Joan Sales, retrato rom¨¢ntico de un autor
En la hora de su muerte, al recordar a Joan Sales, la memoria busca, m¨¢s all¨¢ de la persona, del amigo al que trat¨¦ tanto en los ¨²ltimos 15 a?os, la silueta de su h¨¦roe de ficci¨®n preferido, y que sin duda se parec¨ªa a ¨¦l m¨¢s qu¨¦ a nadie: el Soler¨¢s de Incerta gl¨°ria, el centro de todo ese turbulento y apasionado relato de amor y de guerra, pero a quien s¨®lo conocemos por la intensidad de su reflejo en las vidas de los dem¨¢s.Sales no fue un desconocido, pero s¨ª un hombre mal conocido; su actividad como editor, capital en una ¨¦poca muy dificil de la literatura catalana, quiz¨¢ contribuy¨® enmascararle ante la opini¨®n, ofreciendo una excusa para hablar de ¨¦l como de alguien que tambi¨¦n era escritor. Gan¨® important¨ªsimos premios, su novela conoci¨® muchas ediciones, se tradujo al castellano y al franc¨¦s, pero nunca tuvo ese relumbr¨®n de vistosidad que hace popular.
El libro de su vida
En su trato personal Sales parec¨ªa estar muy lejos de su Soler¨¢s, no era como ¨¦l de humor histri¨®nico y estrafalario, mitad fil¨®sofo c¨ªnico, mitad santo impensable de rompe y rasga; pero tras la superficie de su afabilidad real, de su aparente mesura y de su gran sentido com¨²n, asomaba todo un nudo de paradojas que hac¨ªa fascinante su modo de ser, y, que nutri¨® el romanticismo desu mejor libro. Era violento de condici¨®n -un violento reprimido- y a la vez de una bondad extrema, r¨ªgido en sus ideas, y con una lucidez singular que le inclinaba a un humor irrespetuoso para con casi todo; delicad¨ªsimo en su cortes¨ªa, pero sincero y franco hasta el hero¨ªsmo; tenaz y melanc¨®lico, an.imoso y pesimista, inseparable de sus grandes ideales y tambi¨¦n desenga?adamente burl¨®n.Todo ese manojo de contradicciones se armonizaban de un modo tan humano, tan rico en cualidades ¨ªntimas, en talento y en cultura, que le hac¨ªa, para quien quisiera tomarse la molest¨ªa de comprenderle un poco, una figura extraordinaria que forzaba a la admiraci¨®n. Intransigente y cordial como pocos, incapaz de tomarse a broma nada serio y no menos incapaz de tomarse en serio todo lo dem¨¢s, lleno de dignidad y desgarradamente sat¨ªrico.
Incerta gl¨°ria, el gran libro de su vida, fue el fruto de m¨¢s de 20 a?os de trabajo; prerniado en 1955 con el Joanot Martorell, inici¨® una larga pugna con una censura tan hostil como miope que le mutil¨® gravemente la novela, hasta que en 1968 el Premio Ramon Llull abri¨® la posibilidad de que, en la estela de la traducci¨®n castellana, pudiera publicarse el original catal¨¢n ¨ªntegro.
Esta versi¨®n castellana coinci di¨® con un estado de excepci¨®n que estuvo a punto de frustrar el intento, pero, una vez superados todos los obst¨¢culos, aunque dio a conocer a Joan Sales al p¨²blico de toda Espa?a, no tuvo el eco que el libro merec¨ªa en realidad. Las azarosas circunstancias de tantos a?os le movieron a idear una especie de desquite imaginativo, la cuarta y ¨²ltima parte de la novela sobre el per¨ªodo de la posguerra que a mi juicio era un error o que por lo menos pertenec¨ªa a otra es fera.
Incerta gl¨°ria, a pesar de este fi nal extra?o, es un magn¨ªfico libro, al igual que su autor, no desconocido, pero s¨ª mal conocido; relegado al caj¨®n tem¨¢tico de las cr¨®nicas de la guerra civil, quiz¨¢ los franceses, m¨¢s que la propia cr¨ªtica espa?ola, han sido los ¨²nicos que han sabido ver en la obra algo m¨¢s que un testimonio b¨¦lico e incluso que una historia de amor: es una desconcertante historia de una mujer y de tres hombres enamorados de ella, todos, como el pa¨ªs entero, envueltos en el torbellino de la guerra civil.
Incerta gl¨°ria es un pat¨¦tico homenaje al idealismo de lajuventud y de la fidelidad a ella, a unos ideales alt¨ªsimos y crispados que las personas mayores traicionan; Soler¨¤s, a la sombra de Kierkegaard incurable rom¨¢ntico enamorado del fracaso, de todas las causas perdidas y de todos los imposibles el desarraigado sin familia y sin convicciones, se ve asediado a un tiempo por los desenga?os y por la evidencia de la fe. En su mezcla de ascetismo y de melancol¨ªa por la juventud que se va, de fe inconmovible y de escandalosas truculencias, de intimidad dolorida y de tensi¨®n heroica frustrada, hay como un retrato novelesco de la personalidad m¨¢s secreta de Joan Sales; un gran escritor que ocultaba detr¨¢s de una exigente noci¨®n de la sencillez a un verdadero artista.
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