En medios jur¨ªdicos de Vizcaya se considera inadmisible el traslado a Madrid del caso de la quiebra de Naviera Aznar
En los medios jur¨ªdicos vascos ha causado alarma una resoluci¨®n del Tribunal Supremo por la que se acuerda trasladar a un juzgado de Madrid el expediente de la quiebra de la naviera Aznar, que ven¨ªa tramitando desde el pasado mes de enero el juzgado n¨²mero 1 de Bilbao. Esa preocupaci¨®n, de la que se ha hecho eco, mediante una dur¨ªsima nota, el colegio de abogados de Vizcaya, es tanto mayor por cuanto la resoluci¨®n no aparece motivada, mientras que se tiene constancia de que el argumento sustancial alegado por quienes instaron al Tribunal Supremo a resolver en tal sentido, fue que la situaci¨®n sociopol¨ªtica actual del Pa¨ªs Vasco podr¨ªa impedir a los tribunales actuar con Imparcialidad.
La mencionada resoluci¨®n, fechada el 28 de julio, se limita a designar como juez especial del procedimiento de quiebra al magistrado Gabriel Gonz¨¢lvez, titular del juzgado 17 de Madrid "seg¨²n faculta el decreto ley de 17 de julio de 1947". En el texto del acuerdo se presenta ¨¦ste como respuesta al "expediente sobre petici¨®n de juez especial" abierto a propuesta de los representantes legales del Banco de Cr¨¦dito Industrial, Banco Urquijo y otros acreedores hipotecarios de Aznar. La resoluci¨®n, se adopt¨® "por unanimidad".Los representantes de los peticionarios de la quiebra -los trabajadores de Aznar- interpusieron recurso de reposici¨®n alegando sustancialmente que el decreto ley de 1947 solo prev¨¦ el nombramiento de juez especial "a iniciativa de la sala, o a petici¨®n del presidente de la Audiencia Territorial, el fiscal del tribunal Supremo o el Ministerio de Justicia", pero no a petici¨®n de particulares -en este caso, algunos de los acreedores.
La petici¨®n al Tribunal Supremo fue pasada a firmar a otros acreedores que se negaron a suscribirla, v¨ªa por la que los trabajadores han podido tener conocimiento indirecto de las razones alegadas por los firmantes de la petici¨®n. El argumento fundamental de dicho texto ser¨ªa, seg¨²n la mencionada fuente, el contexto sociopol¨ªtico del Pa¨ªs Vasco", que en el escrito remitido al alto tribunal se ilustraba mediante. diversos recortes de art¨ªculos aparecidos en la prensa local sobre la quiebra de Aznar, y que, a juicio de los peticionarios, impedir¨ªa a los tribunales actuar con plena imparcialidad.
"Estupor"
De ah¨ª que el Colegio de Abogados de Vizcaya exprese su "preocupaci¨®n y desacuerdo" con la resoluci¨®n y que considere, en particular, "inaceptable" cualquier alegaci¨®n que sostenga la tesis de que "el juzgado de Bilbao estaba afectado en sus posibilidades y criterios de imparcialidad por la situaci¨®n sociopol¨ªtica de Euskadi". Ello no s¨®lo "no se corresponde con la realidad", sino que, seg¨²n el Colegio "afecta grav¨ªsimamente a los miembros de esta instituci¨®n y a todos los justiciables", por cuanto su consideraci¨®n "deber¨ªa conduc¨²a trasladar a Madrid toda la Administraci¨®n de Justicia que existe actualmente en el Pa¨ªs Vasco".El Tribunal Supremo, mediante acuerdo adoptado por su sala de Gobierno el 14 de octubre pasado, desestim¨® el recurso presentado contra el nombramiento de juez especial. El razonamiento empleado por el alto tribunal ha causado, seg¨²n la expresi¨®n literal empleada del colegio de abogados, "estupor".
Cenizas de un imperio
Por su parte, el comisario de la quiebra, Ant¨®n Hern¨¢ndez Zubizarreta -que, al igual que el depositario, ha sido confirmado en sus funciones por el juez ahora, designado-, neg¨® ayer rotundamente, a preguntas de este peri¨®dico "haber recibido presiones, de cualquier tipo, ni por parte de los acreedores ni por parte de los trabajadores".La naviera Aznar, heredera de la antigua naviera Sota y Aznar, fue la primera empresa espa?ola del sector durante los a?os cincuenta y sesenta. La expropiaci¨®n por el r¨¦gimen de Franco de las acciones de la familia Sota, cuyo patriarca, Ram¨®n de la Sota, fue un importante mecenas del nacionalismo vasco del primer tercio del siglo XX, puso en manos del clan Aznar, vinculado al entorno m¨¢s inmediato de Franco, una flota que lleg¨® a poseer 40 buques y que domin¨® las rutas mar¨ªtimas entre la pen¨ªnsula y las dos Am¨¦ricas durante decenios. Una deficiente gesti¨®n econ¨®mica y en particular la apuesta por una f¨®rmula de transporte de lujo para pasajeros, que se revelar¨ªa ruinosa, min¨® durante los a?os setenta lo que hab¨ªa sido floreciente imperio, conduci¨¦ndolo a la quiebra.
A fines de 1981, cuando fallece del presidente del Consejo, Eduardo Aznar, el pasivo se estima en unos 5.000 millones de pesetas, mientras que una valoraci¨®n realista del activo, fundamentalmente compuesto por ocho buques y el edificio de la sede de la compa?¨ªa en Bilbao, no superar¨ªa los 3.500 millones de pesetas. Ante el temor de que la empresa, de acuerdo con los acreedores bancarios, procediera a liquidar fulminantemente el patrimonio, los trabajadores, 530 entre personal de flota y de oficinas, decidieron instar por su cuenta la declaraci¨®n de quiebra a, fin de garantizar as¨ª la percepci¨®n de los salarios adeudados.
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