Los socialdem¨®cratas de la RFA se pronuncian contra los euromisiles

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Schmidt habl¨® durante m¨¢s de hora y media, con los recursos ret¨®ricos de sus mejores d¨ªas. Su texto fue brillante y bien construido, con elementos de reflexi¨®n interesantes sobre el "esp¨ªritu de los tiempos" y el "alma alemana", incluso con una cita del escritor Heinrich Heine. El ex canciller evit¨® la arrogancia que le caracteriza y asegur¨® a los delegados que no conseguir¨¢n convertirlo en "testigo contra su propio partido" y no votar¨¢ con los democristianos en el debate parlamentario que se inicia ma?ana en Bonn sobre el estacionamiento de los nuevos euromisiles.

El punto flaco de Schmidt estuvo a la hora de afrontar argumentativamente las objeciones de los que se oponen a los misiles. El ex canciller recorri¨® los argumentos -olvid¨®, consciente o inconscientemente, el de la posibilidad de una guerra nuclear localizada en Europa- y se limit¨® a decir que "esto habr¨ªa estado mejor", cuando su l¨ªnea intelectual le llevaba a posiciones cr¨ªticas sobre los mis?lesja "doble decisi¨®n" o Estados Unidos.

El discurso de Schimidt estuvo presidido por la idea fundamental de que el rearme sovi¨¦tico exige una respuesta y el estacionamiento de los misiles es la ¨²nica posible, si fracasan las negociaciones de Ginebra. Argument¨® tambi¨¦n el ex canciller con la idea del aislamiento internacional del SPD: "Nosotros, socialdem¨®cratas, no podemos aislarnos en la oposici¨®n. Con la excepci¨®n provisional de Holanda, que todav¨ªa no se decidi¨®, los otros Gobiernos formados por nuestros partidos aliados tienen una opini¨®n diferente a la mayor¨ªa de este partido. Tambi¨¦n Mitterrand, Gonz¨¢lez y Soares, con los que habl¨¦ estos d¨ªas pasados, tienen otra opini¨®n". Schmidt cit¨® a Felipe Gonz¨¢lez como apoyo de sus tesis contra la mayor¨ªa de su partido.

Al concluir su discurso, Schmidt cosech¨® un aplauso de un minuto y siete segundos, se levant¨® dos veces a saludar, pero nadie se levant¨® a darle la mano, y a su lado Brandt no aplaudi¨® ni una sola vez. La ruptura entre estos dos l¨ªderes de la socialdemocracia alemana, los dos ex cancilleres, era manifiesta en los gestos externos.

Despu¨¦s de Schmidt tom¨® la palabra el jefe del grupo parlamentario socialdem¨®crata, Hans-Jochen Vogel, que carece de la capacidad ret¨®rica del ex canciller y aburri¨® con su larga exposici¨®n de los motivos para el no al estacionamiento. "Evidentemente", dijo, "en la actual Administraci¨®n en Washington se impusieron aquellas fuerzas que no tienen en cuenta todos los inconvenientes y que est¨¢n dispuestas a nuevas series de estacionamiento, con tal de que sean desplegados en Europa nuevos cohetes desde tierra, que puedan alcanzar los territorios m¨¢s importantes de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, con mayor precisi¨®n, m¨¢s rapidez y mayores efectos". Vogel afladi¨® que "esas fuerzas creen que eso fortalece la Alianza y a m¨ª me parece un grave error", y "nosotros, alemanes, pagaremos en los dos Estados un precio suplerrientario". En el debate que sigui¨® a las intervenciones de Schmidt y Vogel se expusieron los argurrientos a favor y en contra del estacionamiento de los misiles.

"Ginebra fracas¨® ya"

Brandt tom¨® la palabra para pronunciar un discurso de 10 minutos con una gran carga emocional y fuerza ret¨®rica, en el que adopt¨® la posici¨®n contraria a Schmidt, sin mencionarlo. El presidente del SPD conden¨® la inmovilidad de las dos superpotencias en la negociaci¨®n de desarme y dijo que "Ginebra fracas¨® ya, con lo que el pr¨®ximo mi¨¦rcoles comenzar¨¢ en la Rep¨²blica Federal de Alemania el estacionamiento de los Pershing 2, y fracas¨® por la terquedad de aquellos que prefieren estacionar los Pershing 2 a negociar la retirada de los SS-20. Esto va contra los intereses de Alernania, de las dos Alemanias, y contra los intereses de Europa". Una fuerte ovaci¨®n acogi¨® las palabras de Brandt, mientras Schmidt tomaba rap¨¦ y sonre¨ªa con gesto de suficiencia, sin aplaudir n? una sola vez.

Brandt se refiri¨® a los miles de personas que "salieron a las calles" de la RFA en las manifestaciones pacifistas, "lo que contradice la tesis de los que dicen que nos aislamos", y luego critic¨® a los socialistas franceses y al embajador norteamericano en Bonn, Arthur Burns, que hab¨ªa acusado al SPD de tornar elementos program¨¢ticos de los verdes.

Al final de su discurso, Brandt ofreci¨® su solidaridad al grupo minoritario en el partido y se dirigi¨® con la mano abierta a Wischnewski, que le salud¨® emocionado. Tambi¨¦n dio la mano a Apel, que estaba en la fila de atr¨¢s, pero pas¨® al lado de su compa?ero de mesa, Schmidt, sin saludarle.

Despu¨¦s de darse a conocer los resultados de la votaci¨®n, Brandt improvis¨® unas palabras, en las que dio las gracias a Schmidt y dijo: "El partido sabe lo que te debe". Todo el Congreso aplaudi¨® largamente; despu¨¦s, los dos dirigentes se dieron brevemente la mano, para cantar, como despedida y todos, en pie, la vieja canci¨®n socialdem¨®crata Marchamos uno al lado del otro y con nosotros van los nuevos tienipos".

Ayer concluy¨® tambi¨¦n en KarIsruhe el congreso del Partido Liberal (FDP) que aprob¨® por amplia mayor¨ªa, la doble decisi¨®n de la OTAN yla pol¨ªtica del ministro de Asuntos Exteriores, Hans-Dietrich Genscher. En la ciudad de Duisburgo, la asamblea federal de los verdes, con 942 delegados, aprob¨® la moci¨®n que el partido presentar¨¢. ma?ana en el Bundestag, en la que se exige la retirada de la conformidad al estacionamiento de los misiles. La diputada verde Petra Kelly acus¨® a los socialdem¨®cratas de "hipocres¨ªa". Para hoy est¨¢n previstas nuevas acciones pacifistas en Bonn contra los misiles ante la semana decisiva en el Bundestag.