norteamericanos.Al finalizar la ceremonia, el jefe del departamento de informaci¨®n internacional del Comit¨¦ Central del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS), Le¨®nidas Z miatin, abandonando su habitual laconismo, dijo a un grupo de corresponsales occidentales que Andropov padec¨ªa un resfriado y, aunque rest¨® importancia a la dolencia, agreg¨® que no cre¨ªa que el l¨ªder de la URSS fuera a asistir ma?ana al desfile militar en la plaza Roja.
Andropov -quien dentro de seis d¨ªas cumplir¨¢ el primer aniversario de su llegada al poder- sigue sin ser visto en p¨²blico desde hace casi dos meses y medio, lo que hace pensar que padece algo m¨¢s grave que ¨¦l simple resfriado del que, ins¨®litamente, la prensa de Mosc¨² se hizo eco ya el pasado domingo. Fue precisamente el principal rival de Andropov -Constantin Chernienko, de 72 a?os- quien encabez¨® ayer la comitiva que lleg¨® al Palacio de Congresos del Kremlin para conmemorar solemnemente la revoluci¨®n de 1917.
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Grigori Romanov, uno de los 'delfines' de Yuri Andropov, pronunci¨® ayer el discurso sobre la Revoluci¨®n de Octubre
Viene de la primera p¨¢gina
La salud de Yuri Andropov ha dado lugar a todo tipo de rumores desde que accedi¨® a la secretar¨ªa general en noviembre de 1982, tras el fallecimiento de Leonidas Breznev. Diversas fuentes diplom¨¢ticas occidentales coinciden en afirmar que el m¨¢ximo dirigente de la Uni¨®n Sovi¨¦tica padece una enfermedad renal, que le obliga a frecuentes sesiones de di¨¢lisis (ri?¨®n artificial), lo que explicar¨ªa sus temblores y el d¨¦bil aspecto que ha lucido en sus ¨²ltimas apariciones p¨²blicas.
Un occidental que tuvo la oportunidad de verle el pasado mes de julio cont¨® c¨®mo el l¨ªder sovi¨¦tico estaba excesivamente abrigado para la temperatura que se disfrutaba entonces. Este mismo testigo ha relatado recientemente que Andropov no lograba reprimir los temblores, a pesar de llevar puesta bajo la camisa una c¨¢lida camiseta de angora.
El cerebro sigue en forma
Las diversas personalidades que se han entrevistado con ¨¦l cuentan como su cerebro est¨¢, sin embargo, en muy buena forma. El ¨²ltimo pol¨ªtico extranjero que convers¨® con Andropov fue Alinasser Mohamed, l¨ªder de Yemen del Sur, quien visit¨® a su colega de la URSS a finales de septiembre, posiblemente en la residencia de descanso que ¨¦ste posee en el norte del C¨¢ucaso.
Hace dos semanas Andropov suprimi¨® el viaje que ten¨ªa previsto realizar a Bulgaria. Durante el a?o que lleva en el poder han sido frecuentes las alteraciones en la agenda del l¨ªder sovi¨¦tico, que han obligado al menos a dos de sus invitados -el ministro de Asuntos Exteriores franc¨¦s, Claude Cheysson, el pasado invierno, y el canciller de Alemania Occidental, Helmut Kohl, a principios de julio- a ,cambiar las fechas inicialmente previstas para sus conversaciones.
Algo ins¨®lito
El domingo pasado, los diarios de Mosc¨² publicaban en su primera p¨¢gina un comunicado ins¨®lito: Andropov se dirig¨ªa por escrito a un congreso de m¨¦dicos pacifistas que ten¨ªa lugar en Mosc¨² lamentando no poder haber asistido personalmente por padecer "un resfriado".
Nunca los peri¨®dicos moscovitas hab¨ªan hecho referencia a ninguna enfermedad del l¨ªder de la URSS, ni de Andropov ni de sus antecesores.
En los archivos s¨®lo constaba un precedente: un p¨¢rrafo en un discurso pronunciado por el ministro de Asuntos Exteriores, Andei Gromiko, en el que ¨¦ste excusaba la ausencia de Leonidas Breznev de una cena oficial durante una gira que ambos celebraron por un pa¨ªs asi¨¢tico. Pero en. aquella ocasi¨®n -se recordaba en Mosc¨²- la "desaparici¨®n" del l¨ªder s¨ª que necesitaba de una explicaci¨®n para evitar un incidente diplom¨¢tico, peligro inexistente, sin embargo, en el caso del congreso de los m¨¦dicos pacifistas.
Fue precisamente uno de los supuestos delfines de Andropov -el miembro del Politbur¨® y del secretariado Grigori Romanov, de 60 a?os- quien ley¨® ayer el tradicional discurso conmemorativo de la Revoluci¨®n de Octubre, de una hora de duraci¨®n.
En la intervenci¨®n de Romanov no abundaban las citas ni los elogios ditir¨¢mbicos con que sol¨ªa obsequiarse siempre el anterior l¨ªder sovi¨¦tico, Leonidas Breznev.
Romanov dedic¨® buena parte de su intervenci¨®n a los temas internacionales, sugiriendo que los nuevos cohetes que la URSS plantar¨¢ en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana y en Checoslovaquia no constituir¨¢n la ¨²nica respuesta que los sovi¨¦ticos den a los euromisiles norteamericanos que comenzar¨¢n a instalarse en breve sobre el viejo continente.
Granada y L¨ªbano
Romanov critic¨® tambi¨¦n la invasi¨®n de la isla de Granada y la presencia de fuerzas estadounidenses en L¨ªbano.
Adem¨¢s se mostr¨® partidario del proceso de "normalizaci¨®n" de las relaciones con China -que se reabri¨® hace poco m¨¢s de un a?o, al final de la era Breznev- y dijo que su pa¨ªs siempre estaba dispuesto a reanudar el di¨¢logo con Washington, si bien refiri¨® lo que ya fue anunciado por el propio Andropov en una reciente entrevista publicada en Pravda: el inicio de la instalaci¨®n de los euromisiles obligar¨ªa a Mosc¨² a interrumpir su presencia en las negociaciones de Ginebra sobre armas de alcance medio.
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