Reagan llega a Tokio bajo fuerte protecci¨®n y decidido a convencer a Jap¨®n de que se rearme
La Administraci¨®n norteamericana del presidente Ronald Reagan quiere potenciar el poder¨ªo militar japon¨¦s para hacer frente al "fortalecimiento de la Uni¨®n Sovi¨¦tica", incluido el despliegue de unos 120 misiles SS-20 en la zona asi¨¢tica. En su primera jornada en Tokio, Reagan se entrevist¨® ayer con el primer ministro japon¨¦s, Yastihiro Nakasone, con quien abord¨® cuestiones militares y comerciales. Fue recibido tambi¨¦n por el emperador Hirohito y se aloj¨® en el palacio de Akasaka, mientras unos 90.000 polic¨ªas velaban por su seguridad, inquietados por unos 5.000 manifestantes, contrarlos al rearme de Jap¨®n.
ENVIADO ESPECIAL, Ronald Reagan es "portador de un mensaje de paz y prosperidad hacia los aliados de EE UU en Asia", seg¨²n manifest¨® un alto funcionario de la Casa Blanca. Pero para Reagan la paz s¨®lo puede "preservarse con una defensa fuerte". Para ello EE UU espera contar con una mayo, cooperaci¨®n de Jap¨®n en el control de la zona asi¨¢tica. Washington, siguiendo la corriente de los acontecimientos de una pol¨ªtica exterior norteamericana, cada vez m¨¢s militarizada, quiere aprovechar la buena predisposici¨®n del actual primer ministro japon¨¦s, Nalcasone, considerado como un gobernante conservador y muy pro estadounidense. Nakasone marc¨® su primer giro hacia la mejora de las relaciones militares con EE UU durante su visita a Washington, el pasado mes de febrero. La corrobor¨® en la reciente cumbre econ¨®mico-pol¨ªtica de Williamsbourg (con el apoyo al despliegue en Europa de los misiles Pershing 2 y Cruise) y parece dispuesto a ratificarlo durante la estancia de Reagan en Jap¨®n.Estados Unidos quiere que Jap¨®n aumente sus gastos militares (menos del 1 %del producto interior bruto en la actualidad) y que la flota japonesa controle mejor las aguas fronterizas con la URSS. Para intentar convencer a una opini¨®n p¨²blica un tanto reacia al rearme, Reagan cuenta con el argumento del derribo del avi¨®n comercial surcoreano por parte de cazas sovi¨¦ticos el pasado 1 de septiembre, como recuerda en sus discursos.
Poder¨ªo limitado
La iron¨ªa de la historia hace que el presidente Reagan choque en su prop¨®sito de revitalizar el poder¨ªo militar japon¨¦s con una constituci¨®n redactada casi al dictado del general, McArthur, al t¨¦rmino de la segunda guerra mundial. En materia militar, la Constituci¨®n japonesa s¨®lo permite un poder¨ªo limitado a las necesidades de la autodefensa. Nakasone recuerda en el Parlamento que reforzar el Ej¨¦rcito est¨¢ dentro de las normas constitucionales. As¨ª opinan tambi¨¦n consejeros del presidente Reagan, como el influyente Edwin Meese, al decir que "debido a la actual situaci¨®n pol¨ªtica internacional, quiz¨¢ la Constituci¨®n no est¨¦ al d¨ªa".La pol¨¦mica de la defensa, avivada por la visita de Reagan, coincide en el plano pol¨ªtico japon¨¦s con elecciones generales para el pr¨®ximo mes de diciembre,ante la negativa del ex primer ministro Kakuei Tanaka de dimitir de su esca?o, al ser condenado por aceptar un soborno de dos millones de d¨®lares (m¨¢s de 300 millones de pesetas) recibidos de la multinacional norteamericana Lockheed. La confortable mayor¨ªa con que cuenta el partido liberal de Nalcasone no deber¨ªa sufrir ning¨²n rev¨¦s electoral, con lo cual el programa de Reagan para reforzar militarmente a Jap¨®n podr¨¢ continuar sin problemas.
Los litigios comerciales entre Jap¨®n y EE UU, en aranceles, relaci¨®n d¨®lar-yen y un d¨¦ficit de balanza comercial de 20.000 millones de d¨®lares contra EE UU, fueron tambi¨¦n tratados durante la primera entrevista Reagan-Nakasone. El presidente norteamericano hablar¨¢ ma?ana ante la Dieta (Parlamento japon¨¦s) con un discurso que se anuncia moderado, seg¨²n los medios de la Casa Blanca, antes de continuar su gira asi¨¢tica, en la que visitar¨¢ Corea del Sur, con etapas en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas y Seill.
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